«Veterinarios y farmacéuticos son quines supervisan los menús escolares»
En Sevilla también hay desnutrición
Uno de cada tres enfermos ingresa desnutrido en el hospital
El decano del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía, Luis J. Morán Fagúndez, ha hecho un llamamiento para que, a la mayor brevedad posible, se incluya esa categoría profesional en el sistema sanitario público pues uno de cada tres enfermos que ingresa en los hospitales sevillanos está desnutrido.
Según señala, no se le puede dar el alta, por ejemplo, a un enfermo y decirle que haga una dieta con poca sal y equilibrada porque esa persona no sabrá qué y cómo comer para estar sano y para afrontar la enfermedad que padece.
Ante esta situación, Morán Fagúndez, pone de manifiesto la necesidad de incluir esa categoría profesional en el sistema sanitario público, ya que España es el único país de la Unión Europea que carece de dietistas-nutricionistas en el Sistema Nacional de Salud en todas sus comunidades autónomas.
«Urge incluirlos en los hospitales públicos y centros de especialidades de Andalucía para la atención asistencial y en centros educativos para la promoción de la salud y supervisión de los menús escolares. Esto contribuiría no sólo a la mejora de la salud y de la calidad de vida de la población, sino que serviría para optimizar las inversiones en sanidad, mejorando tanto la relación coste-efectividad, como un aumento de la eficiencia y calidad», destaca el decano.
Agrega que la desnutrición relacionada con la enfermedad es una de las patologías más desconocidas, pero, también, una de las de mayor impacto, «porque en el paciente hospitalizado afecta, con más frecuencia, a las personas mayores de 70 años».
En este sentido hay que destacar que, según un estudio de la revista Nutrición Hospitalaria, la desnutrición en las residencias de mayores supera el 60%.
«Cuando el estado nutricional es deficiente —sigue— se compromete el retraso en la recuperación, se prolonga la estancia hospitalaria , se incrementa la tasa de reingresos prematuros, se facilita una mayor susceptibilidad a la infección y se altera sensiblemente la independencia del individuo y su calidad de vida, contribuyendo a aumentar la morbimortalidad (muerte causada por enfermedades) y elevando los costes sanitarios».
Refiere el estudio PREDyCES sobre prevalencia de la desnutrición hospitalaria y costes asociados en España según el cual el 23% de los pacientes ingresados en un hospital español está en riesgo de desnutrición y además, los pacientes mayores de 70 años presentan significativamente más riesgo nutricional (37%) que el resto (12,3%).
También se concluye en ese estudio que tanto al ingreso como al alta, la mayor prevalencia de desnutrición se concentra en el grupo etario de mayores de 85 años, con un 47% de desnutrición al ingreso y un 50% al alta.
Otro dato es que un 9,6% de los pacientes no desnutridos desarrollaron desnutrición durante su hospitalización. «En Estados Unidos , los pacientes tratados desde una unidad de nutrición clínica y dietética que incluye la presencia de un dietista-nutricionista presentaron reducciones del 23% de la tasa de mortalidad, el 11,6% en las estancias hospitalarias, el 43% de la tasa de readmisión de pacientes, y el 50% de las complicaciones hospitalarias», ilustra Morán Fagúndez que no pasa por alto otro estudio que se hizo en Holanda.
« El tratamiento de pacientes con obesidad y enfermedades relacionadas con ésta en un periodo de 5 años —comenta— crea un beneficio de 0.4 a 1.9 billones de euros. Y por cada euro invertido en consejo dietético en estos pacientes, la sociedad obtiene entre 14 y 63 euros netos a cambio: 56 en términos de mejora de la salud, 3 de ahorro en costes totales de cuidado sanitario y 4 en términos de productividad».
Por otro lado, en el caso de los comedores de centros públicos educativos en Andalucía, Luis J. Morán Fagúndez expone que la supervisión de los menús corre a cargo del Cuerpo Superior Facultativo de Instituciones Sanitarias, compuesto por veterinarios y farmacéuticos.
Dice que «desde la Administración pública se encomendó a este cuerpo de inspección, especializado en higiene alimentaria, evaluar la calidad nutricional de los menús escolares en lugar de a dietistas-nutricionistas».
«Por tanto, son veterinarios y farmacéuticos los únicos que tienen actualmente acceso a la supervisión de los menús escolares que se sirven a casi 200.000 escolares en Andalucía en más de 1.900 colegios públicos» , asevera.
Por otro lado, también hace una llamada de atención al abandono por parte de la Administración Pública del control de los menús que se sirven en guarderías y en centros de mayores y de personas con discapacidad por «la falta que hay en el SAS» de los profesionales a los que representa.
El Colegio compareció ante la comisión de salud del parlamento de Andalucía como agente social en el Proyecto de Ley para la promoción de una vida saludable y una alimentación equilibrada en Andalucía el pasado mes de mayo. En esa intervención «pusimos de manifiesto la necesidad de crear la categoría profesional de dietista-nutricionista para integrar esta profesión en el SAS y dar soporte a los pacientes y a la comunidad educativa».
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