Selectividad Sevilla 2019
Selectividad, el estrés por sacar la nota de corte de la universidad
Aunque los profesores lancen mensajes de tranquilidad y recuerden que es «un repaso», la competitividad del proceso provoca tensión y ansiedad
Llega el momento más temido para los más de 10.500 alumnos que se examinan en Sevilla de las Pruebas de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, un examen que cada año supera el 95 por ciento de los estudiantes. Pero el problema de la Selectividad no es aprobar sino sacar nota suficiente ya que en Sevilla hay unas decena de carreras (entre grados y dobles grados) que tienen una nota de corte superior al 12 sobre un total de 14 puntos . Las hay como la doble de Física y Matemáticas, que el pasado año pidió un 13,4 o Biomedicina que solicitó un 12,9. Y de ahí para abajo.
Desde la Universidad de Sevilla, la vicerrectora de Estudiantes, Pastora Revuelta admite que es un procedimiento «competitivo» que puede generar estrés igual que ocurre con cualquier oposición, pero lo enmarca dentro del proceso que garantía «la igualdad en el acceso».
Sin embargo, eso no impide que provoque una gran tensión entre los estudiantes de segundo de Bachillerato, algunos de los cuales llevan todo el año en tensión. Saben lo que se juegan y que necesitan calificaciones muy altas para lograr plaza en la titulación que desean.
Reyes Fernández, directora del Instituto Fernando de Herrera de Sevilla, admite que los estudiantes «tienen que convivir con altos niveles de estrés». Sobre todo, aquellos que quieren carreras con notas muy altas. «Tienen muy buena preparación, pero el problema es que tienen que hacer dos exámenes muy buenos en la fase de admisión», dice la responsable de este centro recordando que «donde los alumnos se la juegan» es en las asignaturas de modalidad de su carrera.
«Le intentamos hacer terapia para que sean conscientes de que van muy bien preparados», explica. Cada año se encuentran con alumnos que sufren ansiedad, sobre todo en los meses finales del curso. Algunos ni siquiera pueden dormir. Para evitarlo Reyes Fernández da tres consejos:que sean conscientes del nivel que tienen, que sepan cuál es la asignatura que deben hacer mejor porque les sube la nota y que sepan bien a lo que se van a enfrentar en la prueba.
Fernando Martínez, jefe de estudios de Bachillerato del colegio Buen Pasto r, recuerda que él mismo sufrió ese estrés cuando le tocó examinarse. «Recuerdo ese año como el peor de mi vida porque me autoexigía mucho» , rememora el profesor, que imparte Matemáticas y que admite que, en general, hay mucha tensión entre los estudiantes en el último curso de Bachillerato.
Sobre todo porque algunos estudiantes «no saben gestionar las emociones» pese a que van «muy bien preparados» después de dos años de trabajo. Fernando Martínez afirma que, después de todo el curso, «deberían llegar sin agobios» .
Sin embargo, hay veces que falta esa seguridad y llegan los nervios. Sobre todo, el mes y medio final. Porque se enfrentan «a algo desconocido».Por eso muchas veces los estudiantes pierden el miedo tras hacer el primer examen, cuando conocen lo que es.
No deben atiborrarse
El jefe de estudios del Buen Pastor recomienda «no atiborrarse al final» ya que la mayoría de los estudiantes «tienen ya el trabajo hecho» y «saben más de lo que creen» . Otro consejo que da es que lleguen a la sede donde realizarán el examen con tiempo suficiente y que eviten hablar con otros compañeros «más nerviosos».
Javier Puerto, del sindicato de profesores de instituto, APIA y profesor de Bachillerato, dice que los alumnos lo pasan mal porque después de un mes de mayo entero haciendo exámenes, les toca preparar las pruebas. Terminan el curso y tienen una semana y media para la Selectividad.
«Va todo demasiado seguido», dice Puerto, que reconoce que los alumnos lo pasan mal porque «se lo juegan todo a una carta» aunque cuente el expediente anterior. Y por eso la mayoría está «muy estresado». Una tensión que se repite cada año durante el mes de junio.
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