Sevillanos por el mundo y el coronavirus
La Covid-19 ha cambiado a toda la sociedad por completo, y a muchos sevillanos les ha pillado esta situación de emergencia fuera de casa
El coronavirus ha cambiado la vida de las personas por completo. El impacto que ha tenido en España ha sido devastador. En especial, para aquellos que han perdido familiares o el trabajo que mantenía sus vidas y las de sus allegados. Sin embargo, es interesante conocer cómo ha afectado la Covid-19 por otros lugares del mundo. Para ello, se han pasado por ABC algunos sevillanos que han vivido en primera persona, el impacto del coronavirus en Londres, Austria, Australia , entre otros sitios del planeta.
Londres y el coronavirus
El viaje comienza con Javier Sánchez, en Londres , dónde se encuentra viviendo desde hace un año y trabajando en el área del Big Data desde principios de enero. «Tenía ganas de mejorar como persona y creo que marchándome fuera y estando solo, lo iba a conseguir. Me decidí por Londres para mejorar mi idioma y conseguir experiencia como ingeniero».
Uno de los aspectos que más resalta es el comportamiento de la sociedad londinense «se agradece mucho la gente que sabe convivir y en Londres es la gran mayoría. Uno de mi hotel, donde vivo, repartió una mascarilla a cada uno del hostal. Me encanta esa forma de vida, convivir para sobrevivir».
Sin embargo, siempre hay de todo en cualquier sociedad y los jóvenes han sido una parte de la población muy despreciada en esta situación. «Te miraban mal si ibas en grupo de tres o cuatro personas, sin ellos saber que convivíamos todos juntos. También había aquellas personas que te sonreían si le dejabas pasar, siempre existen esas dos caras. Los que están a favor de la comunidad y los que están en contra de la juventud», recalcaba Javier.
Una circunstancia que destaca el ingeniero sevillano es la forma de vivir de los londinenses «las personas en España son más calurosas que aquí y siempre están en grupos, en pandilla y eso es diferente a lo que se vive en Londres, por lo tanto, el distanciamiento social ha sido acogido de una forma más natural».
El aspecto que más ha perjudicado al sevillano ha sido el veto de Reino Unido a España y la cuarentena impuesta para los que vienen desde nuestro país. Esta situación ha frustrado, en numerosas ocasiones, su intención de volver «llevo queriendo ir a España desde la Feria de Abril, me gustaría volver a ver mi familia, sobre todo a mi abuela. Me gustaría volver a disfrutar de mi ciudad, de su gente y de mi tierra», insistía Javier Sánchez.
«En mi empresa somos unas mil personas y todos estamos teletrabajand0»
A más de cuatrocientas millas y un bonito paseo en barco se encuentra la siguiente andaluza. Laura Mougan vive en la ciudad que alberga el mercado más antiguo de Europa, en Cork . «Decidí irme porque cuando hice Erasmus en Francia me di cuenta que necesitaba estar en otros países y conocer otras ciudades. Además, fuera de España siempre hay más oportunidades laborales que en nuestro propio país y en Irlanda las ofertas eran numerosas» .
En Cork, cuenta Laura, el impacto del coronavirus ha sido mucho más liviano que en otras zonas de Europa, ya sea por la extensión del país o la poca densidad de población. Tal es la relajación que Laura cuenta una anécdota que realmente le impactó: «Yo seguía siempre las mismas medidas que se estaban implementando en España. Recuerdo una vez bajar al Lidl, que era subterráneo, y te hablo de abril - mayo, cuando la situación era preocupante en el mundo. Pues bien, solamente tenía yo la mascarilla en el supermercado y la gente me miraba y me sentía como un bicho raro. En Cork, al menos, no había ni conciencia ni pánico social».
Sí es cierto, que en estas situaciones de alarma, el racismo y la exclusión al diferente (en este caso al infectado) se suele dar con mucha frecuencia «por un momento me preocupaba. Me explico, al ser yo española, y mi compañera de piso de Italia , las zonas que más han sufrido el coronavirus... Pero, nada más lejos de la realidad, la convivencia ha sido facilísima». Además, en Irlanda van un paso por delante a España y la conciliación con el trabajo, recalca Laura, ha sido muy natural «en mi empresa somos unas mil personas y todos estamos teletrabajando. Yo me vine a final de junio a España y aquí sigo sin ningún tipo de problemas, y desde la dirección no tienen ahora mismo ninguna intención de volver a trabajar físicamente».
«En Holanda se ha vivido muy diferente a España»
De Londres a la capital administrativa de los Países Bajos, La Haya, para conocer cómo ha vivido esta situación Alejandro Gómez. «Estoy trabajando como monitor de pádel en Hello Padel Academy, y me marché de España porque sentí la necesidad de volver a experimentar la sensación de estar fuera de tu lugar de origen. Esta experiencia me motivaba mucho».
Las cosas en Holanda han sido muy diferentes a las que se han experimentado en nuestro país, «el coronavirus empieza en el sur, en Breda, a raíz de los famosos carnavales que se realizan allí. Después, la gestión del Gobierno fue no imponer un confinamiento como tal, y sí pedir a los ciudadanos que fueran responsables , que evitaran reuniones y se quedaran en casa».
