Tribunales
Reyes circulaba al menos a 187 kilómetros por hora cuando sufrió el fatal accidente
La Guardia Civil entrega el informe definitivo donde determina que el siniestro se desencadenó por el reventón de una rueda trasera pero el exceso de velocidad fue determinante para el trágico desenlace
El equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil ha entregado el informe completo sobre las causas del accidente en el que perdió la vida el futbolista José Antonio Reyes y su primo Jonathan Reyes al juzgado que instruye la causa el nº 3 de Alcalá de Guadaíra. El extenso informe concluye que el accidente se desencadenó por el reventón de una rueda trasera, pero que el futbolista circulaba «al menos» a 187 kilómetros por hora. Un exceso de velocidad que fue decisivo para las trágicas consecuencias que tuvo el siniestro.
Según detallan a ABC fuentes judiciales, los especialistas de la Benemérita han trazado la secuencia completa de lo que ocurrió el 1 de junio en el kilómetro 18 de la carretera A-376, que une Utrera con Sevilla. El futbolista viajaba junto a dos personas más en un Mercedes Brabus S550 de su propiedad. Cuando se encontraba realizando una maniobra de adelantamiento, una de las ruedas traseras reventó. Eso provocó que el vehículo modificara su trayectoria, chocara contra la mediana y el conductor acabara por perder el control del coche. El vehículo se salió por el margen derecho y colisionó brutalmente contra unos bloques de obra. El impacto fue de tal envergadura que el motor del coche salió ardiendo. Reyes y su primo Jonathan perdieron la vida. El tercer ocupante, también primo del exjugador del Sevilla FC y de nombre Juan Manuel Calderón, pudo salvar la vida al salir despedido y escapar de esa manera del incendio. Si bien ingresó en el hospital con más del 60% de la superficie del cuerpo quemada y estuvo casi dos meses en la UCI.
Han transcurrido diez meses desde que se produjo el fatal accidente y desde el minuto uno, las especulaciones y teorías sobre lo que había ocurrido han abonado la espera hasta conocerse el informe definitivo. Una de esas teorías señalaba que el accidente pudo deberse al mal estado de la rueda que reventó. La Guardia Civil ha analizado dicho neumático e indagó en el taller de Mérida donde el coche estuvo en reparación antes de que lo recogiera uno de los primos de Reyes para regresar a Sevilla. El informe le dedica una buena parte al análisis de esa hipótesis y concluye que la llanta había sido mandada a reparar a una empresa portuguesa porque presentaba una fisura. Desde el taller sostienen que cuando le devolvieron el neumático, comprobaron que no estaba en condiciones y así se lo hicieron saber a la persona que recogió el coche y que no fue Reyes . Fuentes judiciales detallan que no está del todo claro si desde el taller se informó o no del estado del neumático como así manifestaron a los agentes, ya que la Guardia Civil no ha podido comprobar si esa versión es real. A pesar del estado de la rueda, si el coche en el que circulaban los tres jóvenes hubiera ido a la velocidad reglamentaria -120 kilómetros por hora como máximo- los efectos no habrían sido tan devastadores y es muy probable que el conductor, en este caso el futbolista, habría podido controlar la dirección tras producirse el reventón.
Análisis exhaustivo de la velocidad
El informe despeja así una de las grandes incógnitas desde que se produjo el accidente y que también fue el origen de un reguero de rumores, algunos de los cuales llegaron a colarse en los titulares de medios de comunicación. Se trata de la velocidad a la que viajaba el jugador. Los agentes, a través de fórmulas matemáticas y mediciones de distintos parámetros como las señales de frenada o la deformación que presentaba el coche tras el impacto, concluye con una cifra que no es exacta, como ya anticipaba el informe preliminar, porque el coche salió ardiendo y con el fuego se destruyeron pruebas. Si bien, el pormenorizado estudio concluye que el Mercedes del jugador iba al menos a 187 kilómetros por hora.
El ERAT, responsable de la investigación, es como la UCO pero para las investigaciones de accidentes de tráfico. Son los grandes especialistas en el Instituto Armado y sólo hay un equipo que opera en todo el país. Por eso asumen los accidentes más complejos , con mayor número de víctimas o con gran repercusión social como ocurrió con el atropello mortal que llevó a la cárcel a Farruquito o la colisión que sentenció a Ortega Cano. Fuentes judiciales detallan que a la importante carga de trabajo que tienen estos agentes, se suma que el accidente de Reyes dejó de ser prioritario con respecto a otros casos porque el asunto acabará judicialmente archivado ya que la persona que conducía está muerta y no cabe posibilidad de reclamación penal alguna. Eso ha influido para que el informe haya tardado casi diez meses en llegar al juzgado.
La Fiscalía ya solicitó en noviembre una prórroga de los plazos de instrucción . Ahora la crisis sanitaria del coronavirus ha provocado un parón en la tramitación de estos asuntos en los juzgados. Fuentes judiciales detallan que no será hasta que se levante el estado de alarma y se reanude la actividad normal cuando se retome la instrucción del caso. Por ahora no se ha practicado ninguna diligencia. Tras el estudio del informe entregado por la Guardia Civil, las partes personadas en el procedimiento podrán requerir la declaración de testigos como el superviviente del accidente o los responsables del taller donde estuvo el vehículo.
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