Sevilla

A prisión el detenido por el crimen de Pino Montano

Francisco Manuel P. B. pasó a disposición judicial tras confesar a la Policía que había estrangulado a su tía política

Dos agentes custodian el acceso a la vivienda de la fallecida donde ocurrieron los hechos Rocío Ruz

Silvia Tubio

El detenido por matar a una vecina de Pino Montano ha pasado este sábado a disposición judicial . El juez ha acordado su ingreso en prisión provisional sin posibilidad de fianza por un delito de homicidio. Francisco Manuel P. B., de 43 años, ya había confesado a la Policía Nacional tras su detención que había estrangulado a su tía política , una mujer de 67 años que todos conocían en el barrio con el apodo que le había puesto su familia: Kuki.

El crimen ocurrió la madrugada del jueves. Sobre las cinco y cuarto de la mañana, la hija del detenido llamaba a la Policía. Acababa de recibir un mensaje al móvil de su padre con una foto del cadáver de Kuki. Los agentes acudieron de inmediato a la vivienda de la víctima, en la calle Corral de los Barquilleros. El piso, situado en la planta baja, estaba cerrado. Un agente forzó una de las ventanas para colarse dentro y en una de las estancias encontró el cuerpo sin vida de Kuki . Francisco Manuel P. B. ya se había marchado. Lo localizaron poco después en su vivienda, situada a escasa distancia.

La tarde anterior habían estado juntos en un bar. Según relató la víctima a una de sus hermanas, Francisco Manuel, que era sobrino de su exmarido, ya fallecido, había empezado a ayudarle en su día a día. La mujer sufría una discapacidad física que le limitaba los movimientos. «Le hacía recados y ella le daba dinero. Se fiaba de cualquiera y ya le habíamos dicho en muchas ocasiones que tuviera cuidado con abrir la puerta de su casa a todo el mundo», explicaba a ABC Josefa, una de las hermanas de la fallecida. «Ella tenía una buena pensión por su discapacidad, pero al final del mes no le quedaba casi nunca dinero. Se lo gastaba todo en la gente. Ayudaba a cualquiera que se cruzara en su camino. En el barrio ha sido madrina de muchos niños. Nosotros le insistimos una y otra vez que contratara a alguien para que le ayudara en su casa».

Francisco Manuel P. B. arrastra un problema de adicción a las drogas y al alcohol que pudo influir en el desenlace final.

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