EL RINCÓN DE...
Rafael Arenas «Telera»: «Cantoná me felicitó por mi actuación en La Carbonería»
Es picador, maestro barbero, director de una escuela de arte, compositor y cantante. Acaba de dar el pregón taurino de La Algaba. Fue durante años la voz y la música de La Carbonería
-Lo de Eric Cantoná en La Carbonería es muy bueno…
-Estaba viendo mi actuación. Yo lo reconocí. Le agradecí públicamente que estuviera allí. Después hablamos y le dije que había toreado en Nimes. El es muy buen aficionado al toro y al flamenco. Me felicitó por la actuación.
-Y lo de Curro Romero jaleándolo en el mercado de Triana…
-En el mercado de Triana he tocado varias veces. Curro estaba contento esa noche. Ni toreando me han gritado tantos óles como aquella noche me dedicó el maestro.
-Usted se fue una vez para Riqueni en La Carbonería y quiso exprimirlo…
-No nos conocíamos personalmente y mi actuación era de piano y voz. En el momento en que llegó Riqueni me busqué una guitarra y le dije eso: maestro voy a exprimirlo por bulerías. Riqueni se pasó toda la noche tocando la guitarra. Fue inolvidable.
-También fue inolvidable aquella madrugá con Chiquetete y el Nano…
-Nos encontramos en un bar y nos calentamos. Buscamos una guitarra y yo saqué la que llevaba en el coche. Estuvimos tocando por soleá toda la noche. Lo bueno es que la guitarra era eléctrica…
-¿Qué dejó usted en la Carbonería cuando la cerraron, donde tantas noches de bohemia y canto vivió usted?
-Dejé allí un millón de recuerdos y los sentimientos que uno suele dejar cuando se cierra algo que consideras tu casa.
-Compositor, cantante, maestro barbero, picador, cartelista, pregonero. Sobrado de facultades lo veo…
-(Risas)Y todo eso para pagar la hipoteca.
-¿Cuando usted cortaba el pelo en La Algaba le pidió alguien que lo pelaran a lo Cristiano Ronaldo?
-Muchos niños. Pero como no soy aficionado al fútbol me tenían que enseñar la foto. No sabía quién era ese tipo.
-Lo que hubiera usted pagado por pelar a Freddie Mercury, a quien homenajeó esta semana pasada.
-Para mí es una leyenda y el artista más completo sobre un escenario. Gran compositor, cantante y un showman consumado. Soy vocalista de la banda «Queen forever» y la semana pasada le rendimos tributo en la Alameda.
-Nadie le puede negar que tiene usted un arañazo artístico evidente. En la película sobre Triana de Gonzalo García-Pelayo también interviene…
-Así es. Interpreto el papel de Jesús de la Rosa. No tengo una presencia continuada en la película. Pero al principio aparezco dándome un beso con la chica. Le dije a Gonzalo que todas las películas para las que me llamara comenzaran así.
-Nunca faltan en su repertorio como solista temas de Jesús de la Rosa. ¿Por qué?
-Triana está por encima de su leyenda. Su música fusiona dos estilos que me gustan: el rock y el flamenco. «El lago» y «Tu frialdad» son dos pelotazos.
-¿De dónde le viene a usted la afición a la fiesta?
-De mi abuelo. Fue picador.
-¿Se hizo picador por parecerse al abuelo?
-Me hice picador porque me gustaba de siempre. Desde los doce años me recuerdo entrenando como si fuera un profesional.
-¿Era usted de los que de niño jugaban al toro en las calles?
-Sí. Y lo mismo hacía de picador que de torero.
-¿Y el que cortaba orejas lo celebraba con un Fantanaranja?
-(Risas) Ni eso. Estábamos tiesos.
-Su pregón de la feria taurina de La Algaba ha sido muy comentado. Compuso hasta unas sevillanas para el mismo.
-Sí, fue un pregón de vivencias contando cómo entré en la fiesta de la mano de mi abuelo. Él fue asesor de la plaza durante más de veinte años. Y me sentaba entre sus piernas y las del alcalde de La Algaba, José María Torres Zapico. Las sevillanas del pregón las cantó un niño.
-¿Por qué quiso que esas sevillanas las cantara un niño?
-Porque es una forma de reivindicar que el futuro de la fiesta está en la juventud
-Déjeme que le haga una pregunta engorrosa: ¿por qué cree usted que este año ha sido tan dramático para el toreo?
-El hecho de que las figuras se despellejen en el ruedo obliga al segundo escalafón a jugársela todas las tardes. Y la verdad que ha sido un año dramático.
-Qué ironía: los toreros jugándose la vida y algunos antitaurinos defendiendo a los toros y celebrando la muerte de los toreros…
-He dado mucha caña con eso en mi pregón. Con la muerte en la plaza las redes sociales se convirtieron en fosas sépticas.