La pandemia cogió a todos por sorpresa, y la sociedad no estaba preparada para actuar en consecuencia «a principios fue un poco caos, no se sabía que iba a pasar, y a mí me comunican un domingo que a partir del lunes ya no iba a trabajar. Así que al ser autónomo, y sin facturar, me vi viviendo con cero euros y teniendo que pagar un piso, un coche, un seguro médico».
Sin embargo, la situación en los Países Bajos se fue normalizando mientras que en España iba en aumento. Además, fue tendencia las disputas entre ambos países por la reconstrucción económica y la salida de la crisis del coronavirus, «desde aquí se ha visto que la gestión y la situación ha sido muy loca en España, esa es la palabra, loca. No se podían creer que se hubieran llevado dos meses encerrados en casa sin poder salir. Además, con las rencillas que han tenido Holanda y España..., aquí no está muy bien considerada».
«En esta situación, las emociones son más intensas»
A dos horas y media en coche de La Haya se encuentra la residencia del siguiente sevillano, Manuel Buiza . «Hace casi 3 años que vivo en Bélgica y más de 2 años que trabajo en Buendía Tours , una empresa belga dedicada a las actividades turísticas y culturales en Europa».
Lo que más destaca Manuel de la situación de emergencia que ha tenido que vivir, han sido los lazos emocionales y sentimentales que ha creado «el vivir lejos de casa hace que las relaciones con los amigos sean mucho más reales e intensas. Aquí tus amigos son tu familia.Ha sido bonito durante la pandemia ver como todos cuidábamos de todos, como nos interesábamos por las familias del resto , e incluso cometíamos algunas ilegalidades para poder vernos y compartir una cerveza juntos, aunque esto último negaré haberlo dicho», bromeaba finalmente Manuel.
Sin embargo, una de las cuestiones más interesante es saber cómo se ha vivido, en una de las ciudades más importantes de Europa, esta situación: «Pese a ser la capital de la Unión Europea, su volumen de población no es tan numeroso como el de otras capitales europeas (Madrid, Berlin, Roma…). Esto, junto al hecho de que los servicios sanitarios nunca han estado colapsados (su pico más alto de ocupación no superó el 60% de camas de terapia intensiva), ha hecho que la población se tomase la situación con cierta tranquilidad y no se llegase a los límites de otras ciudades y paises».
«La respuesta de Austria al coronavirus fue muy acertada»
La última visita europea es a Austria, para ver cómo ha sido la situación de emergencia en su capital, Viena. Allí ha pasado todo el confinamiento Victor Sánchez, licenciado en Bioquímica en la Universidad de Sevilla: «Firmé un contrato a principios de años porque estaba a esperas de resoluciones de becas para continuar mi carrera científica en España y mientras tanto buscaba obtener formación extra y experiencia profesional».
Los efectos de la pandemia se vieron mucho antes que en España, ya que Austria linda con el norte de Italia. «En ese momento se cerraron las fronteras terrestres con el país , y en cuestión de dos semanas se decretó el Estadio de Alarma a mediados de marzo. La evolución de la pandemia ha sido mucho menos alarmante, los casos no se han superado en ningún momento los 20 mil. Esto es en gran parte gracias a la gran respuesta de la Federación austríaca».
Víctor recalca uno de los aspectos que también ocurrieron en España, «los ciudadanos se alarmaron y fueron locos al supermercado a abastecerse con toda la comida que pudiesen, debido al desconocimiento y al miedo de no saber cuándo iba a acabar todo esto. Supermercados vacíos en cuestión de una hora de su apertura».
«España era el camino a evitar»
Del viejo continente al lugar de origen de Mel Gibson o Hugh Jackman, Australia. Ahí vive y trabaja Elena Gallego «desde que era pequeña siempre tuve claro que me quería mudar a Australia y pasar mi vida aquí. Terminé mis estudios el año pasado y decidí que era el mejor momento».
¿Cómo se vivió este escenario en otro continente? «Recuerdo un día en una zona de Sidney, Bodnay, que está repleta de gente española, latina…, a mí no me afectó tanto, pero a muchísima gente le entró una histeria global por el cierre de bares, restaurantes y hoteles. La gente se iba a quedar sin trabajo y sin recursos económicos para sobrevivir, hubo un `boom´ de un día para otro, donde la gente se marchó a sus países de origen, fue un choque bastante importante», destacaba Elena.
«Se vivió como una locura la situación en España»
La situación que se ha vivido en España ha sido ejemplo para Australia. Lamentablemente, como modelo para evitar y corregir errores «aquí se vivió como una locura la situación en España, muchísimos infectados, muchas muertes a diarios, aumentos de los casos diarios.
La gente veía a España y a Italia como las zonas más afectadas y sin saber cómo han podido llegar a esa situación. España ha sido el ejemplo para no caer en las mismas consecuencias». Sin embargo, una de las cosas que más le impresionó a Elena fue unas medidas de higiene de su madre «cuando volvía a casa tenía que desinfectar todo con lejía, tanto las bolsas como toda la compra. Yo lo veía muy exagerado, pero para bien, eso aquí ni de lejos», comentaba Elena riéndose.
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