Política municipal e impuestos

Sevilla es la ciudad más cara de toda España para tener un negocio

La capital andaluza mantiene los tipos impositivos más altos de las grandes capitales del país en tributos clave como el IBI no residencial o el IAE

Negocios de la sevillana calle Tetuán J. M. Serrano

Eduardo Barba

El gobierno municipal de Sevilla, liderado por el socialista Juan Espadas , va a comenzar a negociar con el resto de grupos políticos de la Corporación local tanto las próximas ordenanzas fiscales como el presupuesto del año que viene, tras el fracaso del ejercicio actual, cuando se han debido prorrogar las cuentas de 2018 por falta de respaldo. El PSOE sigue sin tener mayoría suficiente, pese a mejorar su representación en las pasadas elecciones locales y pasar de once a trece ediles, y necesita apoyos de adversarios políticos para sacar adelante ambas cuestiones. Y desde la oposición, como es lógico, se va a presionar todo lo que se pueda. Principalmente, desde los partidos del centroderecha, que ya están reclamando al alcalde una notable bajada de impuestos como condición indispensable para refrendar las próximas propuestas fiscales.

Como fondo, una realidad evidente: la capital andaluza sufre una presión tributaria altísima en un flanco esencial, el de los comercios y las empresas que quieren mantener un negocio en la ciudad, que sufren una clara desventaja si se compara con el nivel impositivo de las principales capitales españolas. De hecho, Sevilla es hoy por hoy la ciudad más car a entre las principales capitales para mantener un negocio abierto a causa de esa carga tributaria .

Esta presión fiscal para comercios, locales, oficinas u hostelería se sustenta en dos impuestos municipales muy concretos, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) diferenciado , el no residencial, y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) , que presentan en Sevilla unos índices muy altos y que apenas han gozado de esas rebajas que sí han tenido en los últimos ejercicios otros gravámenes, como el propio IBI residencial; este último se ha bajado hasta un 8% en los tres años pasados merced a los pactos a lo que la oposición ha obligado a llegar a los socialistas, gobernando en minoría, para que se pudieran aprobar ordenanzas y presupuestos.

Ciudadanos acordó con el PSOE una rebaja del 3% hace dos años y el PP otra del 5% el año pasado. Espadas pudo sacar sus cuentas y «vender» una bajada de impuestos, pero la realidad para emprendedores, comercios, empresas, bares o industrias es muy distinta en lo que a impuestos se refiere y se mantiene en las tasas más altas del país.

El «esfuerzo fiscal»

El llamado «esfuerzo fiscal relativo» que estudia cada año la Agencia Tributaria analiza el coeficiente que aplica cada ayuntamiento en relación al porcentaje máximo que le permite la ley en cada impuesto. En una palabra, es el mejor indicador para medir el grado de exigencia a los contribuyentes, según los expertos. Y en esos registros, la capital hispalense mantiene una presión muy importante desde hace varios lustros. De hecho, ya desde la última etapa del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín como regidor, la oposición cargaba por mantener los tipos más altos que permitían las leyes. Con el IBI no residencial , por ejemplo, entonces era del 1,30%. Con los años, ese tope se elevó unas décimas y el Ayuntamiento de Sevilla hizo lo propio, de manera que se situó de nuevo en máximos, el 1,138 actual .

Que es la cifra para todo tipo de usos, ya sea para almacén, para estacionamiento, comercial, de ocio u hostelería, industrial, deportivo, para oficinas, sanidad, beneficencia o en el caso de edificios singulares; siempre, ese tipo. Que es el más alto de todas las grandes ciudades españolas en esa modalidad. En Madrid, la segunda ciudad más cara en este apartado, ese tipo de IBI oscila entre el 0,931 y el 1,249 para edificios singulares, siendo el general de 1.135. En el caso de Barcelona, todas las modalidades de este IBI no residencial (desde comercios a pabellones deportivos o clínicas) están en el 1%, trece centésimas menos que en la capital andaluza, mientras que en Valencia, la otra gran capital con más población que Sevilla, el único tipo aplicable a todas esas modalidades es actualmente del 0,987%.

En otras ciudades principales aunque menores que Sevilla, la historia se repite con el IBI no residencial. En Zaragoza, el tipo es del 0,994 en todas las vertientes, mientras que en Málaga, ese tipo diferenciado oscila entre el 0,584 y el 0,7, a excepción del que se aplica a los edificios singulares, que está en el 1,1%. Más bajo aún es el tipo impositivo del IBI no residencial en Bilbao, donde fluctúa entre el 0,487 y el 0,896, en este caso para inmuebles comerciales. De una u otra manera, en todas las ciudades es más bajo que en la capital de Andalucía .

Actividades económicas

El otro impuesto que incide directamente en la actividad comercial es el IAE , cuyo coeficiente en Sevilla está también en los niveles más altos de España . Eso sí, en el caso de las calles de «primera categoría» es del 3,462%, algo más bajo que en Madrid, Barcelona y Zaragoza (del 3,8%), aunque en Valencia, Bilbao y Málaga es ostensiblemente inferior.

A partir de las calles de «segunda categoría» (que en Sevilla está en el 3,284 de coeficiente), el asunto se iguala con las dos principales urbes nacionales y se supera con más amplitud al resto. En Bilbao, por ejemplo, es del 1,55, mientras que en Valencia es del 2,58. En una calle de la «tercera categoría» ya es sólo Madrid (3,28) la que supera levemente a la localidad hispalense (2,98), donde ese índice ya es tres centésimas mayor que en Barcelona (2,95) y más de cuatro décimas superior al de Zaragoza (2,56); en Málaga es del 2,43, en Valencia de 2,03 y en Bilbao, ese coeficiente del IAE es del 1,45.

La comparativa en este Impuesto de Actividades Económicas resulta muy esclarecedora y llamativa si se realiza con respecto a otros municipios principales del entorno metropolitano , en el que muchas empresas se instalan por gozar de menor presión fiscal. Si en la capital ese coeficiente del IAE en una vía de «primera categoría» es de 3,462, el Dos Hermanas ese índice está en el 1,6; en Alcalá de Guadaíra , del 2,486; en Tomares es del 3%; en Mairena del Aljarafe, del 2,01%; en La Rinconada, del 2,15%; y en Utrera, exactamente del 2%. Las diferencias son notables a la hora de abonar las facturas a los ayuntamientos, como es obvio, tanto que pueden hacer decantarse a un inversor por instalarse en la capital o en alguno de los polígonos cercanos que ya no forman parte del término municipal de la misma, donde las condiciones tributarias son bastante mejores.

En el Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO), que también incide en los negocios, Sevilla comparte con casi todas las grandes capitales el cobro del máximo legal establecido del 4%, a excepción de Barcelona, que baja al 3,25%.

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