ENTREVISTA

«Suspendí dos en el colegio y el director no me dejó ir a la primera comunión de mi hermana»

Manuel Pérez Fernández, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla, es fundador de la fundación Mehuer, cuya labor acaba de ser reconocida por la Asociación de Fundaciones de Andalucía

Manuel Pérez Fernández M.J. SÁNCHEZ OLMEDO

JESÚS ÁLVAREZ

Natural de Osuna, a Manuel Pérez Fernández , presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla y antiguo alumno interno del colegio San Francisco de Paula , lo castigó hace casi cincuenta años el director del centro , Luis Rey Guerrero , abuelo del actual director.

La razón del castigo eran dos suspensos en una evaluación. El padre de Manuel fue un viernes a recogerlo para llevárselo a su pueblo porque al día siguiente era la primera comunión de su hermana. El director le dijo que no podía llevárselo y su progenitor le vino a decir a «don Luis» (a todos los profesores se les llamaba «don») que dos suspensos no era un motivo suficiente para que no le permitiera asistir a esa ceremonia familiar tan importante .

«Mi padre le prometió incluso que yo estudiaría en el viaje a Osuna todo el sábado y la mañana del domingo antes de la primera comunión, pero don Luis insistió en que estaba castigado. Él le dijo entonces que me llevaría de todas maneras y el director le contestó: " Sí, llevéselo a Osuna, pero llévese también el colchón y la ropa porque ya no vuelve más" . Mi padre se fue solo a Osuna y yo no pude ir a la primera comunión de mi hermana. Esa era la disciplina de aquella época».

¿Y aprobó esas dos asignaturas?

Sí, por narices.

Usted es uno de los promotores de la Fundación Mehuer de apoyo a la investigación de las enfermedades raras, que acaba de ser reconocida por la Asociación de Fundaciones de Andalucía. ¿Tiene algún familiar que padezca alguna?

Por fortuna, no. Pero en 1997 me entero por Moisés Abascal , un farmacéutico sevillano, de que él tiene en la farmacia una señora que le ha consultado por una enfermedad muscular rara de su hijo . Y descubro que hay otras personas completamente desamparadas porque no se sabe nada de sus enfermedades. Se lo cuento a Antonio González, entonces presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, y montamos un congreso internacional en el año 2000 de enfermedades raras. Fue un hito porque fue el primero que se hizo en el mundo. Ayudamos a Moisés a crear la federación y ahora en febrero celebramos el noveno congreso. Hemos dotado 185.000 euros en becas de investigación sobre enfermedades raras.

A las farmacéuticas se les acusa de no investigar en este campo porque no es demasiado rentable. ¿Es partidario de obligarlas a que reinviertan en él una parte de sus abultados beneficios?

Sí, por supuesto. Pero hay que reconocer que la industria farmacéutica está investigando cada vez más en enfermedades raras, aunque deben hacerlo más. Ya tienen ventajas fiscales para esa investigación . Sé que tienen avanzados algunos medicamentos pero tienen que buscar eficacia sin grandes efectos secundarios. Y los ensayos clínicos para aprobar esos medicamentos son muy difíciles porque hay patologías de las que sólo hay cien enfermos en toda Europa.

Copago

¿El copago ayuda a reducir el consumo excesivo de medicamentos?

Creo que ahora el sistema es un poco más justo porque antes pensionistas con un elevado poder adquisitivo no pagaban nada por las medicinas y trabajadores mieuristas sí tenían que pagar. De todas maneras, creo que se debe pagar por las medicinas, aunque sea una cantidas simbólica porque hace el ciudadano responsable del sistema. No lo digo como ticket moderador sino para valorar las medicinas. Que se sepa que alguien paga el resto.

Un estudio del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz concluye que en Andalucía hay mayor obesidad infantil que en el resto de España. ¿Por qué cree que los niños andaluces comen peor que los demás?

Influye mucho el abandono de la dieta mediterránea y el sedentarismo. Cuando un niño se toma un batido o un zumo de bote con un dulce industrial en lugar de un vaso de leche y una tostada con aceite, la diferencia en calorías es tremenda, sobre todo en calorías no sanas . Y eso sigue a lo largo del día. Hemos abandonado los guisos y las frutas y abusamos de alimentos preparados que no son sanos. Y encima apenas nos movemos .

¿Esta mayor tasa de obsesidad infantil no tiene también que ver con nuestro nivel de vida? La comida más calórica y menos sana es mucho más barata que la otra.

Sí, eso también influye. Cuando yo voy al supermercado me fijo mucho en el carro del que está por delante . Veo donuts de ocho en ocho y muchos dulces.

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