El sevillano Pablo Tovar, aspirante a estrella mundial del deporte adaptado
Este año ha sido subcampeón nacional de surf y medalla de bronce de esquí alpino. Su sueño ahora es dar un paso más y participar en el campeonato de EE.UU.
El sevillano Pablo Tovar arrancó su moto el 28 de junio de 2008 sin imaginar que la fatalidad lo esperaba en una carretera de la sierra de Huelva . Tras salirse en una de sus curvas e impactar frontalmente contra un coche, sufrió una lesión medular irreversible que, como él mismo reconoce, cambió su forma de 'caminar' por la vida. « Tenía 21 años cuando me dijeron que jamás volvería a andar », cuenta a ABC de Sevilla.
Lo que sintió en aquel momento apenas puede explicarlo con palabras. «Me embargó la tristeza, el pesimismo; pensé que nunca levantaría cabeza », añade. Pero lo hizo. Tres meses después de que la realidad lo golpeara con fuerza, sintió la necesidad de resurgir. Durante su rehabilitación en San Juan de Dios tomó conciencia de que el futuro se encontraba -literalmente- en sus manos. Afortunadamente, la mitad superior de su cuerpo no sufrió lesiones de ningún tipo, de modo que, con la ayuda de los suyos y una fortaleza interior inabarcable, encontró su refugio en el deporte . «O vives o vives, no te queda otra», destaca el sevillano.
El principal problema del deporte adaptado es su precio. Una silla de esquí puede superar los 3.000 euros
Su perseverancia, demostrada en sus tres horas de entrenamiento durante cinco días a la semana , le ha permitido colgarse varia medallas. En 2014 fue campeón de España en esquí naútico ; en 2015 ganó el oro de esquí alpino en la modalidad de slalom, así como en el súper combinado de España, y fue medalla de plata en gigante. No contento con ello, este 2016 ha obtenido el bronce de esquí alpino y ha sido subcampeón nacional de surf adaptado . Ahora lucha por competir en el campeonato de Europa de esquí naútico.
Precios desorbitados
El deporte le gusta de invierno, de verano, por tierra, mar y aire. Ha practicado submarinismo , se ha lanzado en parapente , y hasta ha completado el «Mud Day Sevilla» , una prueba extrema en la que hay que superar 13 kilómetros de obstáculos de todo tipo: piedras, barro, agua, hielo y hasta electricidad. «Nada de esto lo he conseguido solo. Mis amigos de la infancia y la Facultad me acompañan en todas y cada una de mis aventuras», recalca Tovar.
En ellas se deja la piel, y también una importante cantidad de dinero. «Aunque se está avanzando bastante en el mundo del deporte adaptado, para nosotros sigue siendo bastante caro. Una silla de esquí , por ejemplo, cuesta 3.000 euros y la de pádel unos 2.000 », lamenta. Por suerte, le Fundación Sifu le ha concedido una beca para cubrir una parte de los gastos de la temporada de esquí.
Próximos retos: EE.UU y la psicología deportiva
Además del deporte, a Pablo Tovar le apasiona tocar la guitarra y participar en charlas motivacionales . «He acudido al San Juan de Dios para animar a personas que, como yo, han sufrido daños medulares, así como a cursos para recuperar los puntos del carnet con el objetivo de concienciar a los conductores sobre las consecuencias de cometer imprudencias al volante», indica.
Cuando tuvo el accidente, estaba estudiando Administración y Dirección de Empresas . Sin embargo, tras finalizar sus estudios, se dio cuenta de que el mundo de las finanzas le resultaba «demasiado frío». «Prefiero dedicarme a algo que me permita sentirme cerca de la gente», destaca Tovar, que ahora está a punto de concluir un Grado en Psicología .
Entre los retos pendientes de este joven sevillano, aspirante a estrella mundial del deporte adaptado, está convertirse en un gran psicólogo deportivo y probar suerte en el campeonato de surf adaptado en Estados Unidos .
