Sevilla
La juez archiva el caso de la muerte en el ascensor de Valme a petición de la familia de la joven fallecida
Rocío Cortes murió el 20 de agosto de 2017 atrapada en un ascensor del hospital cuando era trasladada en camilla tras dar a luz a su tercer hijo
El Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla ha dado carpetazo a la investigación abierta para aclarar la muerte de Rocío Cortés, la joven que falleció el 20 de agosto de 2017 atrapada en un ascensor del Hospital Virgen de Valme cuando era trasladada en camilla tras dar a luz a su tercer hijo. Esta decisión de la instructora llega después de la petición de archivo y sobreseimiento de las diligencias hecha por la familia de la víctima, a la que se adhirió la Fiscalía.
En esta causa judicial estaban siendo investigados el celador del hospital que portaba la camilla en la que la joven iba a ser llevada a su habitación tras dar a luz y el ascensorista que se encontraba trabajando aquel fatídico día en dicho centro hospitalario.
La juez de Instrucción número 1 de Sevilla explica en un auto notificado a las partes el día 27 de mayo que, habiendo solicitado tanto las acusaciones particulares y la Fiscalía el sobreseimiento provisional de las actuaciones , procede aceptar dicha solicitud, pues en un proceso penal, por el principio acusatorio, es necesario la existencia de acusación para que pueda seguir adelante.
Hace dos meses la Fiscalía, en un escrito de 10 de febrero, solicitó al Juzgado la incoación de procedimiento abreviado contra el ascensorista por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave con resutlado de muerte . Entonces pidió el archivo de la causa contra el celador.
Igualmente, a la vista de las diligencias practicadas hasta el momento, consideraba responsable civil directo a la aseguradora Zúrich y de forma subsidiaria Orona, empresa encargada del mantenimiento de los ascensores y a la que pertenecía el trabajador sobre el que pone el foco la Fiscalía, y el Servicio Andaluz de Salud , según han señalado a este periódico fuentes del caso.
En enero de 2018, la juez tomó declaración al ascensorista y éste negó haber tenido intervención alguna en los hechos , al tiempo que aseguró que él estaba en su cuarto de control y que intervino únicamente en la maniobra de rescate.
« Él no libera el freno ni manipula el ascensor . Ha negado toda intervención en el siniestro. Lo que él vio fue el fallo del ascensor averiado», explicó entonces a la salida del juzgado José María Núñez, el letrado de la familia de Rocío Cortés.
Sin embargo, existe un informe técnico en la causa que descarta el fallo técnico o mecánico en el accidente que tuvo lugar en agosto de 2017 cuando la joven acababa de dar a luz, y consideran que todo se debió a un fallo humano.
Cambio de criterio de la Fiscalía
« La única explicación posible es el fallo humano mediante la práctica de un puente eléctrico o desbloqueo manual o mecánico que anuló las medidas de seguridad para impedir la puesta en marcha del ascensor con las puertas abiertas», dice dicho informe. Y se hizo ignorando «si hay personas en el interior del ascensor y en su caso sin avisarlas».
El relato que hace la Fiscalía de los hechos apunta a que existe un intervalo de al menos dos minutos entre el aviso de la avería y el accidente y «encontrándose el encargado de mantenimiento justo al lado de cuadro de mandos, tuvo ocasión de practicar esa maniobra, única explicación posible del accidente, que además, explica la previa apertura de la puerta».
El fatal accidente tuvo lugar el 20 de agosto de 2017 cuando la joven Rocío Cortés era trasladada en camilla desde la sala de despertar a su habitación tras dar a luz por cesárea a su tercer hijo en un ascensor del Hospital Virgen de Valme.
El celador estaba introduciendo a la paciente en la cabina cuando la plataforma se elevó a gran velocidad. A Rocío se le quedó la cabeza fuera y acabó impactando contra el techo. La muerte fue instantánea .
El letrado José María Núñez ha lamentado en varias ocasiones el retraso existente en esta causa, debido a la falta de actuación de la Fiscalía, que llevaba meses con esta causa encima de su mesa, hasta que ha presentado el último escrito a la juez.
Dos meses después de aquel escrito, ahora la Fiscalía asegura que no se opone al sobreseimiento y archivo de la causa «por no constar debidamente acreditada la perpetración de delito alguno ».
A la vista de la retirada de las acusaciones que ejercían la familia de la víctima, ha reconsiderado dicha pretensión y advierte que existe base para sostener tanto «la falta de elementos suficientes para sostener una pretensión de condena , como constancia de la gravedad de aquella imprudencia».
«Serias dudas»
Además, señala que en uno de los informes periciales que existen en la causa concluye que no puede determinarse con exactitud si el accidente que dio lugar a la muerte de Rocío Cortés « se originó como consecuencia de un incorrecto funcionamiento del ascensor , de un error del operario en su manipulación o de una combinación de ambos».
Por ello, para la Fiscalía es «aventurado» persistir en la solicitud de seguir con la causa, «al existir serias dudas sobre la utilidad de iniciar la fase de juicio oral con tan escasas expectativas de un pronunciamiento condenatorio».
Según la investigación realizada por la Policía Nacional en relación a dicho accidente, «tras haberse descartado los fallos mecánicos, eléctricos y electrónicos del ascensor (...), la única hipótesis factible de la causa del fatal accidente es un fallo humano producido por una manipulación incorrecta del ascensorista de Orona, F.C.D.». Si bien, éste en su declaración negó «intervención o manipulación» alguna por su parte que provocara el movimiento del elevador.
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