«The Seville Water Works», el agua del grifo que los ingleses trajeron a Sevilla
El libro «Historia del abastecimiento moderno de aguas a Sevilla», de Pedro José Sánchez Gómez, editado por Emasesa, llena aún más el depósito de la memoria de la ciudad
![Reproducción de una acción de «The Seville Water Works Company, Limited» de fecha 21 de diciembre de 1887](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2016/12/07/s/emasesa-agua-ingleses-kT4B--620x349@abc.jpg)
Pedro José Sánchez Gómez, empleado de Emasesa desde 1974, del mismo modo que su padre lo fue de «The Seville Water Works Company, Limited» (SWW), la compañía del agua de los ingleses, es un escritor con obra sevillana muy interesante que para continuar surtiéndonos del caudaloso venero de la historia de la ciudad ha ejercido de paciente zahorí para encontrar con su varita de acreditado investigador una perdida, o quizás olvidada, alfaguara cuyo impetuoso y rico volumen documental ha canalizado y embalsado en un espléndido libro: «Historia del abastecimiento moderno de aguas a Sevilla. La presencia inglesa en el siglo XIX» , magníficamente editado por Emasesa. Una nueva publicación que llena aún más el depósito de la memoria de la ciudad.
Con paciencia y minuciosidad de amanuense, Sánchez Gómez, incansable investigador y como tal enemigo del reloj, ha recuperado para Sevilla un pasaje apenas divulgado, y por eso escasamente conocido, como es el de la génesis y puesta en marcha de la SWW , una de las compañías británicas establecidas en la ciudad en el siglo XIX. Con sede en Londres y delegación en Sevilla, la SWW fue la que rescató a la ciudad de la época medieval y la colocó en la era moderna en materia de abastecimiento de aguas. Hasta bien entrado el último tercio del siglo XIX, Sevilla se abasteció de agua gracias a los Caños de Carmona , acueducto almohade que traía el agua desde el manantial de Santa Lucía, en Alcalá de Guadaira; la Fuente del Arzobispo y la Fuente de Tomares, en Triana.
En su exhaustivo trabajo, Sánchez Gómez narra todas las peripecias, sin olvidar nombres, que gestaron la obra de abastecimiento moderno de agua a Sevilla. Los trabajos fueron inaugurados en marzo de 1883 por la Reina Madre , Isabel II. Tras su puesta en marcha, ambos servicios, el del suministro antiguo y el nuevo, coexistieron durante decenios. Gracias a la SWW, cuya concesión fue rescatada por el Ayuntamiento el 31 de diciembre de 1956, el agua pudo llegar a los primeros pisos de las casas. Un sensacional adelanto que podríamos compararlo, salvando las distancias, con el que supuso —lo contó Amalia F. Lérida en ABC— para las mujeres del Vacie realojadas en pisos de Torreblanca contemplar que en sus casas el agua salía de un grifo...
En suma, un extraordinario trabajo de Pedro J. Sánchez para saciar la sed de conocimiento sobre Sevilla , una ciudad que de forma sutil en su nomenclátor histórico exalta el valor tan vital que posee el líquido elemento. Paseemos si no con la imaginación, o en persona, por Santa Cruz. El Callejón del Agua siempre desembocará en la calle Vida.