Sevilla
El Club Aero dejará la Avenida de la Constitución y se trasladará a almacenes Peyré
La distinguida institución ocupará la planta baja y un sótano en la calle Francos, donde instalará un salón de actos con entrada por Álvarez Quintero
El Real Club de Andalucía El Aero dejará la sede de la avenida de la Constitución para trasladarse a unas nuevas dependencias, también en el Centro de Sevilla. La distinguida institución, fundada en 1928, llevaba casi medio siglo en el número 24 de esta vía principal, que cambiará por el emblemático edificio de almacenes Peyré , en la calle Francos.
Según ha podido saber ABC, las condiciones del contrato ya se han acordado con los propietarios y se aprobará en la junta directiva del Aero el próximo 19 de febrero y posteriormente se someterá a la asamblea general , que se celebrará a finales de marzo o principios de abril. El club no sólo ganará espacio con el cambio, sino también mucha más fachada exterior. El traslado permitirá disponer de ochocientos metros de superficie en la planta baja de las antiguas galerías comerciales, doscientos más de los que tiene actualmente y, sobre todo, más ventanas a una de las vías más cercanas a la Catedral por la que pasan numero sas cofradías de Semana Santa. Ese era uno de los requisitos indispensables que debía cumplir la nueva ubicación y que exigían sus casi 700 socios.
Además, contarán con un sótano de unos 500 metros con una salida independiente por la calle Álvarez Quintero , que destinarán a un salón de actos para los eventos sin necesidad de pasar por las dependencias principales.
Hace años que la directiva del Areo lleva estudiando el traslado de la sede y en su día se plantearon alternativas como amplios locales en el Arenal y la Plaza Nueva que habían quedado vacíos durante la crisis. En mente tenían también las tiendas Peyré, más cercanas al centro social actual y tan características por su historia y su aspecto señorial.
Esta ha sido la elección definitiva, que devolverá la actividad a uno de los edificios más emblemáticos del comercio sevillano, precursor de los grandes almacenes que después se instalaron en la ciudad y escuela de comerciantes como Manuel Macarro o los hermanos Gonzalo y Joaquín Canales , que aprendieron el oficio a las órdenes del empresario francés Augusto Peyré. Fue él quien adquirió las instalaciones en 1889, propiedad entonces de la familia Camino, a la que conoció a su llegada a Sevilla. La gran tienda, que tenía entrada por Francos y Álvarez Quintero, funcionó durante más de un siglo como uno de los principales proveedores textiles de la capital andaluza.
Sin embargo, el negocio empezó a flaquear con la modernización del sector y la llegada de los grandes gigantes comerciales, primero Galerías Preciados y, posteriormente, El Corte Inglés . Los herederos de Peyré redujeron el negocio y reconvirtieron el resto de las dependencias en viviendas de lujo, pequeños apartamentos y oficinas a los que hoy se acceden desde las dos céntricas calles. Para el uso comercial quedaron alrededor de 2.000 metros cuadrados que se terminaron destinando a un nuevo complejo de tiendas, trasladando el negocio de telas a un local mucho más pequeño que todavía sigue abierto al público. Pero aquella aventura apenas duró unos años, cerrando definitivamente en 2007 .
Desde entonces los almacenes sólo han tenido usos puntuales, alquilados por el restaurante Robles para eventos y utilizados con fines muy diversos como la celebración de desfiles de moda y actos benéficos. También sirvieron de camerinos para el rodaje de la película norteamericana «Night and Day», con Cameron Díaz y Tom Cruise en 2009.
Otra de las iniciativas que se planteó para recuperar estas instalaciones fue la creación de un Museo de la Semana Santa que nunca llegó a cuajar. El Ayuntamiento lo estudió durante algún tiempo, pero la crisis terminó por arruinar aquel proyecto.
A pesar de la discreción que caracteriza al Aero, su llegada a las señoriales galerías de la calles Francos devolverá la actividad a, al menos, un tercio de la superficie, lo que permitirán distribuir las distintas dependencias del Real Club en una sola planta y evitar la división actual, con un sótano, el bajo y la entreplanta.
La historia de este exclusivo club de recreo es amplia y ha tenido como socios de honor al Rey Alfonso XIII , Felipe VI , el Rey Guillermo de Holanda, El príncipe de Ligne o el archiduque Karl de Habsburgo, como mencionan en su página web. También fueron socios de honor y de número hasta siete alcaldes de Sevilla y numerosas personalidades. El ingreso no es tarea sencilla, pues se necesita convencer a la mayor parte de sus integrantes, al realizarse mediante una votación secreta. Tampoco es tarea fácil plantear cambios en la dinámica de la institución. El traslado a Peyré ya estuvo sobre la mesa hace un año y lo tumbó la junta directiva, pero la necesidad de espacio y la elevada subida de renta que han propuestos los dueños de la sede histórica han permitido retomar esta propuesta a la que se dará luz verde el próximo 19 de febrero.
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