La capital andaluza recibe estos días a los visitantes bajo un calor veraniego y sin casi refugios del sol. Ahora que se ha abierto la mano para el regreso de los turistas, la mala gestión del Ayuntamiento con los toldos, que no se instalarán finalmente por el incumplimiento de la empresa adjudicataria y la incapacidad de reacción del gobierno municipal, hace casi imposible el paseo por las calles más céntricas. La ciudad no invita a recorrerla y, aún así, se ven grupos numerosos de turistas en las zonas monumentales. Quizá para evitar las altas temperaturas, que casi alcanzan estos días los 40 grados centígrados, este fin de semana se están viendo más turistas bajo la arboleda del parque de María Luisa y buscando el refresco de la fuente de la Plaza de España o en las grandes galerías abiertas del gran anfiteatro de Aníbal González.