VII Premio Sabino Fernández Campo
Sabino Fernández Campo, un premio al honor, al orgullo y al padre de la saga de Bevilacqua
ABC y BBVA reconocen al escritor Lorenzo Silva y a los seis integrantes de la brigada Galicia VII de la Brilat que repelieron un ataque terrorista en Mali
Del pasado, honor; del presente, orgullo». El lema que llevan grabado a fuego los miembros de la brigada Galicia VII de la Brilat del Ejército de Tierra es un fiel resumen de la esencia que se premió ayer en el bellísimo teatro que guarda el edificio de Capitanía. El premio Sabino Fernández Campo , que concede ABC y BBVA, reconoce las acciones y personas que ponen en valor a las Fuerzas Armadas y de valores se habló mucho en el acto de ayer.
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El periodista Lorenzo Silva y los seis integrantes de la Brilat, que evitaron el 24 de febrero del año pasado un ataque terrorista en la base internacional de Koulikoro , en Mali, fueron los homenajeados en la VII edición de este galardón. La ministra de Defensa, Margarita Robles, que visitaba por primera vez el cuartel general de la Fuerza Terrestre, entregó los reconocimientos.
El padre del sargento Bevilacqua y de la cabo Chamorro recurrió a un episodio de la historia clásica para ilustrar lo que son los valores militares, poniendo de ejemplo al general ateniense Nicias que cayó ante las tropas espartanas y murió a manos de sus enemigos después de intentar salvar a sus tropas. «Cuando su ejército se veía obligado a retirarse, le pidió a sus hombres que lucharan con honor, que la ciudad, la polis, no era otra cosa que ellos».
El escritor, premiado porque a través de su obra ha acercado el trabajo de la Guardia Civil a la ciudadanía, confesaba ayer que su especial vinculación con las Fuerzas Armada s procede de sus propias raíces familiares, ligadas al ejército por parte de sus dos abuelos. Esos lazos han ejercido de hilo conductor por el que le transmitieron desde pequeño valores, como el honor y la integridad , que considera esenciales tanto para la vida militar como civil. «Tuve la suerte de recibir ese legado aunque no visto de uniforme». Eso sí, su traje azul, «en honor a la infantería», y el verde de su corbata, como guiño a la guardia civil, suplieron la uniformidad castrense.
El maestro de ceremonias fue el periodista Ángel Expósito , quien destacó cómo en esta ocasión el premio a una actuación militar destacada lo recogían, no el mando o el responsable jerárquico de la unidad, sino los seis soldados «que se comieron el marrón» para evitar que dos terroristas estallaran dos coches cargados de explosivos en la base militar que sirve de centro de adiestramiento en Koulikoro (Mali). Los yihadistas fueron abatidos antes de que empotraran los coches-bomba contra unas instalaciones donde había cerca de 300 militares españoles. «Este reconocimiento sirve de acicate para seguir defendiendo a España». El capitán David Matilla Fuentes , que ejerció de portavoz, no se olvidó de sus casi 2.000 compañeros que «están en estos momentos desplazados en misiones internacionales». El auditorio respondió con un rotundo aplauso que hizo vibrar el teatro.
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