CRÓNICAS DE UN BARRIO

«Rezamos para que llueva, porque esos días no hay movida en la Alfalfa y podemos dormir»

Los vecinos aseguran que tras el cambio de gobierno la presencia policial ha bajado, volviendo el consumo de alcohol en la calle y el cierre de bares a deshoras

En la calle Pérez Galdós es donde se concentra la mayor parte de la movida en la Alfalfa JUAN FLORES

CRISTINA AGUILAR JAENES

Era martes. La Alfalfa se presenta a propios y extraños con una luz que suscita alegría. Guarda la esencia de barrio pese a estar a dos calles de la Catedral y la Avenida y a ser lugar de paso de turistas que van y vienen del Salvador a la Casa de Pilatos y, de aquí, a las Setas. Alejada del bullicio que genera el negocio del souvenir, conserva en sus calles bares y comercios que han sabido sortear los embates de la crisis. Un enclave que vio nacer al arrojado torero Manuel García Cuesta « El Espartero » y a figuras del flamenco y el cante por saetas, como La Niña de la Alfalfa, nombre artístico de Rocío Vega Farfán , entre otros. Un barrio, como la Alameda de Hércules, cuna del arte y acento castizo de la ciudad, donde en época de la Roma imperial se erigía como el punto de encuentro de las dos vías principales de la ciudad, albergando templos, termas, edificios púbicos y mercados. Sin embargo, como la Alameda, durante las últimas décadas del siglo pasado y lo que ha transcurrido de éste, ha experimentado una notable transformación, en la que ha quedado patente la cara y la cruz de dicho cambio.

La plaza de la Alfalfa, a juicio de los vecinos, ha ganado con la peatonalización y el arreglo de muchas de sus calles, una intervención que concluyó en octubre de 2007. Sin embargo, desde esa fecha, aproximadamente, vienen sufriendo un gran problema que, según apuntan, se repite los 365 días del año : la movida . Al menos, el pasado martes quedaban evidencias de la fiesta del día anterior -un lunes- en las calles Pérez Galdós , Alonso El Sabio , Ortiz de Zúñiga y Siete Revueltas . Y aunque Lipasam se había encargado de eliminar la mayor parte de las huellas de la celebración, quedaban restos vómitos y orina que hacían insoportable la respiración a medida que el sol alcanzaba el mediodía.

Desde la Asociación Alfalfa Degradada explican lo que viven desde sus casas cada noche. «Entre la una de la madrugada y las seis de la mañana tenemos que soportar gritos, peleas, cánticos. Llaman a nuestros portales y timbres, rompen señales de tráfico y, si les recriminas su comportamiento, te insultan y agreden. Las noches son muy peligrosas y, al día siguiente, la suciedad de las calles es nauseabunda», cuenta la procuradora Silvia de Carrión , presidenta de la asociación. «Rezamos para que llueva, porque esos días no hay movida y podemos dormir», anota José Andrés Periáñez , vicepresidente de la entidad vecinal.

Oleada de robos. Afirman que durante los últimos meses se ha producido un incremento de robos en tiendas y viviendas

Ésta se constituyó hace dos años precisamente para poner freno a la insostenible situación que mantenía en vela a los que allí residen. «Aquí hay una residencia de ancianos, vivimos familias trabajadoras con niños, que al día siguiente no pueden rendir bien en el colegio porque no descansan, y personas enfermas a causa de la ansiedad que les produce esta circunstancia», expone Silvia. Todos los grupos políticos, entonces, les mostraron su apoyo y reconocieron la problemática en la Alfalfa. Así, con Juan Ignacio Zoido en la Alcaldía, se iniciaron actuaciones específicas para contener la movida. Entre otras, se intensificó la presencia policial y se realizaron controles en los establecimientos de copas, cuidando especialmente el horario de cierre . Intervenciones que permitieron que los vecinos pudieran volver a dormir. Pero con el cambio de gobierno, la situación, dicen, se ha vuelto a degenerar. «El Ayuntamiento se ha relajado en este asunto y, como consecuencia, ha vuelto el consumo de alcohol en la calle , los gritos y el cierre de bares de copas a deshoras», señala Silvia de Carrión, quien añade que durante el mandato popular, los vecinos de la Alfalfa se citaban semanalmente con responsables de Seguridad Ciudadana, Medio Ambiente y la delegada del distrito -Amidea Navarro-, y, en cambio, con el PSOE sólo se han reunido en dos ocasiones desde que llegaron al gobierno municipal. «No somos partidistas, simplemente luchamos por nuestro derecho al descanso y deseamos que las medidas impuestas por Zoido se continúen. De no ser así, esto se va a convertir en una jungla».

Tres señales caídas en la calle Alonso El Sabio tras una noche de movida ASOC. ALFALFA DEGRADADA

En este sentido, propusieron al rector de la Universidad de Sevilla , Miguel Ángel Castro Arroyo , que se le diera a los alumnos Erasmus una advertencia de que «en nuestro país existen leyes de comportamiento que deben respetar. Es necesario sensibilizar a la población extranjera, muy asidua a la Alfalfa, de que Sevilla no es el bar de España ».

Una limpieza insuficiente y la proliferación de pintadas en las fachadas de viviendas son otras de las preocupaciones de los que allí residen

En este sentido, además de exigir más seguridad en sus calles y un control del ocio, los vecinos plantearon señalizar las calles con normas de comportamiento, como la de prohibido orinar en la vía pública, que se considera una sanción grave con multa de hasta 600 euros, o señales que indiquen que se trata de una Zona Acústicamente Saturada y que, por lo tanto, se debe respetar el descanso de los vecinos. «De la calle Alonso El Sabio se han marchado en lo que llevamos de año tres vecinos porque no pueden soportar esta situación, no queremos que ninguno más opte por esto ante la impotencia de no encontrar solución por parte de los gobernantes», manifiestan.

Pero la presencia policial no la requieren únicamente para la noche. De día, en los últimos meses, se ha producido, tal y como apuntan, una oleada de robos en la Alfalfa y el Salvador. «En mi casa escalaron por la fachada a plena luz del día», cuenta Silvia. «En Feria atracaron en el local de debajo de mi casa», añade José Andrés. No quieren llegar a considerar la Alfalfa un sitio inseguro donde vivir , por lo que apelan al compromiso municipal con esta zona de la ciudad.

Manuel Gordillo , gerente del Centro Comercial Abierto Alcentro , asegura que en las calles Cuna y Puente y Pellón es donde más se ha incrementado el robo a comercios. En esta semana, precisamente, una tienda de decoración ha sido asaltada. Por esto, han pedido al delegado del distrito, Juan Carlos Cabrera , que reúna la junta de seguridad para abordar estos temas, algo que llevan solicitando, dicen, desde febrero.

Por último, hacen hincapié en la limpieza del barrio , a su juicio insuficiente, y adiverten de la proliferación de pintadas en las fachadas de sus viviendas y de establecimientos.

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