FALSOS MITOS

«¿Qué tienen que saber los padres de sus hijos sobredotados?

Una psicóloga y una pedagoga publican un libro que ofrece pautas a seguir

Teresa Fernández Reyes con un ejemplar de la publicación ABC

P.GARCÍA

«¿Las ballenas tienen saliva?» es el título del libro que acaban de publicar en la editorial Ingenia la psicóloga Teresa Fernández Reyes y la docente especialista en Pedagogía Terapéutica Maite Sánchez Chapela, tomando como referencia una de las peculiares preguntas que pueden llegar a hacer los niños con sobredotación y que tanto llaman la atención a los mayores que les rodean.

Planteado como una guía para padres con hijos con altas capacidades intelectuales, su contenido actualiza y amplía el de unas publicaciones aparecidas hace algunos años en las que estas dos expertas volcaban sus experiencias prácticas, ofreciendo pautas para afrontar el día a día de estos niños.

Porque si en algo hace hincapié Teresa Fernández es en la necesidad de «eliminar falsos mitos y prejuicios relacionados con la alta capacidad, ya que no se trata de chicos que van con el ajedrez bajo el brazo, sino que hablamos de personas normales con unos intereses y características diferentes».

La importancia de la detección temprana en los primeros años de infancia se antoja, dentro de este contexto, como un elemento esencial para sacar adelante la formación de estos niños con las mayores garantías, toda vez que, según estima esta psicóloga, entre un 30 y un 50% de ellos puede presentar fracaso escolar y hasta un 70% de alumnos con altas capacidades «puede tener, incluso, bajo rendimiento al no estar debidamente atendidos».

Fernández destaca al respecto el «protocolo de detección» puesto en marcha por la Junta de Andalucía en el curso 2011 y el avance que ha supuesto para dar visibilidad a estos niños. Los números, de hecho, hablan por sí solos, de forma que si antes de este protocolo se habían detectado 1.663 alumnos andaluces con altas capacidades intelectuales, en el curso 2012-13 el número se elevaba a 4.255; en el 2013-14 ascendía a 8.300 alumnos y en el curso 2014-15, el último del que la Administración educativa ofrece datos, la cifra se sitúa en los 9.634 alumnos andaluces.

Esta psicóloga subraya también el «salto cualitativo» que han experimentado los criterios para valorar las altas capacidades. «Antes —comenta— el único aspecto que se tenía en cuenta para constatar la sobredotación en una persona era poseer un cociente intelectual por encima de 130, si bien ahora se toman en consideración otros criterios que permiten valorar mejor cada caso». La alta capacidad se concibe, de esta manera, como un concepto general que engloba varios tipos: la sobredotación, el talento simple y el talento complejo.

Para el primero de ellos, según explica Teresa Fernández, se evalúan siete áreas distintas (seis cognitivas más la creatividad ) cuyos resultados tienen que estar por encima de un percentil determinado —«al sobredotado —dice— se le pide que sea bueno en todo»—, mientras que el talento simple se observa en aquellos que superan los índices establecidos en una sola área y el talento complejo en tres.

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