Sevilla

Una vecina del Cerro busca desde hace un año a su marido, desaparecido en Alemania

La última vez que Anastasia habló con su pareja y padre de su hijo de ocho años fue el día de los enamorados

Se busca a un hombre de 38 años desaparecido en Sevilla el pasado 11 de julio

Stanislav junto a su mujer en uma imagen facilitada por la familia ABC

Silvia Tubio

El 14 de febrero del año pasado fue la última vez que Anastasia Vuymina, de origen ruso pero afincada hace 17 años en Sevilla, habló con su marido por teléfono. Stanislav Nikoporovic, de 40 años, había viajado unas semanas antes a Alemania para cerrar un negocio de compra-venta de vehículos. Nada hacía presagiar que después de aquella tarde, en la que se intercambiaron buenos deseos por el día de los enamorados, esta vecina del Cerro del Águila no volvería a saber nada del padre de su hijo de ocho años.

La denuncia de desaparición se interpuso en abril del año pasado. La Policía Nacional ha hecho gestiones y ha solicitado la colaboración de sus colegas alemanes, pero no se ha encontrado ninguna pista fiable sobre el paradero de este vecino de Sevilla, donde residía hacía más de dos décadas. Stanislav se encontraba en la ciudad de Saarbrucken y se hospedaba en la casa de un amigo. Anastasia ha intentado infructuosamente contactar con él para que arroje algún dato, según ha explicado a este periódico.

Tras meses sin obtener ninguna información relevante, la Policía Nacional ha remitido el caso al Centro Nacional de Desaparecidos, dependiente del Ministerio del Interior, que a su vez ha facilitado a la organización SOS desaparecidos la ficha con los datos de Stanislav y una fotografía reciente. La organización ha puesto en marcha sus canales de difusión de alertas para tratar de encontrar alguna pista que alivie la desesperación de la familia.

La alerta que ha difundido la organización SOS desaparecidos ABC

«La última vez que hablamos estaba muy normal, como siempre. Estuvo charlando con nuestro hijo y me preguntó por cosas de mi embarazo. Quedamos que me llamaría al día siguiente como había hecho desde que se marchó a Alemania . Pero nunca más supimos de él». Anastasia perdería el 16 de abril el bebé que esperaba, cuando estaba en la semana 24 de gestación. La estrecha relación que tenía su marido con su hijo y el hecho de que estuviera esperando una hija, hace dudar a los investigadores que su marcha fuera voluntaria.

La Policía le ha tomado una muestra de ADN al pequeño para cotejarla con los perfiles genéticos de fallecidos sin identificar que constan en las bases de datos policiales. Por ahora no hay ningún resultado positivo.

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