Sevilla
El Hospital de Valme pone seis mil inyecciones al año para evitar la ceguera por degeneración macular
Es la causa más importante de pérdida total de visión a partir de los 60 años y su incidencia no deja de crecer

El Hospital Universitario de Valme pondrá este año cerca de seis mil inyecciones intravítreas para combatir la ceguera causada por degeneración macular, la primera causa de pérdida de visión en personas de más de 60 años.
La Unidad de Retina, que forman los oftalmólogos Ernesto Pereira, Guillermo Silva, Luis Castellanos, Rosario Andersen y Martin Szewc, ha visto triplicar los tratamientos intravítreos para esta patología desde 2015: de los 2.633 pacientes que tenía ese año con esa patología pasará a 6.900 en 2019.
Según la Organización Mundial de la Salud , en el mundo hay unos 180 millones de personas con algún tipo de discapacidad visual, de las cuales entre 40 y 45 millones están ciegas. Se estima que para el año que viene esa cifra se duplicará.
Ernesto Pereira y Guillermo Silva son los coordinadores de una campaña puesta en marcha por el Hospital de Valme para hacer más visible la enfermedad de la degeneración macular, para lo cual se incidira en la protección de los rayos solares, el control de los factores cardiovasculares, la hipertensión, la obesidad y el colesterol. «Es muy bueno hacer ejercicio físico y revisar periódicamente la vista si se tienen antecedentes familiares, pues esta enfermedad tiene una fuerte carga genética», comentan.
La primera causa de ceguera en los países desarrollados de personas en edad laboral es la retinopatía diabética y a partir de los 65 años ya lo es es la degeneración macular asociada a la edad.
Pereira asegura que «hay un gran desconocimiento por parte de la población porque la mayoría piensa que a partir de los 65 años sólo se pierde visión por las cataratas y nos estamos encontrando con muchos pacientes que la están perdiendo por denegeración macular. La particularidad de esta enfermedad -dice- es que hay que diagonosticarla muy precozmente y tratarla dentro del primer mes porque en caso contrario llegaremos tarde al tratamiento».
Los síntomas iniciales de degeneración macular son pérdida de visión en pequeños detalles, las líneas de los libros se ven onduladas y no se pueden leer bien, y tampoco es posible, por ejemplo, coser.
El medicamento se pincha dentro del ojo y generalmente se pone una al mes durante los tres primeros meses . A lo largo del año hay que poner hasta siete inyecciones al año.
El Hospital de Valme tiene 16 oftalmologos y trata también a los centros periféricos de D os Hermanas, Alcalá de Guadaira y Morón de la Frontera. «Somos pocos para dar cobertura a toda esa población», dice Pereira. En Valme tratan a unas tres mil personas con degeneración macular.
La prevalencia de la degeneración macular arranca con los 60 pero sube mucho a partir de esa edad, desde el 10 por ciento al 30 por ciento de la población. Con 80 años en adelante, hay muchas probabilidades de tenerla.
«Le estamos ganando la batalla a esta grave enfermedad porque tenemos un siste ma de detección precoz mediante telemedicina . Nos envían fotos de los pacientes desde los centros de salud y los diagnosticamos. Y está funcionando en Andalucía desde hace diez años», dice el doctor Silva.
Las nuevas tecnologías, la telemedicina y la inteligencia artificial van a revolucionar el mundo de la oftalmología porque se podrán obtener fotos de fondo de ojos con teléfonos inteligentes. Sistemas expertos y algoritmos ayudarán a diagnosticar este tipo de enfermedades.
«Los sistemas de reconocimiento facial que tenemos en nuestros móviles nos permitirán hacer una foto del fondo de ojos y retinografías y ya hay un software aceptado en EE.UU. que diagnostica la retinopatía diabética con la misma precisión que un oftalmólogo . Las nuevas tecnologías se están desarrollando mucho en este campo», dice el doctor Silva.
«La incidencia de retinopatía diabética se ha reducido en los últimos años gracias al plan integral de prevención y diagnóstico -asegura la doctora Ana García Bernal - y lo ideal sería hacer otro plan con la degeneración macular. Podrían leerse estas imágenes y tendríamos mas posibilidades de diagnosticarla, así como el glaucoma».
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