Los Reyes, en Sevilla
Los detalles «fuera de agenda» de la visita de los Reyes al Polígono Sur de Sevilla
Los monarcas preguntaron a los responsables de las administraciones y organizaciones de la zona por múltiples detalles, incluso algunos inesperados
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La visita de Sus Majestades los Reyes de España al Polígono Sur de Sevilla de este lunes se prolongó durante poco más de hora y media, pero más allá del intenso programa que la Casa Real había previsto para conocer de primera mano el trabajo que las administraciones públicas y las instituciones privadas, fundaciones y ONG están realizando para luchar contra la pobreza en el barrio más deprimido del país, el recorrido por esta parte del Distrito Sur y el encuentro con sus gentes y sus responsables dio también para algunos detalles interesantes fuera de la agenda oficial.
Por un lado, fue digna de mención la alegría mostrada por la Reina Doña Letizia a su llegada a la Fundación Don Bosco, donde se agolparon muchas mujeres del barrio (desde sanitarias del centro de salud cercano hasta un grupo de mujeres de etnia gitana con sus hijos) que la vitorearon por su nombre de pila hasta hacer que se girase hasta ese sector del público y volviera a saludar caminando hacia atrás en sus pasos varios metros con notable satisfacción. La Reina centró buena parte de los vítores en este punto, donde se concentraron muchas mujeres. Antes, en el centro cívico, los gritos del público fueron más para Felipe VI, al que especialmente una persona (con música ambiente de Manolo Escobar) llamó la atención con sus «¡Viva el Rey!» a todo volumen envuelto en la bandera nacional y en carteles de alabanza al monarca. Tras él protestaban también algunos vecinos, pero pese a ello, Don Felipe se acercó a esa zona a escuchar a la gente cuando el protocolo reclamaba justo lo contrario.
Justo en el mismo lugar, una anécdota relacionada con el Real Betis también captó la atención de muchos en la visita que los Reyes de España cursaron a Sevilla. Su Majestad Felipe VI y la Reina Doña Letizia recibieron la bufanda del conjunto verdiblanco antes de iniciar la visita a la Fundación Don Bosco y el monarca hizo un gesto de aprobación tras recibir uno de sus ayudantes este obsequio de un señor mayor que esperaba en bicicleta a las puertas. Esta persona llamó la atención del monarca, quien mandó a un empleado de protocolo a recoger el regalo e hizo posteriormente una señal de aprobación agradeciendo el detalle. Dentro de la fundación, fueron varios lo que quisieron y pudieron hacerse una fotografía con los monarcas, que se mostraron muy distendidos y sin sujetarse a un protocolo estricto.
Otro asunto de prendas se salió ayer del guion preestablecido. En la Fundación Don Bosco, Occhiena, la central de moda ética de esta entidad que trabaja para la incorporación de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente mujeres, entregó a Don Felipe y Doña Letizia unas mascarillas sanitarias personalizadas con el escudo de la Casa de su Majestad el Rey y confeccionadas en las instalaciones de la entidad que encantaronb a ambos, sobre todo otras dos de talla más pequeña destinadas a las Infantas, Doña Leonor, Princesa de Asturias, y Doña Sofía.
De Lipasam a la marihuana
Poco antes, en el encuentro con entidades en el centro cívico El Esqueleto, los monarcas no sólo demostraron un fiel conocimiento de la situación y las labores que se realizan en la zona, llamando a todos por sus nombres y cargos y exponiendo y preguntando por algunos por menores que, asombrosamente, conocían con bsatante exactitud, sino que incluso tiraron de de retranca al preguntar por la limpieza en la zona durante esa jornada de lunes; probablemente por las quejas lanzadas por los propios vecinos, que fueron recogidas por los Reyes. Éstos, de hecho, preguntaron a los responsables políticos presentes y al propio comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, sobre esa presencia de envergadura de los efectivos de la empresa municipal de limpieza, Lipasam. «¿La limpieza de hoy no será sólo por el hecho de que los Reyes están de visita, no?» , inquirió la Reina Doña Letizia con bastante intención. Tanto el comisionado como el alcalde, Juan Espadas, explicaron, no obstante, que el servicio que mejor atención presta normalmente a esta zona de la ciudad es precisamete el de Lipasam. «Lo que pasa es que no luce lo que debiera», apostilló Bretón. Ambos recalcaron que la labor de la empresa de limpieza es «siempre modélica».
Con Bretón, precisamente, mantuvo el Rey unos minutos de charla en torno a las plantaciones de marihuana que tanto abundan en pisos del barrio, a las que el comisionado aludió en su intervención inicial criticando la falta de rigor del Código Penal. Su Majestad se interesó después por el asunto preguntando presonalmente a Bretón y junto a Juan Manuel Moreno , presidente de la Junta de Andalucía, por las consecuencias penales de ese tipo delictivo para explicar el motivo de la extensión del fenómeno. El comisionado no se anduvo por las ramas: «Majestad, ni la izquierda política ni la izquierda judicial van a cambiar eso ahora, lamentablemente». Don Felipe mantuvo un discreto silencio tras escuchar al responsable de la Oficina del Comisionado para el Polígono Sur.
También en la charla con otra de las entidades, Fraternitas, perteneciente al Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, su responsable, Maruja Vilches , aprovechó la ocasión para plantear a los monarcas una reivindicación de la banda de cornetas y tambores de la Agrupación Parroquial de Jesús Obrero , la banda del barrio, que pretenden llevar el título de «Real» delante de su nombre. Vilches comentó a Don Felipe VI esta intención de la banda de jóvenes músicos, a lo que el Rey respondió de manera afable asegurando que se tratará «con cariño» la petición que la banda formulará por los conductos pertinentes. en sus últimas visitas a la Semana Santa sevillana, el Rey preguntó a algunas hermandades por su labor social en barrios desfavorecidos.
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