Reclama otra vez que la dejen inseminarse con esperma de su marido muerto

La sevillana que solicitó en febrero de 2015 ser inseminada con el semen de su esposo fallecido en accidente de tráfico no ha tirado la toalla después de que el Juzgado de Primera Instancia 25 de Sevilla le denegara en noviembre pasado esa posibilidad. Ahora, esa mujer ha recurrido a la Audiencia Provincial de Sevilla la decisión del juzgado de Primera Instancia, según ha podido saber ABC en fuentes jurídicas.

La mujer no da por perdida la batalla judicial y espera que la Audiencia revoque la decisión del juzgado que consideró que su solicitud no se ajustaba a los «requisitos legales» . El artículo 9 de la Ley de Reproducción Humana asistida indica que el hombre tendría que haber dado autorización expresa para usar sus espermatozoides en caso de muerte, lo que podría haberse demostrado si la mujer hubiera estado sometida a un tratamiento de inseminación artificial . Hasta 2006 se exigía que ese consentimiento fuera mediante testamento o escritura pública.

Al presentar un recurso ante la Audiencia se da por sentado que el Juzgado de Primera Instancia 25 no ordenó la destrucción del semen del marido, al que le fue extraído antes de que pasaran 24 horas del deceso, plazo imprescindible para que los espermatozoides pudieran emplearse en un inseminación artificial. El semen fue extraído a petición de su esposa, conservado en un lugar especializado y congelado en nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero. Era la primera vez que se realizaba una intervención de este tipo en Sevilla. Un urólogo extrajo los espermatozoides testiculares , algo a lo que los forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla no se habían enfrentado antes, por lo que se solicitó ayer externa.

La viuda, que tenía 34 años cuando ocurrieron los hechos , tiene el apoyo de su suegros para esta inseminación. Su marido falleció tres meses después de la boda y tras más de trece años de noviazgo . Ahora tendrá que demostrar ante la Audiencia que su marido quería formar una familia. Para allanar el camino, esta sevillana ha renunciado a la filiación del niño que pudiera ser concebido mediante fecundación artificial con el semen de su marido muerto, ya que de lo contrario podrían generarse derechos sucesorios para el hijo.