Dos Hermanas

El «Tapita» a un testigo protegido del triple crimen: «El Pollino no tiene cojones de matarlos»

El «Pollino» vertió «ocho metros cúbicos» de hormigón en la fosa donde hallaron los cadáveres

La Policía dirige a varios de los acusados a los juzgados, en una imagen de archivo Raúl Doblado

Jesús Díaz

«Creo que están vivos y están en la casa porque el Pollino no tiene cojones de matarlo». Esta fue la frase que David R.H.P., alias el «Tapita», trasladó a uno de los testigos protegidos que ha declarado este viernes en el juicio con jurado por el conocido como el triple crimen de Dos Hermanas , en que fueron asesinados Yilmaz Giraz, el «Turco», Sandra Capitán y la hija de ésta de seis años, cuyos cuerpos fueron hallados en una fosa en la casa número 168 de Cerro Blanco .

La sesión de este viernes ha estado protagonizada por la declaración de los cinco testigos protegidos de esta causa en la que hay siete personas acusadas: Ricardo G.H., conocido como el «Pollino»; su mujer Elisa F.H.; su padre, Ricardo G.G., alias el «Cabo»; y la madre del «Pollino», Joaquina H.; David R.H.; José Antonio M.B.; y Manuela M.O. Menos esta última y Joaquina, todos se enfrentan a prisión permanente revisable .

Según el relato de los hechos de la Fiscalía, el secuestro y asesinato de estas tres personas ocurrió el día 16 de septiembre de 2017 , si bien no fue hasta el día 30 de ese mes cuando los agentes de la Policía Nacional no descubren los cadáveres enterrados en una fosa en la casa 168 de Cerro Blanco.

En ese periodo de tiempo y tras conocerse las noticias de la desaparición de estas tres personas, el «Tapita» tuvo varias reuniones con los testigos protegidos números uno y dos y le trasladó que había recibido del «Pollino» el encargo de secuestrar a un hombre.

Antes de que se descubrieran los cuerpos sin vida, al testigo número dos, según ha afirmado éste hoy, David le dijo: « Creo que están vivos (en referencia a Yilmaz, Sandra y Lucía) y están en la casa (Cerro Blanco 168) porque el Pollino no tiene cojones de matarlos».

Con medidas de seguridad para proteger su seguridad e identidad, han declarado los cinco. Uno es amigo del «Tapita», otro de la familia del «Turco» y tres trabajadores de la cementera contratada por el clan de los «Cabos» para tapar la fosa con hormigón la misma tarde del 16 de septiembre. Fue el propio «Pollino» quien vertió «ocho metros cúbicos» de hormigón sobre la fosa donde fueron hallados los cadáveres, según estos empleados.

En la sesión de ayer jueves David y José Antonio admitieron que redujeron al «Turco» en la casa de Cerro Blanco , donde lo dejaron, junto a la niña y Sandra, con el «Pollino» y Elisa. Ese era el encargo por el que iban a cobrar tres mil euros: «sorprender, reducir y amarrar» a Gilmaz Yiraz para el cobro de una deuda. Pero ellos reconocieron que dejaron con vida a las tres víctimas.

«Lo llamaron para intimidar a un hombre»

Sin embargo, este viernes dos de los testigos protegidos han declarado lo que David les contó sobre estos hechos. El testigo protegido número uno, amigo del propio David del barrio, ha indicado que el «Tapita», con quien charló en varias ocasiones del asunto. La primera dos o tres días después de los hechos. Le dijo que él «más o menos sabía algo de lo que había pasado» .

Parco en palabras, el testigo ha recordado que David le dijo que «lo había llamado un hombre para intimidar a un hombre». El testigo no ha querido mentar al «Pollino». Y que sabía «dónde podían» estar las tres personas desaparecidas . La familia de Sandra Capitán había denunciado dichas desapariciones.

David también le contó que cuando llegó al lugar acordado, en Dos Hermanas, esperó escondido en un coche junto al «Cabo» para «intimidar» a ese hombre, que se trataba del «Turco». Pero al ver a una mujer (Sandra) y a una niña (Lucía) ,«no hizo el trabajo» . Según este testigo protegido, David le dijo que se marchó.

David le indicó a este testigo la casa 168 de Cerro Blanco. Posteriomente, este testigo protegido llamó a Josefa Capitán, la madre de Sandra y abuela de Lucía, a un teléfono que vio en Facebook publicado por las desapariciones. Esta conversación se escuchó ayer en el juicio.

