Defensa
Sevilla será la gran plaza militar de España al asumir el mando de la logística operativa del Ejército de Tierra
Defensa reduce los mandos de primer nivel a tres y aumenta las competencias de la Fuerza Terrestre de cara al nuevo diseño del Ejército

La vinculación de Sevilla y las Fuerzas Armadas es una relación de varios siglos, que en los próximos meses va a sumar un nuevo episodio con la nueva reorganización orgánica que afronta el Ejército de Tierra para adaptarse al nuevo modelo militar que quiere imponer en sus unidades, la Fuerza 2035 . Sevilla va a ver reforzada su papel como la gran plaza militar del Ejército de Tierra, ya que el cuartel general de la Fuerza Terrestre, con base en el edificio de la antigua Capitanía, aumentará sus competencias, al asumir también el mando de la logística operativa.
La reorganización orgánica contempla la reducción de cuatro a tres los mandos de primera, subordinados directamente al Jefe del Estado Mayor del Ejército (Jeme). Hasta ahora este escalón superior lo componen la Fuerza Logística Operativa (FLO) , cuyo cuartel general está en La Coruña; el mando de Canarias; el cuartel terrestre de alta disponibilidad con base en Valencia y la Fuerza Terrestre. Con la transformación que está en marcha, la FLO pasará a dirigirse desde Sevilla, que así ejercerá la dirección tanto de las unidades de combate como de los servicios auxiliares como mantenimiento, transporte o abastecimiento. «Se busca una mejor optimización de los recursos y al concentrar en Sevilla todos los detalles de la preparación de las operaciones, se pretende ganar en flexibilidad», señalan fuentes del Ejército de Tierra consultadas por ABC.
Esta reorganización para adaptar el Ejército de Tierra a los nuevos tiempos también va a tener repercusión en otro de los acuartelamientos de la capital hispalense. La Agrupación de Apoyo Logístico nº 21 de Torreblanca es una de las tres que en principio se mantiene en la nueva reestructuración, junto a la agrupación de Transporte y de Sanidad. Actualmente hay cinco agrupaciones de apoyo logístico desplegadas por el territorio nacional. Con el nuevo modelo, el futuro de dos de ellas está en el aire. Las mismas fuentes consultadas señalan que podrían pasar a ser unidades de menor tamaño, subordinadas a las tres que se mantendrían en el futuro organigrama.
La sevillana AALOG 21 ha celebrado esta semana sus 33 años de vida con un acto presidido por el general jefe de la Brigada Logística, Óscar Lamsfus . Desde el acuartelamiento de Torreblanca se dirigen unidades con base en otras provincias andaluzas como Granada, Córdoba y Almería. Esas tres décadas de funcionamiento de la Agrupación de Apoyo Logístico en Sevilla le han valido la medalla de la ciudad; una distinción concedida el año pasado.
Tres décadas de la AALOG 21
La unidad ha participado en misiones de Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Irak, Kosovo, Letonia, Líbano, Mali, Pakistán, Somalia, Turquía y la Antártida. En la actualidad, hay 55 efectivos de la unidad desplegados en dos escenarios diferentes, en Líbano y Mali, con una próxima participación en Letonia y, de nuevo, en Mali, según informan desde el Cuartel General de la Brigada Logística.
El cometido de la AALOG 21 es dar apoyo logístico a otras unidades del Ejército de Tierra , tanto en misiones internacionales, como dentro de España y con la nueva reestructuración pasará a depender del cuartel general de la Fuerza Terrestre en Sevilla.
La Fuerza Logística Operativa tiene en estos momentos su cuartel general en La Coruña
En este momento, este proyecto de reorganización está en fase de aprobación de reglamentos después de superar el proceso teórico de concepción de lo que es la Fuerza 2035. El pasado mes, en la revista Ejército del Ministerio de Defensa, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Francisco Javier Varela , quien ya fue jefe de la Fuerza Terrestre en Sevilla, publicó un documento en el que trazaba lo que van a ser las líneas maestras de esta reestructuración orgánica. «El proyecto Fuerza 35 responde, fundamentalmente, a la necesidad de definir cómo deberían ser las unidades del Ejército de Tierra en el horizonte temporal del año 2035, para poder actuar en un ambiente operacional en permanente evolución y ante una situación de revolución tecnológica que ya se ha iniciado. Por tanto, deberemos disponer de unidades con capacidad para responder a nuestros compromisos nacionales e internacionales con la tecnología adecuada. En este proyecto el factor humano seguirá siendo el centro de gravedad de nuestra eficacia y, por ello, seguiremos dando la máxima importancia a la formación de los líderes del futuro».

Fuentes del Ejército de Tierra explican a ABC que la reubicación del mando logístico en Sevilla no va a conllevar movimientos significativos de tropas y otros recursos. Si bien, es más que probable que se produzcan traslados de efectivos desde Galicia a Sevilla.
El general Varela ha confirmado que esta transformación se va a realizar en tres fases
La reorganización se llevará a cabo en tres fases. En estos momentos se trabaja en la primera, que supondrá la agrupación por cometidos. Es aquí donde Defensa ha situado a Sevilla como epicentro en la preparación integral de las operaciones. En el nuevo escenario, esas misiones se convierten en el eje vertebrador de la organización de los recursos militares , sometidos en los últimos años a una fuerte reducción del presupuesto. «Considero que es necesario afrontar un cambio en la estructura actual del Ejército de Tierra, pasando a adoptar una organización orientada a la misión. El objeto de esta nueva organización será garantizar, con los recursos disponibles, la generación de forma rápida y sencilla de las capacidades que determina la directiva de planeamiento militar del jefe del Estado Mayor de la Defensa», señala el general Varela.
Cuando el nuevo jefe de la Fuerza Terrestre (Futer), el teniente general José Rodríguez García , tomó posesión de su cargo el pasado mes de noviembre, apuntó entre sus cometidos más inminentes «los próximos cambios orgánicos como consecuencia del futuro diseño de la Fuerza 2035». Su antecesor, el general Gómez de Salazar, había sido elegido como director del proceso de experimentación previo, y la brigada Alfonso XIII, II de La Legión, sirvió de banco de pruebas para testar los cambios que ahora se van a implementar.
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