HAY QUE TENER UNA ACTITUD FLEXIBLE ANTE LOS IMPREVISTOS
Sepa por qué le duele la cabeza aun estando de vacaciones
Los cambios del período estival se convierten en potentes desencadenantes del estrés

El sedentarismo, los interminables atascos en la carretera, una organización exhaustiva de cómo vamos a pasar el día, cenas copiosas y noches de fiest a por no citar las tensiones con la pareja , son, entre otros, factores desencadenantes de las cefaleas tipo tensión y las razones de que nos duela la cabeza a pesar de que estemos de vacaciones.
La doctora Susana Palao Duarte , neuróloga del Instituto de Especiaoidades Neurológicas (Iensa) dice que la cefalea es el motivo más habitual de consulta neurológica y que en un estudio de ámbito nacional estratificado por comunidades, hasta el 79% de la población refirió padecer o haber padecido dolores de cabeza a lo largo de su vida.
También refiere, para dar idea de su prevalencia, que datos publicados este año por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en Andalucía revelan que cerca de 7.000 adultos mayores de 15 años han sido diagnosticados por un médico de haber sufrido dolor de cabeza en los últimos doce meses.
De entre todos los tipos de molestia craneal, la cefalea tipo tensión episódica (es decir, hasta 15 días de dolor al mes) es la cefalea primaria más frecuente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cefalea tipo tensión tiene una incidencia anual del 35% y su prevalencia en Sevilla alcanza 63% aproximadamente , acorde con los estudios epidemiológicos europeos.
Es decir, las cefáleas de tensión suponene el 63% de las cefácelas primarias que es aquella en la que el dolor de cabeza es el único síntoma de enfermedad.
Explica que la cefalea tensional se caracteriza por su localización bilateral y calidad opresiva. Generalmente, los pacientes refieren sufrir un dolor que les aprieta «tipo casco» o «banda en la frente» con una duración entre 30 minutos hasta 7 días que les dificulta, incluso, peinarse porque el simple hecho de tocarse el pelo les resulta doloroso. Sin embargo, la mayoría de los pacientes suelen continuar con sus actividades diarias y, a diferencia de la migraña, no hay ningún síntoma premonitorio ni se acompaña de náuseas o fotofobia.
Aunque las mujeres entre 25 y 35 años son las más afectadas, es una patología que puede comenzar a cualquier edad. De hecho, existe cierta predisposición genética que determina que una persona sea más vulnerable que otra. Además, numerosos estudios han demostrado que los factores ambientales y psicológicos son los principales desencadenantes de su aparición y cronificación, según la doctora.
«Los factores desencadenantes -sigue- que más se relacionan con la cefalea tipo tensión son el estrés, la dieta y los trastornos del sueño. El estrés aparece cuando existe un disbalance (real o percibido) entre las demandas ambientales y la capacidad subjetiva de la persona para enfrentarse a éstas. Esto pone en marcha una serie de procesos neuroendocrinos con liberación de neurotransmisores (como el óxido nítrico) que provocaría dolor por vasodilatación arterial y venosa, así como una disminución del umbral de dolor y un aumento de sensibilidad, tanto a estímulos dolorosos, como a otros inocuos a nivel craneal y extracraneal».
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En cuanto a los «acontecimientos estresantes» afirma que están los los mayores y los menores. Los primeros son aquellos que determinan un cambio vital, como casarse, divorciarse, tener un hijo o el fallecimiento de un familiar. Los segundos, son las molestias diarias como el estar atrapado en un atasco, hacer las tareas domésticas, cambios en la dieta habitual o en las horas de sueño. La Escala de Reajuste Social (creada por Holmes & Rahe de la Universidad de Washington en 1960) es una medida estandarizada del impacto que suponen estos estresores y ha sido utilizada por los investigadores para evaluar la relación del estrés con la cefalea tipo tensión».
Los científicos concluyen que las molestias diarias son los principales factores desencademantes o «triggers» asociados a la cefalea tipo tensión. Esto explicaría que numerosas personas sufran cefaleas los fines de semana o en períodos vacacionales.
«Si bien, estos periodos de asueto laboral son necesarios para nuestro bienestar físico y mental, en muchas ocasiones suponen un aumento del estrés y se convierten en potentes estresores diarios inherentes a este periodo de supuesta relajación», agrega Palao Duarte.
La consecuencia derivada de estas situaciones puede ser la aparición o empeoramiento de una cefalea tipo tensión. Quien la padece, a su vez, sufre una retroalimentación negativa, ya que al encontrarse mal se siente incapaz de disfrutar de estos momentos, empeorando así el dolor.
Por todo ello, los expertos recomiendan planificar nuestras vacaciones desde un punto de vista, «no de cantidad sino de calidad» , practicar cualquier ejercicio, mantener una buena higiene de sueño, comer alimentos saludables y mostrar una actitud flexible ante los imprevistos.
«Esos son algunos consejos que nos permitirán disfrutar de nuestras vacaciones y disminuir el impacto de la cefalea tipo tensión durante este periodo de tiempo tan importante en nuestras vidas», termina la experta e Iensa.
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