Este hombre, que llamó a Josefa de forma anónima, le dice que le va a dar «información para que vaya a la Policía», pero le advierte de que «no quiere problemas» por lo que no va a desvelar su identidad. Josefa le pide que no le engañe sobre datos falsos. Le da un nombre: Ricardo, alias «Pollino». Le da una dirección: la barriada Ibarburu en Dos Hermanas (colindante con Cerro Blanco). «Allí están fijos», les dice el anónimo. «Por mis niñas te lo juro que no te meto en nada», le contesta Josefa. Le repite: « Barriada Ibarburu. Dígaselo a la Policía. Seguro, seguro, seguro, que la tiene él . Señora, por favor, no le diga nada a la Policía de mí. Tome nota. Ricardo, de etnia gitana y le dicen Pollino ». «Gracias y que Dios esté contigo toda la vida», termina Josefa diciendo en la llamada.

Según este testigo, David no sabía que él iba a llamar a la familia de Sandra ni le dijo lo que tenía que decir. Días más tarde, este testigo organizó una reunión con David y el testigo protegido número dos, amigo del «Turco», a cuya hija llamaron desde el teléfono de Yilmaz una persona española hablando «en un turco malo» para decile: «tu padre está muerto» . Después el teléfono fue apagado.

En aquella reunión entre los dos testigos y David, éste le contó lo mismo que al testigo número uno. « Nunca dijo que había estado en Bellavista (donde vivían las tres víctimas) , ni que vio al Pollino encañonar al Turco para meterlo en el coche, ni a Elisa tirar de los pelos a la niña para secuestrarla», según el testigo número uno. En cambio, en la declaración del testigo número dos sobre esta reunión, todo esto se lo dijo David.

Es decir, de una misma conversación ambos testigos tienen dos relatos distintos. Con respecto al secuestro, el testigo número uno sitúa a David en Cerro Blanco con el «Pollino» y el padre ; el número dos, l o ubica en Bellavista con estos dos más Elisa. Ambos sí coinciden en que David cuando ven a Sandra y Lucía se va, aunque el propio David reconoce que redujo a Yilmaz en la casa de Cerro Blanco.

El testigo protegido número uno ha asegurado que Manuela no estaba en ninguna conversación que mantuvo con David, pese a que éste ayer aseguró que sí.

Por su parte, el testigo protegido números dos, amigo del testigo protegido número uno y de Yilmaz, conoció los hechos porque lo llamó un sobrino del «Turco» porque no tenía noticias de éste desde hace días y ya habían llamado a la hija diciéndole que su padre estaba muerto.

Lo contrató el «Pollino y su mujer»

A través del testigo número uno supo que el «Tapita» podía saber algo del tema. David le dijo, según el testigo número dos, que «lo habían llamado para secuestrar a un turco» , pero no le comentaron a David que habría una mujer y una niña. «Le contrató un tal Pollo o Pollito y su mujer», ha dicho este testigo en su declaración.

David le dijo que sospechaba que las tres personas estaban en una casa de Cerro Blanco, aunque él, según este testigo, fue a hacer el secuestro a Bellavista. « David conocía la casa, nos la describió, nos dijo lo de la fosa y que los tenían secuestrado allí », ha dicho este testigo, que fue a la Policía a decirle lo que sabía y que David quería colaborar. Los dos testigos sacan a David del secuestro, pues supuestamente les dijo que se fue cuando vio a Sandra y a Lucía. «Si no es por David no hubiese sido imposible encontrar los cuerpos», ha asegurado este testigo.

Reconocimiento del «Pollino», su padre y su madre

Después de estos dos ha sido el turno de tres trabajadores de la cementera donde el «Pollino» y su padre contrataron 20 metros cúbicos de hormigón a nombre de «Antonio Vargas», como se recoge en la factura. El dueño de la empresa ha reconocido al «Pollino» y a su padre como dos de las personas que fueron el día 15 de septiembre (viernes) a pedir precio del hormigón y el sábado a contratarlo y pagarlo.

Además, uno de los trabajadores también reconoce a Ricardo hijo como la persona que vertió directamente «unos ocho metros cúbicos» en la casa . Fue él mismo quien lo hizo, porque no dejó entrar en Cerro Blanco 168 al operario. Con esa cantidad se tapó la fosa donde fueron hallados Yilmaz, Sandra y Lucía.

Igualmente, los dos operarios encargados de transportar el hormigón han reconocido a Ricardo padre como una de las personas que estaba en la puerta de la casa cuando llegaron sobre las cuatro de la tarde del mismo día 16. Uno de ellos también ha reconocido a Joaquina, acusada de encubrimiento. El otro trabajador no estaba seguro. Además, han coincidido en que los niños que estaban en la puerta los llamaban abuela y abuelo.

A Elisa no la han reconocido, aunque sí han dicho que había otra mujer joven en la puerta junto a los abuelos. En sus declaraciones, Ricardo padre, su mujer y su nuera aseguraron que el día 16 no pisaron la casa del 168 de Cerro Blanco .

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