ENTREVISTA

Sánchez: «Espero que el Gran Poder se quede en Los Pajaritos. Es donde querría el Señor»

El cura de esta barriada de Sevilla, una de las más pobres de España, cuenta que la gente le dice por la calle «que hay que limpiar esto antes de que venga»

Manuel Sánchez en su parroquia de Los Pajaritos Juan Flores

Jesús Álvarez

Manuel Sánchez Sánchez (Sevilla, 1969) es licenciado en Estudios Eclesiásticos por la Universidad de Granada y licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Sevilla, por la que obtuvo el doctorado europeo con la calificación de «sobresaliente cum laude».

También es profesor en la Facultad de Ciencias de la Educación y autor de numerosas publicaciones y de varios libros sobre teología y filosofía. Desde hace más de un año ejerce de párroco en Los Pajaritos, uno de los barrios más pobres de España.

¿Cómo son los inmigrantes que viven en Los Pajaritos?

Hay muchos sin papeles. Los subsaharianos se meten muchos en un piso pero son muy solidarios y muy limpios . Son, por cierto, los más elegantes del mundo. Se visten en el ropero de Cáritas pero combinan la ropa de una manera excepcional.

La diócesis de Sevilla emitió hace poco una nota a favor de los inmigrantes defendiendo su dignidad y su derecho a buscar una vida mejor.

Sí, siempre lo hemos estado, incluso hay una delegación en el Arzobispado dedicada solo a la inmigración. Y Cáritas Diocesana está echando el resto en Los Pajaritos. Está dando alrededor de 20.000 euros en alimentos cada mes en Los Pajaritos y La Candelaria.

Mucha gente sigue pensando en España que la Iglesia prefiere estar con los poderosos. ¿Esa idea es una rémora del franquismo?

Los españoles siempre hemos sido muy anticlericales, antes de la Guerra Civil . Yo creo que viene del vínculo con los romanos y con el emperador, que fue lo peor que le puso pasar a la Iglesia. En la posguerra los curas estaban con el pueblo que pasaba hambre y ahí está el caso de Leonardo Castillo en Cazalla . Pero había cientos de casos de curas como él que hicieron una gran labor social.

Sin la labor que hace Cáritas, ¿que sería de su barrio y de muchos otros?

Eso sería una pobreza absoluta y un desastre . Pero diría más: sin el cristianismo la pobreza económica y cultural de España sería enorme.

En Gerena se tuvo que cerrar el centro de Cáritas tras un incidente con una persona que acudió allí a pedir. En el convento que tienen las hermanitas de la Cruz de Torreblanca también se les exige a veces de muy mala manera dinero o comida como si fuera una obligación de ellas. ¿Esto pasa también en los Pajaritos?

Sí, eso me ha pasado. Alguno me ha tirado la mochila o le ha pegado un puñetazo a la pared para no darme a mí . La mayoría son drogadictos y siempre les he dicho que para curarse les doy todo lo que tengo pero que para droga no les daré nunca nada. Álguna vez he tenido que salir corriendo y algún día me tendrán que pegar, pero eso forma parte de los gajes del oficio. Más le dieron al Señor.

Jesús expulsó del templo a los mercaderes.

Sí, pero lo hizo una vez nada más (sonríe). Yo también me he tenido que enfrentar a algunas personas y decirles que no se vayan a creer que porque lleve un clériman no puedo dar un puteñazo.

Descenso de vocaciones

La solidaridad laica ha aumentado con la crisis pero han descendido, sin embargo, las vocaciones sacerdotales.

Eso es cierto en España p ero en Sevilla no han descendido las vocaciones . Tenemos unos doscientos curas y y unos cuatrocientos religiosos, tal vez por la gran tradición cristiana y cofradiera de la ciudad. De todas formas, creo que han descendido las vocaciones en todo: casi ningún chaval sabe lo que va a hacer cuando acaba la ESO.

El Señor del Gran Poder irá pronto a los Pajaritos. ¿Cómo imagina ese momento?

Sí, lo esperamos. Y la gente me dice: «Habrá que arreglar el barrio que va a venir aquí el Señor». Y yo le digo: «El Señor ya está aquí», y la gente me dice: «No, el de verdad».

¿Les gustaría que se quedara aquí, en Los Pajaritos, «el de verdad»?

Sí. Aquí lo esperamos pero lo que esperamos es que no se vaya. Yo creo que es el lugar donde querría estar el Señor. E l Señor quiere estar siempre con los pobres . Si la imagen pudiera hablar, se quedaría aquí, en Los Pajaritos . Aunque fuera a San Lorenzo en Semana Santa. Evangélicamente es lo adecuado.

Las hermandades hacen una gran labor social y de caridad en Sevilla que mucha gente no conoce.

No es muy conocida pero es tremenda. Una labor directa y constante, siguiendo la senda de la gente. En Triana, por ejemplo, se trabaja una barbaridad. Se crea una gran solidaridad con los niños. Las mismas hermandades se plantean ahora ir a la periferia para no morir de éxito. Eso va a ser esencial en el futuro.

Es casi la sociedad civil de Sevilla.

Sí. Sin duda. En España hemos ido perdiendo las asociaciones vecinales. Incluso el fútbol ha ido perdiendo ese encuentro de las competiciones y se ha convertido en una asociación económica. Y las hermandades generan mucha vida, cultura, formación y empleo.

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