Renuncia a un premio en protesta por apear a Utrera Molina del callejero

A Antonio Fernández Asencio no le ha gustado nada la decisión del Ayuntamiento de Sevilla , aprobada en Pleno la semana pasada, de retirarle la calle a José Utrera Molina , uno de los escasos ministros de Franco que siguen vivos y que ejerció como gobernador civil de la provincia entre 1962 y 1969. Y ante esta situación ha querido mostrar su indignación al Consistorio renunciando al premio «Alcalde de Sevilla» que le concedió en 2006 el entonces regidor Alfredo Sánchez Monteseirín , en reconocimiento a una trayectoria deportiva que, como se encarga Fernández Asencio de recordar, inició a propuesta de Utrera Molina y que se desarrolló «íntegramente durante el régimen de Franco».

Fernández Asencio, que tiene noventa años de edad, entregó la estatuilla acreditativa del premio el pasado sábado en el Registro General del Ayuntamiento de Sevilla, que acompañó con una carta dirigida al alcalde, Juan Espadas , en las que explicaba las razones de la renuncia. En la misiva, recuerda que a partir de 1967, a propuesta de Utrera Molina, desempeñó el cargo de delegado provincial de deportes , con una mensaje claro por parte del entonces gobernador civil. «En dos años tiene que cambiar el panorama deportivo en la provincia». Entre sus logros están la construcción de setenta instalaciones deportivas que cubrieron las necesidades del «70% de los pueblos de la provincia», en los que entonces no existía ningún tipo de instalación.

Paralelamente a la construcción de estas instalaciones, rememora Fernández Asencio, se organizaron cursos para la formación de monitores deportivos y campeonatos provinciales de deportes. Además, señala que Utrera Molina ayudó los clubes de fútbol de primera división de la ciudad con «préstamos a largo plazo» y se firmaron convenios con el Ayuntamiento para la creación de escuelas deportivas en centros escolares, con la Universidad y la Diputación.

Por ello, Fernández Asencio ha tomado la decisión de « adherirme al dolor y al sentimiento que ha producido al señor Utrera Molina el que le hayan retirado la medalla y una calle, que entiendo que han sido concedidas más que a un político a un poeta , porque lleva la ciudad en su alma, hasta el extremo de decirme que con esta decisión le han partido el corazón ».

Este exdelegado de deportes, que mantiene contacto telefónico con el exministro para felicitarse los santos o la Navidad, explica que como Utrera Molina es «un hombre enamorado de Sevilla. Hacerle daño solo por hacerle daño ha hecho que me identifique con su dolor y muestre mi malestar al Ayuntamiento, no solo con la protesta, sino con la devolución del premio».