SANIDAD

San Juan de Dios incorpora el robot «JuanDe» en sus terapias con niños con problemas neuromotores

El Centro de Atención Infantil y Temprana espera que haga subir la motivación de sus pacientes y medir mejor sus progresos y objetivos futuros gracias a la inteligencia artificial

Un niño con problemas neuromotores junto al robot JuanDe en el Hospital de San Juan de Dios de Sevilla ABC

Jesús Álvarez

Un robot interactivo de nombre «JuanDe» diseñado por una investigadora sevillana es el nuevo compañero de aventuras y ayudante tecnológico en la terapia de los niños de 0 a 6 años con problemas neuromotores que sigue el Centro de Atención Infantil Temprana del Hospital San Juan de Dios de Sevilla (CAIT).

La máquina, con la que los niños están teniendo un primer contacto virtual por videconferencia durante estos días, es el resultado más visible del proyecto Hero ( Human Evaluation and Rehabilitation after Oncology ) desarollado para ayudar a pacientes de oncología infantil del Hospital Virgen del Rocío y que lo va a hacer también ahora a los jóvenes pacientes de San Juan de Dios.

En este proyecto, liderado por Cristina Suárez Mejías , colaboran el Grupo de Investigación e Innovación en Informática e Ingeniería Biomédicas y Economía de La Salud del Instituto de Biomedicina de Sevilla, el Grupo de Innovación Tecnológica del Hospital Universitario Virgen del Rocío, el Grupo Julietta de la Universidad de Sevilla, la Asociación Española para los Efectos del tratamiento del cáncer (AEetc) y la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen del Rocío.

Rocío Carrasco, coordinadora del CAIT del Hospital San Juan de Dios, asegura que con el robot «el niño se siente más motivado porque este dispositivo imita sus movimientos y le contesta, lo que aumenta su adherencia a la terapia y por tanto su recuperación» .

La terapeuta añade que también «nos permitirá disponer de un sistema objetivo de medición de los movimientos, lo que permite controlar la evolución del niños». La tecnología desarrollada en Hero se extenderá a otras patologías y el Centro de Atención Infantil y Temprana de San Juan de Dios de Sevilla es el primero de sus características en implantar este uso, con el objetivo de mejorar la efectividad de los tratamientos motores de los menores.

El coste del proyecto tecnológico, con el robot «Juande» como protagonista, roza los 23.000 euros, financiados por el Grupo Cuatrogasa

El coste del robot, que roza los 23.000 euros, lo financia el Grupo Cuatrogasa . «Mediante la utilización de este dispositivo de interacción con los menores, monitorizaremos el registro reglado de los grados de movimiento activo de diferentes articulaciones del niño» , asegura Rocío Carrasco.

Gracias a un sistema de inteligencia artificial, tomando como fuente los datos extraídos de la máquina, se podrán proponer mejoras tanto en los diagnósticos como en los tratamientos. Igualmente establecerá factores predictivos de evolución del menor»,

La tecnología que incluye permitirá monitorizar y medir de forma más objetiva los grados de movimiento de las articulaciones de los niños, lo cual permitirá obtener datos más fidedignos, objetivos y contrastables. De esta forma, se podrá valorar la evolución del menor tras aplicar determinados tratamientos o en ausencia de los mismos.

«Además -dice Rocío Carrasco, la coordinadora del CAIT- el aumento motivacional del menor nos permitirá realizar mayor número de repeticiones de movimientos concretos pudiendo medir en dinámico la mejora de grupos articulares. Este aumento en el número de repeticiones no solo permite la medición sino la mejora de la ejecución».

Gracias a ello, se podrán diseñar tratamientos individualizados para los rangos de movimientos activos más deficitarios. También, se podrá conseguir la funcionalidad máxima de esos movimientos para mejorar la calidad en actividades de la vida diaria de los menores que atendemos y aumentar la motivación del niño durante la evaluación para registrar la mejor respuesta a la ejecución del movimiento.

En el caso de los adultos, se podrían dar órdenes concretas de movimiento al paciente, que realiza un esfuerzo consciente para ejecutarla a su máximo nivel de potencial motor. «Sin embargo, en el niño confluyen una serie de condicionantes que limitan la mejor ejecución de la orden motora , como puede ser el nivel de atención, el nivel cognitivo o la interacción entre ambos. El robot permitirá captar mejor la atención del menor», dice Rocío Carrasco.

En sesión presencial, el proyecto podrá retomarse una vez se puedan reanudar con normalidad las sesiones presenciales , pero los profesionales del CAIT han querido, durante este período de confinamiento, darle uso e ir familiarizando a los niños con «JuanDe».

Sesiones de baile

Las sesiones de baile son una de las novedades más llamativas del programa mientras dure la pandemia. Con los encuentros mediante videoconferencia entre los profesionales de CAIT, el robot y tres o cuatro niños pueden bailar y lograr de manera lúdica la realización de actividades con las que un terapeuta en videoconferencia puede encontrar más barreras. Sin embargo, con JuanDe como monitor de baile , además de implementar el desarrollo motor de los usuarios, se logra socializar al paciente de forma divertida.

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