Sevilla

El jurado declara culpable al acusado de estrangular y quemar a una mujer en un piso en la Cruz Roja

Este martes se ha conocido el veredicto del tribunal popular contra Jorge A.G. por el asesinato de una mujer a la que conoció en una web de contactos y a la que mató y robó antes de incendiar el piso donde mantuvieron relaciones sexuales

El acusado, entre los dos agentes, durante el primer día del juicio en la Audiencia de Sevilla Rocío Ruz

Jesús Díaz

Culpable por unanimidad . Es la conclusión a la que han llegado los nueve miembros del jurado popular que han juzgado estos días en la Audiencia de Sevilla a Jorge A.G. por asesinar el 20 de julio de 2020 a Rosalía, una mujer de 54 años a la que conoció ese mismo día en una página web de contactos , quedó con ella para mantener relaciones sexuales en un piso cercano a la avenida de la Cruz Roja de la capital. Allí la estranguló, le robó su cartera y dos móviles e incendió el piso para hacer desaparecer sus huellas.

Sobre la una y media del mediodía de este martes, el portavoz del jurado ha dado lectura pública del veredicto de culpabilidad. Considera a Jorge A.G. culpable de los delitos por los que ha sido juzgado: asesinato, incendio, robo y estafa .

El jurado ha decidido tras conocer las pruebas practicadas durante la vista oral, donde fue fundamental la declaración de la jefa del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional , en el primer caso que ella ha dirigido que llega a un juicio con jurado.

Los miembros del tribunal popular ven probado que Jorge A. G., de 50 años, entró el día de los hechos en la página de contactos que se llama pasion.com y tras llamar a varios números sin éxito, consiguió contactar con la víctima, que se anunciaba en esa web ofreciendo servicios sexuales. La escogió al azar.

La toalla naranja

La mujer no le dio la dirección exacta hasta que su cliente le confirmó que estaba por la zona de la Cruz Roja. Jorge acudió a la cita sin dinero porque ya había planificado que iba a robar a la víctima , como defendió la Fiscalía durante todo el juicio frente a la teoría del acusado de que un «coleguilla» le había dado 50 euros antes de contactar con ella. Él aseguró que vivía en la calle y apenas tenía dinero.

Poco antes de las 18 horas, el acusado llegó a la vivienda de la mujer en el número 3 de la calle José Rodríguez Guerrero. Tras cruzar la puerta, ella le indicó que se aseara en un baño que hay junto al dormitorio principal. Le dio una toalla para secarse. Tras ducharse, accedió a dicho dormitorio para mantener las relaciones sexuales. En ese instante, el encausado aprovechó la situación de indefensión que la la mujer presentaba y le anudó al cuello una toalla para asfixiarla . Los forenses apuntaron que murió por «asfixia mecánica» por estrangulación.

Además, la víctima tenía las dos primeras costillas rotas por haberse ejercido, probablemente con piernas o brazos, sobre ella una fuerte presión. El cuerpo fue encontrado carbonizado , según el doctor que le práctico la autopsia. Murió antes del incendio.

Una vez que había acabado con la vida de Rosalía, Jorge le quitó la cartera y los dos teléfonos móviles que tenía la víctima, además de un ordenador. Para borrar sus huellas, antes de marcharse de la vivienda, le prendió fuego al colchón donde yacía el cadáver y se llevó la toalla que había usado al ducharse. La toalla ha sido un elemento clave durante el juicio . La Policía le intervino una toalla naranja al acusado en su detención. Dijo que era suya y que se la había dado su hermana. La hija de la víctima reconoció la toalla naranja como parte de un juego que era de su madre.

Los vecinos, alertados por las llamas, avisaron a los bomberos sobre las 19.30 horas. Cuando entraron en la casa la encontraron llena de humo, calcinada y con el cadáver sobre el colchón.

La Fiscalía, atendiendo al veredicto del jurado, mantiene su petición de 30 años de prisión por los delitos de asesinato, robo con violencia, estafa y daños mediante incendio. Le reclama, además, una indemnización de 60.000 euros para la hija de la víctima y otros 10.000 euros para la dueña de la vivienda que tenía arrendada la fallecida. La acusación particular, que ha ejercido el abogado Alejandro Gómez, en nombre de la hija de la víctima, pide 33 años; y la defensa, que ejerce como letrado de oficio Antonio Ruiz Rosales, cuyo cliente siempre ha reconocido el delito de robo y estafa pero no el incendio ni el asesinato, ha anunciado que solicita "la pena mínima" de entre las que corresponda, anunciando en cualquier caso un recurso de apelación contra la condena, que ahora habrá de redactar el tribunal.

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