SEIS MESES SIN MALOMA

La pareja de Maloma Morales: «Confiamos en el Gobierno y en las buenas intenciones del Polisario»

Ismael Arregui hace balance del caso cuando se cumple medio año de que fuese retenida por su familia biológica

Maloma Morales, en una imagen en Londres ABC

N. ORTIZ

Ya han pasado seis meses desde que, el 12 de diciembre de 2015 , los hermanos biológicos de Maloma Morales la subieron a la fuerza en un coche para impedir que volviese a España, donde tenía su hogar desde que era una niña y fue acogida, y después adoptada, por la familia Morales de Matos . Su pareja, Ismael Arregui , ha sido una de las caras visibles de la lucha que mantienen familiares y amigos de la joven saharaui, apoyados por personajes públicos, para que pueda regresar. «Ahora mismo, la clave es la paciencia. Estamos preocupados, ya que están en pleno Ramadán y Maloma, con 50 grados de calor y sin preparación alguna, podría sufrir algún percance de salud», expone su pareja. Sin embargo, asegura «confiar en el Ministerio de Asuntos Exteriores y en las buenas intenciones del Frente Polisario ». «Desde ambas instituciones «se está trabajando en un entendimiento con la tribu y la familia biológica, en líneas que están al parecer muy avanzadas . Por eso, no nos queda otra que confiar en ambos y esperar que haya una repatriación rápida de Maloma», indica.

Maloma Morales ABC

«Las dos veces que pudimos hablar con ella nos tranquilizaron mucho», afirma, a pesar de que el contacto no se ha vuelto a retomar. «Nos sirvió para comprobar que se encontraba bien , aunque estaba coaccionada y había silencios en los que suponemos le decían lo que después nos repetía», explica Ismael. Las conversaciones telefónicas , que se produjeron el 23 de mayo, supusieron un acontecimiento muy esperado para la familia española de Maloma, que no hablaba con ella desde diciembre.

En las declaraciones veladas de la joven, que no «pudo expresarse libremente», sí pudo emitir mensajes «que tocaban el lado sensible». Los más llamativos para los amigos y parientes que se encontraban al otro lado del teléfono fueron los relacionados con Lala , la perrita que comparte con Ismael. «Así nos hizo entender que no solo echaba de menos a nuestra perra, sino a todos nosotros, fue muy hábil», explica su pareja. « Poder escuchar su voz nos dio mucha fuerza , pero creo que a ella también le sirvió de mucho. Al fin y al cabo, es Maloma la que está allí sola».

Estas llamadas, además del masivo apoyo ciudadano que reciben, dan ánimos a Pepe y Mari Carmen, los padres adoptivos de Maloma , y a su pareja, que recuerda con pesar el 21 de abril, el «día más duro» de estos seis meses, cuando se anunció una liberación que no terminó de producirse.

El día más duro

Maloma junto a Pepe y Mari Carmen, sus padres adoptivos ABC

«Que nos comunicasen que habían trasladado a Maloma a a Rabuni, la capital administrativa de los campamentos, fue un delirio de alegría, no nos lo podíamos creer», recuerda Ismael. Sin embargo, todo se torció pocas horas después, cuando varias fuentes les informaron de que la joven había sido devuelta a su familia biológica sin mediar ningún tipo de declaración oficial y sin, ni siquiera, permitirle hablar por teléfono con sus parientes españoles. «La tribu a la que pertenece la familia de Maloma organizó una gran protesta por la operación de rescate:quemaron coches y se manifestó todo el mundo. Esta presión pudo con el Frente Polisario, que devolvió a mi mujer a la familia biológica para evitar más revueltas», narra Ismael.

Precisamente familiares saharauis de la joven rubrican un artículo, publicado en un diario digital, en el que reconocen que tuvieron que «impedirle abandonar los campamentos» . Las creencias tradicionales de la tribu, y la radicalización islamista de algunos de sus parientes más cercanos están complicando las negociaciones para la liberación de la chica, que tiene la nacionalidad española.

Maloma, en el Sáhara ABC

Respecto a las denuncias de ciertos sectores saharauis, que aseguran que la adopción de la familia Morales se hizo irregularmente, el joven niega cualquier ilegalidad, y reconoce que las declaraciones en las que aseguró que se convertiría al Islam para liberar a su mujer fueron «un impulso erróneo» . «Fue un ejemplo de que estaría dispuesto a hacer todo lo que esté en mi mano para tenerla de vuelta», detalla.

En las próximas semanas, la familia de Maloma seguirá luchando para que vuelva y entregará a Exteriores las más de 75.000 firmas recopiladas en apoyo a la joven. Además, celebran que continúe el programa «Vacaciones en Paz», cuya suspensión nunca han pedido.

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