Santa María la Blanca vuelve a lucir su deslumbrante barroco tras la restauración de las yeserías
La empresa Ágora ha trabajado durante ocho meses en los que, además, se han escaneado todos los elementos en 3D
Con la retirada de los andamios que han permitido la restauración de las yeserías y de las pinturas mural es ha concluido la restauración integral de Santa María la Blanca , que ha recuperado en su conjunto el aspecto que tuvo en el último tercio del siglo XVII, cuando con grandes fastos se inauguró este templo, muestra incontestable del más fabuloso y deslumbrante barroco , levantado sobre restos moros y judíos a mayor gloria de la concepción inmaculada de María a raíz de la bula del Papa Alejandro VII, tres siglos antes de la Definición del Dogma.
Aunque la reinauguración oficial será en diciembre , fieles y visitantes podrán admirar el abigarrado conjunto de las yeserías, sin duda lo más llamativo de la iglesia, desde esta semana, aunque todo aquel que ha pasado por ella en estos meses ha podido comprobar la evolución de los trabajos puesto que no se ha interrumpido el culto merced a la disposición de los andamios instalados por la empresa de restauración Ágora , que comanda Juan Aguilar, encargada de devolver el esplendor al artificio de yeso, ennegrecido y castigado por el tiempo, y a su prolongación estética en las pinturas murales.
En los trabajos de restauración de las yeserías, en los que han intervenido diez restauradores, un técnico en aplicaciones informáticas y escaneo en 3D , dos historiadores, un químico y un dibujante, se ha luchado contra «el envejecimiento natural de los elementos, las humedades y la capilaridad de las filtraciones» —explicó Aguilar—, que, en el caso de las pinturas murales, finas y tenues, las colocaban en gran vulnerabilidad. Al mismo tiempo, se han exterminado colonias de hongos y bacterías , que segregan ácido que desintegra los yesos, y que crecieron al amor de las condiciones ambientales del templo.
Las pinturas, prolongación de las yeserías, como un « gran trampantojo y tratadas como una gran acuarela que aprovecha el fondo de oro en relación con los negros y los grises», «se han limpiado, consolidado y procedido a reintegración cromática, con la técnica del regatino —rayitas— y punteado en los dorados», detalló el restaurador, añadiendo que no se ha utilizado oro, «sino mica , que tiene la peculiaridad de que reflecta la luz igual que el oro y no se oxida». Las faltas pictóricas que afectaban a zonas en las que la reintegración ha sido imposible se han suplido con una laguna de color neutro.
En el conjunto, las pinturas entran en un juego de movimiento con las propias yeserías, que, al quedar limpias de la capa que la oscurecía, muestran ahora su poder volumétrico . Las pérdidas de material que presentaban, alguna de las cuales dejaba ver la madera del techo, han sido sustituidas por reproducciones en 3D , ya que se ha escaneado la totalidad del conjunto. Están realizadas en plástico termofundible , caso de algún florón y de letras que faltaban en el texto de entrada al templo.
En estas labores, el equipo de Ágora , además de limpiar las rejerías, también ha adecentado y consolidado los retablos , sobre todo el mayor, en el que se han colocado tensores interiores y asentado dorados y policromías , que corría serio peligro de desprendimiento, por lo que se le han colocado tensores interiores.