El SAS afirma que la incidencia se estabiliza
Un total de 4.500 sevillanos sufrieron un ictus el año pasado
Afectados y familiares piden que haya unidades específicas en todos los hospitales
Hoy se celebra el Día Mundial del Ictus y es una buena ocasión para divulgar los aspectos que hay que tener en cuenta sobre esta especie de infarto en el cerebro que constituye la segunda causa de muerte en la mujer y produce un importante nivel de incapacidad, razón por la cual hay que alertar a los servicios sanitarios de emergencia cuanto antes y conocer los síntomas para saber cuándo lo estamos sufriendo.
Porque a pesar de las campañas divulgativas para disminuir su aparición siguen originándose cientos de nuevos casos cada añ o. Así, el SAS cifra en 4.500 los sevillanos que sufrieron un ictus en 2018 y, si bien no tiene datos de la incidencia ni de la prevalencia, sí afirma que está estable.
La Asociación Sevillana de Ictus que preside Carmen Fátima Ruiz Rodríguez ha pedido a las autoriades que cada hospital tenga una unidad específica para tratar a los pacientes y hoy va a llevar a cabo por la ciudad una masiva campaña informativa y de cuestación para dar a conocer el ictus a la población y la manera de prevenirlo. También, mañana día 30 tiene prevista una jornada científica en el Hogar Virgen de los Reyes de inscripción libre y gratuita para ofrecer toda las información que precisen los asistentes.
Hay que conocer los síntomas del ictus porque el tiempo es oro cuando se produce
Dicha asociación reconoce que se ha producido una clara mejoría en el tratamiento de esta enfermedad cerebrovascular en Sevilla pero aún así reclama no sólo más y mayores unidades hospitalarias sino una mayor difusión y la contratación de neurólogos en los hospitales comarcales pues actualmente «la atención es deficiente y desigual, según donde vivamos».
También demanda la implementación del sistema teleictus y el aumento de centros con posibilidad de realizar trombectomías mecánicas en la fase aguda.
No pasa por alto la necesidad de más información sobre los tratamientos que se llevan a cabo en la unidades de ictus y tras el alta, y más apoyo a las asociaciones de pacientes «que son las que suplen el papel de la Administración en la atención de muchas de las necesidades del paciente en la fase subaguda».
En este sentido, destaca que «este año no ha habido convocatorias de subvenciones por parte de la Consejería de Salud y Familias».
El tiempo es oro cuando estamos ante un ictus y por eso hay que saber reconocerlo para llamar a los servicios de emergencia y que se active el Código Ictus.
La asociación sevillana de enfermos y familiares reclama más ayudas y expertos para tatar a los pacientes
Para sospechar de la existencia de ictus debe aparecer uno o más de los siguientes signos : debilidad facial o distinta movilidad en un lado de la cara al sonreír, caída de brazo (al levantar los dos brazos uno se levanta y el otro cae) o dificultad para pronunciar palabras.
Otros síntomas que también pueden aparecer y nos harán sospechar de un posible ictus son dificultad de visión repentina en uno o ambos ojos (incluye tanto pérdida de visión como aparición de “visión doble”), dificultad repentina para caminar, inestabilidad, pérdida de balance o de coordinación (al estar de pie, al caminar o en el uso de las extremidades), dolor de cabeza de inicio súbito, de intensidad inhabitual y sin causa aparente; sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas inexplicadas, si se acompañan de cualquiera de los síntomas descritos con anterioridad.
Fuentes del SAS afirman que si eso sucede hay que avisar de manera inmediata a 061 y acompañar a la persona que padece los síntomas hasta que llegue la ayuda sanitaria.
Advierten de que nunca debemos esperar a que se pasen los síntomas ni tomar medicación pensando en que van a remitir.
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