Música
Rafa Almarcha: «Somos lo que somos juntos, sin primeros ni segundos, lo que hay es lo que ves»
El componente de «Siempre así», que saca nuevo disco, se sincera en una entrevista con ABC
A ellos también les cuesta creerlo. Pero la realidad es esa: llevan juntos más años que un matrimonio antiguo . Y ni la pesadez de los viajes, ni la exigencia de la profesión, ni los nervios de las grabaciones, ni las generaciones que cambian de gustos e ídolos, han podido con ellos. « Siempre así».
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Pronto saldrá el disco que ha hecho con el coro de alumnos del Yago School . Y en las redes (véanlo en Youtube) es un pelotazo el tema que ha compuesto para La Azotea Azul , ese espacio para los niños enfermos de larga duración donde normalizarán sus largos ratos de recuperación. El vídeo lleva su voz, lo protagoniza Anita Ruiz e interviene su hija Sol, de 7 años.
Enhorabuena, señor Almarcha
Muchísimas gracias. Es cierto. Parece increíble que, después de tanto tiempo, sigamos juntos.
¿Cuántos años juntos?
Más de veinticinco. Llevamos celebrando los 25 tres años . Pero son más. Empezamos a contar desde el primer disco que salió en el 92, en la Expo.
Y el caso es que Siempre así nació de forma espontánea, como una reunión de amigos…
Empezamos a cantar en el coro del Rocío de Triana, donde nos conocimos siendo unos niños. Creo que es una escuela musical y de vida. Allí descubrimos el valor de la amistad, de la solidaridad, del perdón y la convivencia.
¿Y todo ha sido cantar y coser en tantos años?
Buenoooooo, ha habido muchas cosas además de cantar. La música ha sido la columna vertebral de nuestras vidas. Pero 25 años dan para mucho.
¿Cuál fue la situación más complicada y que lograron superar?
Quizás cuando tuvimos que decidir entre nuestras profesiones que habíamos estudiados y la carrera musical. Esto fue lo que redujo al grupo al número actual, siete. Que son los que nos dedicamos profesionalmente a la música.
El caso es que a ustedes van a verlo en Murcia y en Pamplona, en Málaga y Barcelona. ¿Cuál es el secreto?
Que lo que ofrecemos es verdad. La gente no ve tramoya. Y nos identifica con la letra de la última canción que hemos escrito especialmente para esta gira. Se llama «Juntos». Y el estribillo dice: «Juntos, somos los que somos juntos, sin primeros ni segundos, lo que hay es lo que ves».
En plazas de toros como las Medellín y Bogotá colocaron el no hay billetes…
La experiencia americana siempre ha sido maravillosa. Es increíble el cariño que te demuestra la gente. Aman a España y sienten nuestra música como algo suyo. Ser de Sevilla te abre muchas puertas.
Pero en Quito es especial. Un día de estos no os dejan regresar.
(Risas) Ecuador es un país donde podríamos vivir perfectamente. A Quito le escribimos una canción, «En la mitad del mundo» , que allí se ha convertido en un himno.
¿Cuál es el secreto de vuestra música para abarcar tanto público intergeneracional e internacional?
Las canciones cuentan historias que cualquiera podría ser protagonista. Somos gente normales y contamos historias que ocurren en la calle . Tampoco podemos olvidar el punto de fiesta que tienen. La gente quiere alegría y acompañarse con música optimista.
¿En ningún escenario de zonas concretas de España, de un tiempo para acá, habéis sufrido alguna guasa de carácter político?
Una muy gorda. Se inauguró el campeonato del mundo de atletismo de Sevilla. Lo presentaba Carlos Herrera . Y unos abertzales se disfrazaron con la Giraldilla. Nosotros estábamos allí cantando. Sin saber qué hacer. Fue un sofocón. No sabíamos de qué iba aquello. Salimos en todas las portadas del mundo.
Podemos asegurar que con sus canciones se enamoraron muchas parejas. Y también que los hijos de aquellas parejas se enamoraron bailando sus canciones.
Así es. Y ese es el tesoro más grande que tenemos. Nuestra música ha trascendido a dos generaciones. Eso se puede ver en nuestros conciertos.
Y también podemos asegurar que en 25 años de giras y conciertos os habrán pasado cosas de todo tipo. Como por ejemplo aquella actuación en El Escorial…
Estábamos cantando en la mansión de un potente empresario internacional. Y sorprendidos vimos que un helicóptero aterrizaba en el jardín. Por la puerta salía el ex presidente de los EE.UU, Jimmy Carter . Todavía flipamos.
En Marrakech uno del grupo que tuvo que dejar el escenario y ejercer de Médicos sin Fronteras ¿no?
Alguien del público se indispuso y el único médico que había por allí era nuestro Murfi , que dejó las congas y se tiró a atender a aquel hombre.
Y una vez llamaron desde la Casa Real a vuestra oficina y el que cogió el teléfono se creyó que era un queo de César Cadaval
(Risas) Exacto. Lo cogió Ángel Rivas, interesándose por contratarnos para la boda de la infanta Cristina, y creía que era un queo de César. Menos mal que reaccionó y se dio cuenta que era el secretario de las Infantas.
