La Puerta de la Asunción, pórtico santo del Año de la Misericordia en Sevilla
El arzobispo abrió el Jubileo en la Catedral, con una misa presidida por la Virgen de los Reyes
Bajo la mirada de la Virgen de los Reyes , «que ha venido a nuestro encuentro en esta ocasión excepcional», el arzobispo, monseñor Juan José Asenjo , presidió ayer la misa de apertura del Jubileo de la Misericordia , abierto simbólicamente por el prelado tocando con su báculo las hojas de la Puerta de la Asunción de la Catedeal, a la que accedió en un cortejo que partió de la parroquia del Sagrario , donde expresó su deseo de que el Año Jubilar sea «el preludio de una profunda experiencia de gracia y bendición». Por su parte, el vicario para la Nueva Evangelización, Adrián Sanabri a, leyó parte de la bula en la que el Santo Padre convocó el Jubileo.
En el acto participaron alrededor de cuatro mil personas , entre ellas la mayoría de los sacerdotes de la Archidiócesis , los seminaristas y diáconos, religiosos y religiosas, así como dos fieles de cada parroquia. Igualmente, acudieron representantes del Consejo de Hermandades y Cofradías , Cáritas diocesana y movimientos de apostolado seglar.
Con la Catedral a rebosar de fieles y sacerdotes y la feliz idea de la presencia de la patrona de la Archidiócesis en el altar del Jubileo, el prelado hizo un recorrido por los ejes espirituales esenciales de este Año de la Misericordia , que convocó el Papa Francisco en su bula «Misericordiae Vultus» y el lema «Misericordiosos como el Padre».
Monseñor Asenjo insistió en el «leif motiv» de la necesidad de que la Iglesia sea «la casa de la misericordia , del servicio gratuito, de la ayuda, del perdón y del amor». Igualmente reclamó que las «parroquias, comunidades, asociaciones, movimientos y hermandades deben ser oasis de misericordia ».
Las periferias existenciales a las que se refiere el Pontífice constantemente no faltaron en la homilía del prelado , que nunca olvida a aquellas personas que viven la pobreza y el sufrimiento, los ancianos y enfermos, los parados... situaciones que tendrán un lenitivo en una de las acciones de la Archidiócesis con motivo del Año de la Misericordia : el centro diocesano de empleo en Palmete, «que quedará como hito visible del Jubileo ».
En este Año «estamos llamados a la conversión », dijo el arzobispo, añadiendo que «el Papa pide que situemos en el corazón del Jubileo el sacramento de la misericordia, el sacramento de la penitencia, del perdón y de la reconciliación con Dios», al tiempo que invitó a los fieles a peregrinar a la Catedral y a las cuatro basílicas y santuarios — Gran Poder, Macarena, Cachorro, María Auxiliadora, Loreto y Consolación —, donde se facilitará la «recepción del sacramento del perdón», porque el fin último de este año santo «es el encuentro con Jesucristo».
Así, monseñor Asenjo remarcó que «el Jubileo nos invita a salir de la tibieza, la mediocridad y del aburguesamiento espiritual y a restaurar la soberanía de Dios en nuestra vida». Terminó el prelado rogando la intercesión de la Virgen de los Reyes , «nadie como ella —dijo— ha experimentado la misericordia de Dios , que se derrama sobre ella y la envuelve con su gracia en su concepción, en la anunciación y en su asunción a los cielos».
Noticias relacionadas