Día de Todos los Santos 2020
Los siete santos más sevillanos
Santa María de la Purísima es la última de una larga lista de personalidades de Sevilla que han sido canonizadas
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Santa María de la Purísima
El pasado 18 de octubre fue canonizada en Roma Santa María de la Purísima , la última de una larga lista de sevillanos reconocidos por así por la Iglesia Católica. Hoy, cuando se celebra el Dïa de Todos los Santos, recordamos a los diez más populares de cuantos nacieron, murieron o estuvieron de alguna manera vinculados a la ciudad.
Empezando por la última de ellos, Santa María de la Purísima, desde que en 2004 se abriera el proceso de beatificación ante el paso de palio de la Virgen de la Amargura en la Catedral de Sevilla –quien luce cada Domingo de Ramos su rosario en la cintura—, en poco más de una década —y 17 años después de su muerte—, ya está en la cumbre de los altares.
María Isabel Salvat Romero había nacido en Madrid en 1926, dentro de una familia adinerada. Ella, no obstante, prefirió tomar los hábitos y dedicar su vida a los pobres. En 1977 fue elegida Madre General de la Compañía de la Cruz.
Quienes la conocían la creían una santa en vida , e incluso consiguió la beatificación de Santa Ángela de la Cruz, 1982, en una misa presidida por el Papa Juan Pablo II, quien personalmente acudió a orar ante la tumba de Madre Angelita, junto con la ya Santa María de la Purísima.
A su muerte el 31 de octubre de 1998 , fue enterrada junto a la capilla donde se venera al cuerpo incorrupto de la fundadora de la Compañía.
Un primer milagro realizado en enero de 2004 a una niña de La Palma del Condado que nació con una cardiopatía congénita y que recuperó la salud por su intercesión, le sirvió para ser beatificada en el Estadio de la Cartuja, con la Esperanza Macarena presidiendo el pontifical.
Y, un segundo milagro , precisamente a un armao de la Macarena , que despertó de un largo coma inesperadamente, le ha servido para que este mismo mes de octubre haya sido canonizada en el Vaticano por el Papa Francisco.
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Santa Ángela de la Cruz
Quizá sea la santa con mayor arraigo popular en Sevilla. Ángela Guerrero González , Sor Ángela de la Cruz, fue considerada como «Madre de los pobres». Nació en Sevilla el 30 de enero de 1846, en una familia muy humilde.
Antes de fundar la Compañía de las Hermanas de la Cruz , desde muy niña tenía una gran vocación de servicio a los demás y, con 16 años, a intentó entrar en el covento de las carmelitas descalzas de Santa Cruz, pero fue rechazada porque no reunía las condiciones físicas necesarias para los trabajos de lega.
Cuando murió, a los 85 años , era ya muy popular en la ciudad gracias a su carisma de ayuda a los pobres. Tanto fue así, que en 1932 , el año de su muerte, hasta el Gobierno republicano le puso se nombre a la calle en la que actualmente está el convento.
Madre Angelita era ya una santa en vida, pero no subió a los altares hasta 1982, cuando el Papa Juan Pablo II vino a Sevilla a beatificarla, e incluso ante su tumba se arrodilló.
Veinte años más tarde, en 2002, la Iglesia reconoció oficialmente su santidad, al aprobar el milagro que le había sido atribuido, la curación, científicamente inexplicada, de un niño que sufría una obstrucción de la arteria central de la retina del ojo derecho y recuperó repentinamente la visión. Fue canonizada por Juan Pablo II el 4 de mayo de 2003 en la madrileña Plaza de Colón, con el nombre de Santa Ángela de la Cruz.
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Santas Justa y Rufina
En la Híspalis romana , dos hermanas cristianas nacidas en el siglo III dedicaron su vida a ayudar al prójimo y a evangelizar.
Un día, cuando se celebraba la fiesta de Venus , llegaron a casa de Justa y Rufina solicitando un estipendio que había que dar. Las dos hermanas se negaron por ser una fiesta pagana y alejada de su religión. Incluso, entre las dos rompieron la figura de Venus, lo que provocó que los celebrantes se lanzaran contra ellas.
El prefecto de Sevilla, Diogeniano , las encarceló y las instó a que renunciaran a la fe criatiana bajo la amenaza del martirio. Justa y Rufina se negaron y fueron sometidas al potro y otros métodos crueles . Viendo el prefecto que no renunciaban a Cristo y que lo resistían todo, las mandó a caminar descalzas hasta Sierra Morena . Las dos hermanas llegaron a aquel destino y Diogeniano, desesperado por su entereza, las encarceló de nuevo hasta que murieran. La primera en hacerlo fue Justa, cuyo cuerpo fue lanzado a un pozo.
Como Rufina seguía resistiendo, la llevó al anfiteatro para que un león la destrozas e. La fiera, cuando se acercó, en lugar de comérsela, le lamió sus vestiduras como si fuera una mascota. Por ello, el prefecto mandó degollarla y quemar su cuerpo.
