La suma de los partidos de derecha gana en Sevilla capital, pero no gobernaría
El PP sigue sin levantar cabeza en la provincia, donde Vox le ha adelantado, pero en la primera ciudad ha conseguido aguantar el tirón
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El arenismo es historia. Esta es la principal conclusión que dejan en Sevilla los resultados de las elecciones generales celebradas ayer. Desde que Javier Arenas abrió el melón del partido en la provincia para enfrentarse al zoidismo y manejar los hijos, las urnas están haciendo pasar al PP por situaciones muy preocupantes , cuando no sonrojantes. La actual presidenta, Virginia Pérez, no ha conseguido unir el partido después del Congreso en el que las dos facciones se enfrentaron y las consecuencias han caído por su propio peso. Los números no engañan. Cuando Juan Ignacio Zoido encabezó la papeleta del PP al Congreso, empató a cuatro concejales con el PSOE. Aquello fue histórico y se está valorando ahora a tenor de los resultados que los populares acumulan desde entonces. Los socialistas son inexpugnables en Sevilla , tierra en la germina la rosa de su logotipo. Este partido tiene una implantación inveterada en la cuna del felipismo, de ahí que la derecha se ha conformado siempre con sacar un resultado digno. Poco más. Y en ese sentido lo de Zoido fue tal vez un espejismo. Pero la caída actual no lo es. En abril el PP quedó cuarto en Sevilla cediendo su tradicional segundo puesto a Ciudadanos y viéndose superado también por Podemos. Ahora está tercero. Ha escalado una posición y ha subido tres puntos porcentuales. Pero esta situación se debe a factores externos: el derrumbe de Ciudadanos y el bocado que Más País le ha dado al partido morado . Podría decirse que ha controlado a sus rivales por el centro, pero no ha sabido parar la irrupción de Vox por su derecha.
Por lo tanto, esta convocatoria vuelve a explicitar la crisis interna del PP, donde no hay cohesión para convencer a los electores de que este partido puede ser la alternativa a la hegemonía socialista. Sin embargo, de esta situación salen reforzados varios nombres. El más relevante es José Luis Sanz , el alcalde de Tomares, único municipio donde los populares se han impuesto. Pero es que además la hecatombe de Ciudadanos no sólo se ha reflejado en las elecciones al Congreso de los Diputados, donde pierde su acta Virginia Salmerón , una de las personas con más poder interno en el partido en la provincia y pareja del secretario de organización, Fran Hervías , que tampoco ha conseguido acta. También ha tenido consecuencias graves en el Senado, donde el representante naranja que acompañaba a los tres socialistas ha vuelto a ceder su sitio al PP, desbancado en abril. Esto quiere decir que Sanz recupera su puesto en la cámara de representación territorial y será el cuarto representante sevillano con 254.458 votos, casi el 25 por ciento de los sufragios, detrás de los tres candidatos del PSOE: el exalcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones ; la exconcejal del Ayuntamiento de Sevilla Nieves Hernández ; y el que fuera secretario general de UGT en Sevilla, Juan Antonio Gilabert . No obtienen, por tanto, representación ni Podemos ni Ciudadanos. Y curiosamente tampoco la logra Vox a pesar de que ha sido el segundo partido más votado en la provincia para el Congreso. Los verdes habían presentado sólo a un candidato, Macario Valpuesta , para concentrar todos sus votos al Senado, pero la estrategia no le ha servido, por lo que los cuatro representantes en esta cámara por Sevilla volverán a ser los mismos que antes de las elecciones de abril. Es decir, el gran beneficiado de estos comicios es el alcalde de Tomares, lo que le refuerza como activo electoral de los populares en el territorio más favorable al PSOE de toda España.
De hecho, los datos socialistas son demoledores aun habiendo perdido 30.500 votos en sólo siete meses. A Vox, que es la segunda fuerza, le saca casi 200.000 votos de diferencia , lo que le permite mantener sus cinco diputados sin inmutarse. El resto de los partidos se mueven en un empate técnico a dos representantes salvo Ciudadanos, a quien sólo representará en Madrid Pablo Cambronero . Pero de todos los registros que arroja esta cita con las urnas, el más llamativo es el de la capital. Es obvio que unas generales no se pueden comparar con unas municipales porque las motivaciones del voto son muy distintas, pero sí queda al menos la curiosidad de que por primera vez en los últimos años la suma de los partidos de derechas es superior a la de los de izquierda que obtienen representación, aunque el reparto de escaños no serviría para que gobernara el PP. En realidad este detalle no afecta a la imagen de Juan Espadas , uno de los políticos con mejores expectativas en el actual PSOE andaluz, porque los resultados en la ciudad han sido muy similares a los de abril. Pero el bloque de izquierdas con suficiente porcentaje de apoyos para obtener representación, formado por socialistas y Podemos, sumó ayer 179.569 votos , mientras que el de derechas, compuesto por PP, Vox y Ciudadanos, alcanzaría los 183.179 . Como ha ocurrido en Madrid, donde José Luis Martínez Almeida ha desbancado a Carmena con un 20 por ciento de los votos, Beltrán Pérez rozaría la posibilidad de ser alcalde . Paradojas de la vida.