Coronavirus en Sevilla
Sevilla, ¿quién te ha visto y quién te ve?
Un paseo por los rincones más visitados de la ciudad antes y después del coronavirus
El Covid-19, ese dichoso coronavirus que nos ha obligado a confinarnos en nuestros hogares y a desprendernos de lo superfluo para centrarnos en la lucha por la salud y la vida, ha convertido Sevilla en un desierto. Lo que antes eran plazas y calles llenas de animación y bullicio, son hoy cuadros detenidos, vacíos, aunque no abandonados. ABC se ha dado un paseo por la ciudad para enseñarte lo que fue, lo que es hoy, y lo que volverá a ser cuando el virus sea historia.
Avenida de la Constitución
Principal avenida y eje vertebral del centro histórico de Sevilla, a la que se asoman los grandes monumentos de la ciudad , como la Catedral, el Archivo de Indias o el Ayuntamiento, es hoy una vía apenas transitada por aquellos que se dirigen a sus lugares de trabajo, patrulleros de la Policía o repartidores. Núcleo comercial, hostelero y turístico , la Avenida, sin necesidad de apellidos, espera tiempos mejores para volver a recobrar su vida de antaño.
Plaza del Triunfo
Alberga este rincón de la ciudad un monumento, situado junto al costado del Archivo de Indias , que conmemora el Triunfo de la ciudad ante los destrozos provocados por el gran terremoto de Lisboa, el 1 de noviembre de 1757. La plaza, en la que también se encuentra el monumento a la Inmaculada Concepción , obra de Coullaut Valera, es el punto neurálgico del turismo sevillano. En los últimos meses, las colas para entrar en el Real Alcázar o la Catedral eran la foto habitual. Hoy la ciudad se dirige, gracias al ejemplo de sus habitantes confinados en sus casas, a «triunfar» frente a otra catástrofe, esta vez sanitaria.
Calle Mateos Gago
Turistas y más turistas abarrotaban, hace un mes, las tiendas y los establecimientos hosteleros de esta calle, que tiene a la Giralda como modelo única y guía para los visitantes de la ciudad . Hoy, con los bares cerrados y los veladores recogidos, la calle que recibe su nombre del que fuera catedrático de Teología de la Universidad de Sevilla en el siglo XIX se revela fantasmal y desolada. El barrio de Santa Cruz , uno de los principales atractivos de la ciudad por la belleza de su plazas y callejuelas, se convierte en escenario del silencio debido a la pandemia.
Calle Sierpes
De la plaza de San Francisco a la Campana, la calle Sierpes es conocida en toda España. Vía comercial, peatonal, social y cofrade , zona de paseo, que no de paso, y concurrida por sevillanos y turistas, se muestra irreconocible en sus 385 metros de longitud . Con las tiendas y los bares cerrados, son pocos ya los vecinos que residen en una de las rúas principales de una ciudad en confinamiento por la pandemia.
Plaza de San Francisco
Al otro lado de la fachada principal del Ayuntamiento, la plaza de San Francisco espera silenciosa a que los establecimientos hosteleros vuelvan a abrir sus puertas y la sede de la Fundación Cajasol , que tiene su sede en el edificio de la antigua Audiencia , retome su actividad social y cultural tras el confinamiento. Sin palcos y sin cofradías en una Semana Santa que pasará a los anales de la historia sevillana, ya queda menos para volver a pasear por ella camino de Sierpes o de la Avenida de la Constitución.
Basílica y Arco de la Macarena
Tras un Jueves y un Viernes Santo en los que los sevillanos estuvieron más cerca que nunca de la Virgen, la basílica de la Macarena y el famoso arco, último reducto de las antiguas puertas de la ciudad, siguen repartiendo Esperanza. Punto de partida del cardo maximo de la Sevilla romana , la calle San Luis incorpora al casco histórico a la Macarena extramuros. El bar Plata espera a poder abrir sus puertas de nuevo, así como el Parlamento de Andalucía , que estudia ya cómo recuperar su actividad política.
Plaza del Museo
Plaza de artistas y de arte, punto de encuentro para pintores, escultores y otros creativos que cada domingo se daban cita para conformar un bullicioso mercadillo donde dar salida a sus obras. La monumental fachada del antiguo convento de la Merced , hoy Museo de Bellas Artes y tercera pinacoteca del país, se alza imponente sobre esta romántica plaza, hoy ocupada por cotorras y palomas en lugar de por los residentes, visitantes o sevillanos que aprovechaban las sombras de los ficus para descansar un rato del bullicio del centro.
Alameda de Hércules
¿Quién no ha aprovechado un día de sol para tomarse una cerveza sentado en alguno de los múltiples veladores que cubren la piel de la Alameda de Hércules? Sus numerosos bares y cafés, así como las zonas habilitadas para los juegos infantiles, han convertido esta antigua laguna, desecada y convertida en paseo en el siglo XVI , en punto de encuentro para las familias sevillanas. En pleno centro histórico, su ambiente alternativo ha conquistado a muchos gracias a los conciertos y festivales que encuentran en la Alameda un escenario inigualable … aunque no tanto para algunos de los vecinos que allí residen. Hoy son estos últimos los pocos que transitan por este paseo, a la espera de que el coronavirus deje de llevarse vidas por delante.
Altozano y Puente de Triana
Punto neurálgico del barrio, la plaza del Altozano marca la entrada a Triana desde Sevilla . El puente de Isabel II aparece hoy más vacío que nunca, tanto que hasta se puede escuchar el rumor del río bajo los característicos ojos de este enlace con el resto de la ciudad. A pesar de todo, el mercado continúa recibiendo clientes a buen ritmo y la calle San Jacinto se convierte cada tarde, a la hora de los aplausos desde los balcones, en un clamor por aquellos que luchan contra la enfermedad en beneficio de todos.
Calle Betis
Sin salir de Triana, la mítica calle que acompaña al río desde el Altozano hasta la plaza de Cuba era una sucesión continua de veladores, turistas y comercios relacionados con este sector económico . El confinamiento ha provocado que la vía aparezca casi desierta, esperando a que los sevillanos puedan volver a disfrutar de las increíbles vistas de la plaza de toros de la Maestranza, sin toros en este mes de abril.
Calle Luis Montoto
Por la antigua calle Orient e, siempre llena de coches, motos y atobuses, circulan hoy poco más que algunos patrulleros de policía. Impresiona ver los carriles vacíos y los pasos de cebra sin apenas transeúntes. La clínica Santa Isabel es de los pocos edificios donde se aprecia algo más de actividad. El virus no perdona, pero la lucha sigue.
Calle Eduardo Dato
Al igual que Luis Montoto, la calzada también aparece desierta por el confinamiento . La Giralda al fondo y el puente bajo el que la estación de bomberos permanece siempre alerta imprimen vida a una de las principales vías de la ciudad. Las calles adyacentes, llenas de bares y restaurantes, esperan ansiosas que comience la desescalada.
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