SECTOR DEL TAXI
Los taxistas de Sevilla piden más tecnología para frenar la competencia de Uber y Cabify
La irrupción de los VTC, los coches con conductor a golpe de móvil, amenaza el negocio tradicional por «intrusismo y prácticas irregulares», según el gremio
![Un cliente usa la aplicación móvil de Uber para buscar un taxi](https://s3.abcstatics.com/media/sevilla/2017/02/13/s/taxi-nuevas-tecnologias-kMWG--620x349@abc.jpg)
El sector del taxi en Sevilla atraviesa por uno de esos periodos álgidos de conflictividad , recurrentes y con protagonistas similares aunque con algunos componentes novedosos. Buena parte de las tensiones no son ni mucho menos nuevas. De hecho, una de las batallas que vive este gremio en la capital andaluza, y que ha ensuciado su imagen hasta límites insospechados, data de hace casi veinte años.
Concretamente desde 2001, cuando quedó oficializada la tarifa única para el trayecto hasta el aeropuerto . Ésta es de entre 22 y 27 euros en función del día, hora y si se recoge o no al cliente en su domicilio, siempre y cuando no se trate de horario nocturno en Semana Santa y Feria, cuando la cifra pasa a 30 ó 33 euros. La cuestión no es siquiera la tarifa en sí misma, sino la exclusividad de un grupo de taxistas para poder utilizar la suculenta parada del aeropuerto , epicentro principal de esa pugna. Que no es la única.
El uso exclusivo de la parada de San Pablo por parte de un grupo de taxistas pertenecientes a una de las asociaciones —Solidaridad del Taxi— ha ido encolerizando progresivamente al resto de profesionales del gremio, puesto que la teoría apunta que cualquiera podría usarla.
La realidad es que quien ha optado por hacerlo sin pertenecer a dicha entidad ha recibido amenazas y coacciones , insultos o hasta agresiones en forma de ruedas pinchadas o lanzamientos de huevos al vehículo. Algo que siempre ha negado Solidaridad exponiendo que ni siquiera existen denuncias al respecto en el Instituto del Taxi. ¿Miedo? Todos indican que es así, sin dar nombres, por supuesto. Pero nadie que no sea de dicho grupo usa la parada con mejor tarifa de la ciudad.
Pero mientras los taxistas sevillanos se desangran en peleas internas por quién puede «rendir» en el aeropuerto, va agigantándose el que ya es principal enemigo de la viabilidad de un sector acostumbrado al proteccionismo , el intervencionismo de la Administración y la regulación para sostener ingresos: el de la libertad comercial , nuevos modelos de transporte público y el uso de internet por parte de los clientes.
Aspectos por los que los taxistas vienen denunciando un «intrusismo insoportable que va a acabar con los puestos de trabajo». Reclaman más control ante la creciente presencia de vehículos de plataformas como Cabify, Blablacar o Uber , coches alquilados con conductor desde el mismo móvil, cuyas normas, según los taxistas, no se están cumpliendo y están ocupando espacio que le corresponde al servicio público.
Mientras tanto, la búsqueda de la tecnología con la que hacer frente a los nuevos modelos camina despacio. El Ayuntamiento trabaja en la creación de una aplicación de telefonía móvil con la que los usuarios podrían pedir un taxi a través de sus teléfonos. El Instituto del Taxi sacará a licitación el contrato de servicio para asesoría y redacción del estudio de la implantación del llamado Sistema Integral de Gestión de la Flota de Taxis por un importe de 72.250 euros.
La futura aplicación móvil municipal permitiría al ciudadano gestionar la demanda de taxi a través del móvil , y al taxista responder y atender a la misma en tiempo real con un sistema de geolocalización para saber en todo momento la ubicación de la flota disponible, así como los puntos de mayor demanda. En una segunda fase se desarrollaría un sistema de gestión integral de la flota. Pero la competencia no corre, vuela.
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