Necrológica
Querido hermano del alma
Jerónimo Martín González fue cofundador del Grupo MAS, una empresa que en la actualidad cuenta con 3.000 trabajadores y 170 establecimientos
Me resulta muy difícil plasmar en unos párrafos todo lo que se me pasa por la cabeza, tantos recuerdos, tantas vivencias, tantos sentimientos… Desde nuestro nacimiento en Mercadillo, nuestro viaje a Sevilla, nuestra decisión de montar «labor propia», nuestros inicios en Reina Mercedes, nuestras largas conversaciones sobre lo que hacíamos y lo que queríamos hacer, nuestra voluntad de cambiar la historia de nuestra familia, y todo lo que hemos construido juntos en estas décadas.
Es difícil también redactar una despedida cuando, desde la fe que compartimos y desde la convicción, sabemos que solo es un hasta luego y que sigues con nosotros cada día, en cada emoción y en cada reto. Esta no es una carta de adiós si no una carta de reconocimiento y agradecimiento a mi hermano, mi amigo, mi confesor y mi socio. Una persona excepcional cuya figura se agrandará progresivamente con la perspectiva que da el tiempo.
Gracias, hermano, por tanta generosidad y afecto, por una perfecta comunión en los valores que padre y madre nos inculcaron y que nos han hecho crecer como personas. Contigo ha sido muy fácil luchar contra todos los molinos de viento y dificultades que la vida ha ido poniendo delante de nosotros. Ha sido un privilegio caminar juntos: juntos desde que llegué a Sevilla, juntos cada día cambiando la historia de nuestra familia y juntos caminaremos siempre en el Cielo.
Gracias por ser también un gran hijo y un gran padre. Siempre te has sentido orgulloso de nuestros orígenes, honrando a padre y a madre, siendo un ejemplo de «como siendo pobre en dinero, se podía ser rico en valores y virtudes». Transmitiste estos valores a tus ocho hijos como filosofía de vida. Para ti la familia era un valor sagrado y un compromiso que cuidaremos como si tú estuvieras.
Gracias por ser mi socio. Junto con nuestros hermanos Julio y Justo hemos luchado para cambiar la historia de nuestra familia y convertir una tienda en una empresa de la que nos sintiéramos orgullosos. Creo que la realidad ha superado nuestros sueños, pero, como siempre decíamos, lo más importante está por hacer.
Gracias como presidente por tu visión y tu liderazgo, marcando siempre el rumbo que debíamos seguir para lograr nuestro sueño.
Este sueño nos ha permitido convertir aquella plantilla (nuestra familia extendida) de Reina Mercedes en más de 3.000 puestos de trabajo, y colaborar con más de 500 socios y amigos proveedores, haciendo aquello que te gustaba llamar la verdadera obra social que podíamos hacer por nuestra querida Andalucía.
Siempre has demostrado una generosidad y una grandeza que nos hacía sentir pequeños a los que tanto te queríamos y te admirábamos. Ahora tenemos el reto de continuar y hacer crecer, con la segunda generación a la que tanto tiempo dedicaste, tu legado. Sé que desde el Cielo junto a nuestros queridos padres seguirás guiando nuestro camino.
Un abrazo, mi querido hermano, mi amigo, mi confesor, mi socio; tú seguirás siempre presente entre nosotros.
Hasta siempre.
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