Sevilla

Un tiroteo en Los Pajaritos rompe la paz que llevó el Gran Poder al barrio

Los agentes recogieron más de una veintena de cartuchos y casquillos de 9mm en la calle Mirlo donde no se detuvo a nadie

Un cordón policial en la calle Mirlo durante uno de los crímenes ocurridos en esta misma calle ABC

Silvia Tubio

A la una de la pasada madrugada se registraba un tiroteo en la calle Mirlo , la Policía Nacional acudió a esta zona de Los Pajaritos y se encontró solo con el escenario de lo que acababa de ser un enfrentamiento armado . Los agentes de la Policía Científica recogieron más de 20 casquillos y cartuchos; lo que les indica que se usaron al menos dos tipos de armas : escopetas de caza y pistolas de munición 9mm. No hay testigos ni nadie que quiera denunciar lo que ocurrió en esa calle tristemente conocida porque en ella se han registrado varios crímenes en las últimas décadas.

Fuentes policiales señalan que el tiroteo se produjo en una zona infectada por los puntos de venta de droga instalados en pisos que antaño ocupaban familias trabajadoras. Están convencidas de que todo se debió a un ajuste de cuentas . Pero salvo que haya víctimas de por medio será muy difícil que alguien denuncie los hechos. En las últimas semanas se han registrado episodios similares ; lo que podría indicar que algún clan o grupo de traficantes le ha declarado la guerra a alguien.

Este tiroteo rompe la paz que había llegado con el Gran Poder al barrio. La Policía Nacional había preparado un importante dispositivo de seguridad con más de cien agentes uniformados y de paisano. Según fuentes del operativo, la jornada del sábado transcurrió sin incidentes , destacando el comportamiento ejemplar de los vecinos y del resto de público que se acercó a Tres Barrios. Lo mismo ocurrió durante el día de ayer. Cientos de personas visitaron la parroquia de la Blanca Paloma para ver de cerca la talla de Juan de Mesa en un ambiente de fervor y un tanto festivo por el momento excepcional que se estaba viviendo.

Sin embargo, con la caída de la noche, las calles vacías y el dispositivo policial desactivado en la zona, un tiroteo volvió a sacudir una parte del barrio que lastra el futuro del resto del vecindario. En esa misma calle, en 2001, un argelino moría tiroteado en la calle en un ajuste de cuentas; en 2005, un atracador mataba de un disparo en la cabeza a su novia cuando ésta sostenía a su bebé en brazos; en 2006, un conocido delincuente del barrio era tiroteado en su casa de la calle Mirlo; en 2010 una pelea acabó con un rumano cosido a puñaladas y en 2014, se localizó dentro de una vivienda de la misma calle el cuerpo de un traficante local con un cuchillo clavado en la espalda. Este mes de junio, un hombre era tiroteado en un quiosco de la calle por su suegro.

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