En Sevilla ya sólo «se visita», no «se inaugura»

El adelanto de las elecciones generales por parte del presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez , ha truncado buena parte de los planes del alcalde sevillano de su mismo partido, Juan Espadas , para inaugurar alguno de los proyectos y obras que estaba culminando haciéndolos coincidir con las semanas más cercanas a los comicios municipales. Propaganda política de precampaña, todo un clásico. La respuesta local para amortiguar el golpe causado por el movimiento del responsable del Ejecutivo central, no obstante, está siendo ya la esperada: disfrazar las inauguraciones al uso con otras nomenclaturas y acciones públicas para, en resumidas cuentas, buscar el mismo efecto expansivo. El grado de tosquedad en este apartado, eso sí, puede ser definitorio y hasta llamativo.

Ayer mismo, por ejemplo, se vistió como «visita a los comerciantes y recorrido por la calle» por parte del «candidato a la Alcaldía por el PSOE» lo que no era más que la inauguración de tapadillo de la avenida de El Greco después de su reurbanización, que ha tardado varios meses más de lo estipulado, y de su reapertura al tráfico precisamente el día anterior, el mismo domingo. Unas horas después, Espadas organizó una «visita de partido» a la que también se apuntó la agrupación socialista de Nervión con su jefe, el hasta hace unos días delegado del Gobierno en Andalucía Alfonso Rodríguez Gómez de Celis , ahora también en plena campaña al ir como número dos de la lista de su partido por la provincia de Sevilla de cara a las generales.

Con los dos al frente del grupo, y bajo una intensa lluvia que estropeó en parte el plan, la excursión socialista a la nueva avenida de El Greco recorrió la calle desde Kansas City hacia arriba, buscando la Cruzcampo, para hacerse las fotos de rigor y destacar el modelo de regeneración urbanística que ha supuesto este proyecto en esta arteria principal del polígono de San Pablo. En este sentido, el alcalde y candidato a la reelección destacó el valor de la calle «como un nuevo bulevar con más árboles, zonas de sombra, espacios peatonales y suelos ecoeficientes», lo que constituye un «proyecto emblemático» del «modelo de sostenibilidad» que su partido quiere promover, lo que le llevó a manifestar que se trata de un «tipo de intervención replicable» en otros espacios de la ciudad como la avenida de la Paz o la Ronda del Tamarguillo. Tanto es así que su programa electoral, según dijo, recogerá la ejecución de estas intervenciones de carácter integral en distintas vías que representen «un eje fundamental para varios barrios», como son la avenida de la Cruz Roja (distrito Macarena), la avenida de la Paz (Sur), la Ronda del Tamarguillo (Cerro-Amate), la avenida de la Mujer Trabajadora (en el distrito Norte) y la avenida de Lemos (en Sevilla Este) . «Es un modelo sostenible que funciona perfectamente, como se ve», indicó.

El socialista reclamó incluso la confianza de los ciudadanos de cara a un segundo mandato para «promover proyectos y actuaciones mucho más ambiciosas en movilidad, peatonalizaciones o espacios verdes», siempre dentro del «modelo de sostenibilidad». En cuanto al aparcamiento de un centenar de plazas habilitado provisionalmente en una explanada del entorno de la vieja cervecera, Espadas expuso que el Ayuntamiento estudiará junto con dicha empresa si «transitoriamente» resulta posible seguir usando estos terrenos como estacionamiento, hasta que los mismos acojan «otros usos». Porque la falta de aparcamientos serán un problema acuciante ahora que se han eliminado lo que había.

No es el único de los inconvenientes con los que se han encontrado los vecinos de la zona, por otro lado. Pese a la lógica satisfacción general por la reapertura de la calle y la ampliación de los espacios públicos, desde el domingo han sido numerosas las quejas por varias cuestiones. La principal, el color rojo del nuevo asfalto «poroso» , que está desorientando a muchas personas mayores al atravesar la calle, con el consiguiente peligro. Al tratarse de plataforma única, algunas personas de más edad confunden la zona de paso de los vehículos con una especie de acera diferenciada o hasta con un carril bici dada su escasa anchura. También se han producido quejas por la mala terminación de los bordillos y los alcorques, así como por la precariedad de la zona de juegos infantiles, reducidas a un pequeño columpio.