Sucesos en Sevilla
Pilla a su padre violando a su hermana con discapacidad mental y lo graba con el móvil
La Audiencia de Sevilla ha condenado al agresor sexual a más de 14 años de cárcel y al pago de 20.000 euros a su hija
![Sede de los Juzgados de Instrucción de Marchena donde se ha investigado esta causa](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2021/04/11/s/juzgado-marchena-instruccion-kAOE--1248x698@abc.jpg)
Desde enero hasta mayo de 2018, Miguel S.L. agredió sexualmente de forma continuada a su hija , que presenta discapacidad mental , hasta que el día 15 del citado mes fue pillado por su otro hijo , quien grabó la escena con el móvil para enseñárselo a su madre.
La Audiencia de Sevilla ha juzgado y condenado a Miguel por estos hechos a una pena de 14 años, tres meses y un día por un delito de violación . Tendrá prohibido acercarse o comunicarse con su hija durante 19 años. Después estará ocho años en libertad vigilada. Se le inhabilita durante el tiempo de condena, con imposibilidad de obtener empleos o cargos públicos y de ser elegidos para cargos publicos. El condenado, que tiene 65 años de edad, deberá indemnizar a la víctima con 20.000 euros por los daños morales.
Según la sentencia de la Audiencia, facilitada a este periódico por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, durante l os primeros cinco meses del año 2018 , el acusado, aprovechando que su mujer se iba por las noches a cuidar de su madre y «con intención de satisfacer sus deseos libidinosos», se adentraba en la habitación de su hija en el domicilio familiar, ubicado en un municipio de la Campiña sevillana. El asunto se llevó en los juzgados de Marchena, cabeza de partido de esta comarca.
Amenazas de ir a la cárcel si lo contaba
Lo hacía «completamente desnudo». Se metía en la cama, llegando a mantener con su propia hija relaciones sexuales completas. Y como suele suceder en estos episodios, el padre, para evitar que la víctima se negase o hiciese público lo que estaba ocurriendo, le decía: «si cuentas esto iremos todos a la cárcel» . Y otras como «los dos iremos a la cárcel» o « como cuentes algo te voy a matar ».
De esta forma, conseguía que su hija adoptara una actitud sumisa y pasiva, sobre todo, por el sentimiento de miedo que tenía hacia su padre . Estos hechos se repitieron hasta el 15 de mayo, cuando el acusado fue descubierto por su hijo.
La víctima, como consecuencia de estos episodios, tuvo que ser ingresada en el área de Psiquiatría del Hospital de Valme de la capital durante varios días en el mes de agosto de ese mismo año con un diagnóstico de trastorno psicótico agudo y síndrome de maltrato. El diagnóstico actualizado a abril de 2019 señala trastorno de estrés postraumático y síndrome de maltrato. Es la huella psicológica que ha quedado en la víctima.
Tras la celebración de la vista oral a comienzos del pasado mes de febrero en la Audiencia de Sevilla, el tribunal considera al hombre autor de un delito continuado de violación sobre su propia hija, que en todo momento ha prestado un testimonio «sincero, claro, creíble, coherente y corroborado por otras pruebas».
«No se lo vayas a enseñar a mamá»
Además, el tribunal pone el acento en que la hija siempre fue persistente en su relato, desde que lo contó por primera vez ante la Guardia Civil, sobre todo en lo concerniente a las agresiones sexuales. Negó que su padre le agarrara o le forzara. Se dejaba por temor a que le pegara , lo que ya había hecho en ocasiones anteriores. No se lo contó a su madre ni a su hermano « por temor a que los metieran en la cárcel », como le decía su padre.
Todo lo expuesto por la víctima fue confirmado por el hermano, sobre todo en lo referente al último día, cuando pilló a su padre. Primero escuchó a su padre «intimar», entró en la habitación y los pilló desnudos. El hermano llevaba días sospechando que dentro de esa habitación estaba pasando algo raro y se lo contó a su madre, que le dijo que lo grabara. El acusado, al ver al hijo grabando, le soltó: «hijo de puta, eso no se lo vayas a enseñar a mamá».
Violencia de género en el hogar
El hijo llamó a su madre para que acudiera a la habitación. Cuando llegó, el acusado estaba intentando calmar al joven y quitarle el móvil . El abogado de la defensa intentó en el juicio impugnar esa grabación y su validez, pero el tribunal concluye que no atenta contra los derechos fundamentales del acusado. Además, el propio acusado reconoció el contenido de la grabación, aunque afirmó que se confundió de cuarto y se metió en el de su hija porque venía un poco bebido de la calle.
La esposa el acusado relató en el juicio que sus hijos tenían mucho miedo a su padre, porque «muchas veces les decía que los iba a matar». El informe del médico forense que obra en la causa y el propio forense describen el ambiente de violencia de género que existía en la familia, una situación de dominio del padre hacia la madre y sus hijos.
La Audiencia, por último y antes de exponer su fallo, expone que en estos hechos y en la actuación del acusado existió intimidación , a través de las amenazas a su hija de que, si contaba algo de lo que estaba ocurriendo entre ellos, los dos iban a ir a la cárcel, que le iba a pegar o la iba a matar. Todas estas amenazas, el tribunal las pones en el contexto de la situación familiar en la que vivía la chica y su mayor vulnerabilidad por su grado de discapacidad.
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