Tres impresionantes belenes en casas particulares de Sevilla que puedes visitar esta Navidad
La Asociación de Belenistas de Sevilla edita un listado con todos los nacimientos privados
Imagina estar en casa descansando tranquilamente en el sofá. De repente suena el teléfono. Es un extraño que quiere ir a tu casa para ver el portal del Belén . Aunque parezca extraño, y casi surrealista, es una situación que se repite año tras año en los hogares de muchos belenistas sevillanos. Porque en su caso, el nacimiento no se limita a la Virgen María, San José, el Niño, la mula y el buey ; sus belenes son auténticas obras de arte dignas de ser contempladas.
Lola Huelva es una de las más veteranas en la Asociación de Belenistas de Sevilla , aunque sus inicios en el arte del belén se remontan a su niñez cuando ayudaba a su padre. Después, continuó como un juego para entretener a sus hijos, y más tarde se convirtió en una afición que la mantiene ocupada los doce meses del año. De hecho, su casa parace el taller de un artesano, repleto de herramientas, pinturas y multitud de elemenos y materiales que emplea para recrear la escena navideña .
Con los años, ha perfeccionado la técnica, gracias en parte a los talleres y conferencias que se organizan desde la Asociación de Belenistas . Pero su técnica es la improvisación, «yo no hago bocetos, sino lo que me va pidiendo el belén, coloco las piezas o estructuras y voy viendo cómo van quedando» apunta esta apasionada del realismo en los nacimientos . «Me considero purista» dice Lola.
Su belén aún no está terminado, aunque asegura que estará listo para antes de Navidad . Le tienen que mandar unas figuras, que encarga a un artesano de Jerez, y luego ella pinta y «tunea». Y aunque todavía le faltan algunos detalles, su portal impacta nada más entrar en la habitación. Impacta tanto por sus dimensiones como por la profundidad de la escena, que consigue gracias al uso de la perspectiva y la profundidad de campo, jugando con escenas en diferentes planos.
«Aquí viene gente de todo el barrio, los que me conocen y los que no, también me llama gente que ha visto mi teléfono en la Asociación o turistas que llegan a Sevilla , incluso en agosto, y quieren ver el portal de belén, porque no lo suelo cambiar hasta después del verano» dice Lola Huelva.
Del antiguo Egipto a la Sevilla del XIX
La propuesta de Paco Anguas es mucho más arriesgada y lejana en el tiempo y el espacio. Nos transporta hasta el Egipto de los faraones , con un San José sosteniendo al Niño Jesús, flanqueado por dos realistas columnas que parecen sacadas de la tumba de Tutankamon .
«El belén está basado en un cuadro de un pintor inglés de 1840, que representa una escena de un templo egipcio dedicado al dios Orus , y el templo está practicamente inundado de arena» explica a ABC este funcionario, aficionado desde pequeño a las maquetas y las miniaturas.
El detalle de este nacimiento estriba no sólo en lo conseguido de las columnas, sino en las arenas de ese desierto que recrea. «Aproveché que mi cuñado se iba de vacaciones a Marruecos este verano, y le encargué que me trajera cinco botellas de litro y medio con arena del desierto marroquí , que es de un color dorado muy bonito». Pero no todos los materiales son tan nobles, porque para construir este nacimiento, cualquier cosa es buena, con altas dosis de creatividad.
Para hacer las hojas de las palmeras ha empleado cinta adhesiva, que moldea con un alambre. Pero también usa pañuelos de papel, para simular ropajes incluso el envoltorio de pildoras, para hacer una barca.
Del antiguo Egipto pasamos a la Sevilla del siglo XIX de la mano de Rubén Galindo , un extremeño afincado en la capital hispalense, que hace ya dos años ganó el primer premio de los belenistas con una versión del arrabal de la Macarena . «Aunque soy de un pequeño pueblo de Cáceres, estoy muy influido por la historia y costumbrismo sevillano, por su arquitectura y por las estampas que ofrece esta ciudad» apunta este vigilante de seguridad y amante del rock and roll.
Su belén es casi un rincón de aquella Sevilla, en el que dos monjas atienden a la Virgen María y San José, que buscan cobijo por la ciudad. « Mis recreaciones son anacrónicas, costumbristas , traslandando la escena del nacimiento a otros espacios y momentos de la historia, que te permiten una mayor libertad creativa» dice Galindo.
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