El rincón de...
Ricardo J. Pizarro: «Cuando me nombraron director de arte de Mónica Naranjo creí que era broma»
Nació en Venezuela, llegó a España hace 16 años y pudo hacer realidad todo lo que soñó en un ambiente familiar muy hispano: respirar en la mitad del puente de Triana, su lugar preferido. Es director de arte de Mónica Naranjo, la artista a la que considera su gran debilidad
Muchos años lejos de su Venezuela querida...
Así es. Concretamente 16 años, en los que he podido conocer, disfrutar e impregnarme del aroma, la cultura y el arte de Sevilla y Andalucía.
Quizás echando de menos los tamales, el cazabe, la arepa…
Me encantan los tequeños, las arepas y las empanadas; ahora, entre el gazpacho, pescaíto y desayunos con calentitos o una buena tostá de jamón con aceite de oliva virgen extra se me caen lagrimones como sandias.
Pero también feliz por haber hecho realidad ese sueño de pasar de Triana a Sevilla y respirar a fondo en mitad del puente.
Fue el momento más ansiado y emotivo que he podido vivir, jamás olvidaré el embrujo de esa tarde-noche, hubo momentos que pensé que era un dulce sueño, pero totalmente real.
¿Qué o quién le inspiró esa fantasía en Venezuela?
A través de parientes y amistades que han visitado o viven en Sevilla, veía vídeos de esa grandeza de la que ahora es mi ciudad.
Usted es diseñador gráfico, cartelista y maquetador. Y parece que no le ha ido mal en España…
Soy un afortunado y he tenido una gran suerte, siempre estaré agradecido a esta bendita tierra, por la gran acogida que me ha dispensado.
¿Me explica cómo llegó al entorno de una artista como Mónica Naranjo y trabajar para ella?
Publiqué en una red social unos bocetos de Vinilo de Mónica y una persona desconocida los hizo llegar al productor y manager de la Naranjo, Iñigo Pérez-Tabernero, poniéndose en contacto conmigo para pedirme un proyecto que fue aceptado.
Tengo entendido que ese trabajo se convierte en el más vendido en formato vinilo en España. ¿Es así?
«Mes Excentricités, Vol.1». Efectivamente, en la reciente nueva etapa de este formato fue una gran sorpresa y satisfacción para la artista, discográfica, productor, equipo, seguidores y naturalmente para mí.
En la gira «Renaissance tour» le nombran director de arte de Mónica Naranjo. ¿Que pensó?
Mi gran debilidad es Mónica (por cierto hija de madre sevillana y padre malagueño). Pensé que me gastaban una broma, posteriormente lo acepté encantado y eternamente agradecido.
Y un alto directivo de Sony Music, Carlos Amor, llegó a decir de usted que su último trabajo es una autentica joya, un trabajo brutal. Y no es familiar suyo…
Teniendo en cuenta sus más de veinte años en el mundo del disco, Carlos, al igual que Amando Cifuentes, Olga Laiz, y los directivos de esta multinacional, no están para perder el tiempo. Agradezco sus palabras.
Ya está a la venta el libro que ha diseñado y maquetado para Mónica Naranjo. ¿Qué le resultó más complejo de ese trabajo?
Un libro con más de 350 instantáneas de la reconocida fotógrafa Desiré Pereda y los textos del escritor Rubén M. Villa... darle forma no fue tarea fácil, y mucho menos para el exigente y sabio público al que va destinado.
¿Ha trabajado para artistas españoles?
Cartelería para salas de espectáculos y eventos infantiles, para mi amiga Ana del Río, entre otros artistas.
¿Le gustaría trabajar para artistas del flamenco, de la copla?
Me gustaría diseñarle a mi gran amigo Falete, a mi admirada Pastora Soler que es un encanto, también a mi paisano Carlos Baute, a Carlos Marín de Il Divo, Marta Sánchez, a los incombustibles Raphael y Mina…
No lo veo trabajando para un disco de reguetón…
Respeto todos los géneros musicales. Hubiese preferido a las grandes de otros tiempos del Jazz.
¿Cómo diseñador gráfico qué símbolo, elemento o edificio de Sevilla le parece más atractivo?
Es imposible escoger con un patrimonio tan rico. Catedral, Alcázar, Archivo de Indias, Casa Medinaceli, Plaza de España, parque de María Luisa, barrio de Santa Cruz, Torre del Oro, Plaza de América, lista interminable.
¿Lo ha ejecutado?
Me gustaría en un futuro poder presentar carteles de la Semana Santa, la Feria o la Velá de Santa Ana.
¿Le parece la ciudad lo suficientemente activa como para desarrollar un trabajo como el suyo?
Yo necesito la luminosidad, el clima, la paz y la calma de esta ciudad.
¿Qué le falta a Sevilla o qué le sobra?
Como diría Paco Gandía, de Sevilla, al igual que de los de pata negra, me gustan hasta sus andares.
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