Por ello, fueron canonizadas y nombradas patronas de Sevilla y del gremio de los alfareros y ceramistas. Sin embargo, la devoción de los sevillanos hacia estas santas vino a raíz del terremoto de 1504 , por cuya intercesión se salvaron la Giralda y la Catedral .
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San Fernando
Se llamaba Fernando III, Rey de Castilla . Como ha ocurrido con multitud de personajes históricos, era sevillano de adopción ya que, si bien nació en Peleas de Arriba (Zamora), fue a morir a Sevilla, después de haberla reconquistado.
Durante 24 años de guerra incesante, recorrió el Valle del Guadalquivir obligando a retroceder a los reinos musulmanes. De esta forma, de Jaén bajó hasta Isbiliya , la Híspalis mora, para arrebatar la ciudad a quien era el emir de Niebla, Amen Amanfon.
Un año y tres meses de asedio , con la protección divina de la Virgen de los Reyes , hasta expulsar a los musulmanes. Para ello, aprovechó su río para infligir una herida de muerte al reinado califa. Fernando III de Castilla encargó a Ramón de Bonifaz la construcción de una flota para tomar Sevilla. Trece barcos traídos de Cantabria, acompañados por galeras, subieron la corriente del río por Sanlúcar de Barrameda , hasta llegar a Isbiliya, donde la flota musulmana era superior en número.
Bonifaz envió refuerzos terrestres y consiguió la victoria en el río Guadalquivir , impidiendo así la llegada de barcos procedentes del Norte de África. Empezaba, un 20 de agosto de 1247, el asedio terrestre a Sevilla.
No era una tarea fácil. Refuerzos de Amen Amanfon no cesaban de llegar desde San Juan de Aznalfarache, aprovechando el puente de barcas para atravesar el río. Un puente que llegaba, según las crónicas, desde la Torre del Oro hasta el actual castillo de San Jorge. Fernando III decide romper las fuertes cadenas que aguantaban las barcas , cortando, así, las dos vías de comunicación fundamentales musulmanas: el río y el puente.
Meses después, un 23 de noviembre de 1248, el emir Axataf capitulaba y entregaba las llaves de la ciudad a Fernando III. El Rey Santo ponía fin al dominio árabe.
Fernando III, que propagó la devoción a la Virgen María allá por donde pasara, llevaba consigo siempre una imagen como protectora en sus batallas. Cuenta la leyenda que, en sueños, se le apareció la Virgen y mandó hacer una talla de su visión , que le acompañó en la Reconquista. Era la Virgen de los Reyes.
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San Isidoro
Isidoro de Sevilla fue arzobispo de la ciudad entre los años 599 y 636. Se cuenta que nació en Cartagena, hijo de una familia hispano-romana de un alto nivel social, que se distinguió por su contribución a la conversión de los visigodos al catolicismo.
Junto a su familia, huyó a Sevilla tras la conquista bizantina. Fue el primero de los grandes compiladores medievales . Fue canonizado en 1598, y en 1722 el papa Inocencio XIII lo declaró doctor de la Iglesia .
Sus hermanos Leandro —su predecesor en el cargo en Sevilla—, Fulgencio y Florentina fueron canonizados junto a él y se les conoce como los Cuatro Santos de Cartagena.
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San Leandro
Leandro de Sevilla, hermano de San Isidoro, fue el arzobispo de Sevilla entre los años 578 y 600 , cuando fue sustituido por su hermano en el cargo.
Está considerado como uno de los grandes impulsores del catolicismo en la España visigoda de su tiempo. Influyó activamente en la rebelión del joven Hermenegildo —también santo— contra su padre, el rey Leovigildo.
También lo hizo con el hermano de Hermenegildo, Recaredo, a quien lo instruyó y logró su conversión y posteriormente la de todo el pueblo visigodo en el año 586.
Al igual que su hermano Isidoro, está considerado uno de los Padres de la Iglesia y fundador de la escuela teológica de Sevilla.
Ambos hermanos aparecen en el escudo de la ciudad.
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San Hermenegildo
Nacido en Medina del Campo en el 564, era un príncipe visigodo hijo del rey Leovigildo. Su conversión al catolicismo lo enfrentó con su padre y provocó una contienda militar, que acabaría con su captura y muerte.
Según una leyenda sevillana, San Hermenegildo fue recluido y sufrió martirio en la torre-puerta de la muralla conocida como la Puerta de Córdoba , una de las pocas que actualmente se conservan, con una imagen del santo sedente en su interior. La iglesia situada junto a la puerta toma el nombre de San Hermenegildo, que está considerado como el primer rey de Sevilla .
El día de la fiesta de Pascua fue degollado por mandato de su propio padre en Tarragona, viendo que en su reclusión de Sevilla no abjuraba de su fe.