Sevilla
La fiscal retira la prisión permanente para el padre del bebé muerto en el Cerezo y le pide 25 años
Además, el Ministerio Público ha rebajado la condena a tres meses a la madre tras retirar a ambos el delito de maltrato al considerar que «no ha quedado acreditado»
El juicio con jurado que celebra la Audiencia de Sevilla contra Bryan S.R.G. por el asesinato de su bebé de seis meses en junio de 2017, cuando ingresó gravemente en el hospital Virgen Macarena por una fractura en el cráneo, desnutrido y con síntomas del síndrome, ha concluido este jueves, a la espera de que los jurados reciban el objeto del veredicto el próximo lunes y se retiren de deliberar. Si bien, la novedad ha llegado con el cambio anunciado por la Fiscalía en su acusación, al retirar la petición de prisión permanente revisable para el acusado por 25 años de cárcel.
Además, la representante del Ministerio Público ha modificado su acusación contra la madre del bebé muerto, Ruth F.G., que inicialmente se enfrentaba a año y medio de cárcel por un delito de abandono de familia y otro de maltrato. Ahora reclama sólo tres meses de cárcel porque no considera probado ni en la actuación del padre ni de la madre los malos tratos hacia su hijo, con quienes vivían de okupas en un piso de la calle Playa de Valdelagrana de la barriada del Cerezo.
Según han informado a Europa Press fuentes judiciales, el próximo lunes el jurado tendrá la comparecencia para la fijación de los hechos del veredicto y, posteriormente, comenzará a deliberar sobre el mismo durante el tiempo que precisen.
Durante su exposición, la fiscal ha insistido en la prueba de la autopsia que determina que el menor murió por un traumatismo craneoencefálico severo , a pesar de que en la segunda sesión del juicio un forense que exploró al bebé avaló la versión del progenitor al precisar que el niño murió por asfixia y que «tenía una gran cantidad de leche en la boca y en la nariz», así como que las lesiones que presentaba en la cabeza eran «compatibles con el síndrome del niño zarandeado».
No obstante, ha señalado que, a su juicio, «con todo el respeto» a este facultativo, «se equivocó en la interpretación de las radiografías y del TAC».
Las defensas
Por su parte, la defensa del padre, ejercida por el letrado Juan Isidro Fernández, ha solicitado la absolución porque su cliente «no es un asesino» y, de forma subsidaria, el de homicidio imprudente con la eximente de estado de necesidad al comprender que le pudo hacer el zarandeo al bebé al intentar reanimarlo tras el atragantamiento pero que «en ningún momento existió una alevosía».
Por su parte, Marta Aguilar, la abogada de la madre, ha mostrado su conformidad con la pena solicitada por el Ministerio Público y ha precisado que ella «sabe que pudo hacerlo mejor», ya que durante el juicio reconoció que no lo llevó al pediatra a las citas concertadas y que era conciente de su desnutrición y de la falta de cuidados.
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