REPORTAJE
Los puzzles son beneficiosos para mantener la mente ágil desde la infancia hasta la vejez
La sevillana Asunta Fernández-Palacios de 80 años es la persona con más edad en participar en el Campeonato Nacional de Puzzles
Resulta que el mantenerse ocupado, con la cabeza en una sola tarea, aunque ésta pueda ser monótona, es de gran ayuda para no cometer tonterías o hacer cosas de las que uno después se pueda arrepentir. Hacer puzzles es una buena afición para ello, además se mantiene la mente ágil desde la infancia hasta la vejez. De hecho, existen estudios que indican que son «muy buenos» como defensa contra el alzheimer , como ejemplo.
Centrándonos primero en los niños, además de la memoria visual, los puzzles son beneficosos para mejorar la concentración, trabajar la motricidad fina de los dedos, potenciar la inteligencia lógico-matemática y la inteligencia espacial, según los expertos. Aunque entretienen, no son un simple pasatiempo, ayudan al desarrollo de los pequeños haciendo fuertes esos pilares que serán los encargados de soportar toda la estructura que se va formando con los años.
También funciona como terapia ocupacional para estar tranquilo, no poner la mente a divagar, ejercitar la paciencia y quizás desarrollar alguna red neuronal poco usada. La sevillana Asunta Fernández-Palacios de 80 años se quedó viuda con 36 años y con cincos hijos. Es aficionada a los puzzles desde entonces y cuenta que «cada pieza por separado no significan nada, pero al final cobran un sentido. Es una metáfora de la vida misma».
Siempre tiene un puzzle en una mesa «especial» y con buena luz. Lo hace sin prisas, pero suele cambiar de puzzles cada 15 días si son de 1.000 piezas. No sabe calcular cuántos ha hecho, ni cuántos tiene guardado en el altillo de un armario, pero sí uno que no pudo terminar. « Se trata de distraerse y divertirse , no de agobiarse y estresarse», dice.
Campeonato nacional
Desde hace dos años participa en el Campeonato Nacional de Puzzles con su familia. «Es otra forma de relacionarse y eso une mucho. Los veranos nos juntamos todos para pasarlo bien y conseguir retos juntos». El torneo tuvo lugar hace unos días en Madrid y participaron más de 800 personas . Asunta fue la competidora con más edad en el campeonato y participó con cuatro de sus hijos y tres de sus nietos, uno de ellos de 7 años.
El objetivo de los organizadores es superar las cifras de años anteriores —este año se ha celebrado la octava edición—. Se colocaron un total de 201.387 piezas sobre diferentes tableros, de manera que los cientos de aficionados situaron, cada segundo, una media de 27 piezas . Un 64 por ciento de las parejas participantes finalizaron el puzzle antes de las dos horas permitidas, y un 42 por ciento de los competidores individuales lo concluyeron antes de las dos horas y medias que se fijaron como tope. La «fiesta del puzzle» contó con premios por valor de 3.000 euros. La gaditana Demelza Becerr a y el soriano Ángel Heras fueron los vencedores de la categoría de parejas, y la navarra Laura Aranguren en la categoría individual.
Hacer sudokus, crucigramas o puzzles no son actividades meramente lúdicas, son primordiales para el desarrollo de los pequeños y activar la salud mental de los adultos.
Todos somos piezas de un rompecabezas
Jesús Aragón es un niño gaditano de 9 años con autismo y desde hace cuatro años participa en el Campeonato Nacional de Puzzles junto a su padre. «Los puzzles me han acercado a mi hijo», comenta Jesús. Desde pequeño ha sido un niño inquieto, no se relacionaba con nadie y un día, dice, «se paró en seco» junto a su hermana mayor que tenía entre sus brazos un puzzle. «Ese momento lo recordamos como algo bonito. Fue la primera vez que comenzó a jugar». A ambos les encantan participar en el campeonato. «Yo percibo que a mi hijo se le respeta y se le trata como a un igual », cuenta. «Además demostramos que se pueden conseguir retos si se trabaja».