500 aniversario

Primera vuelta al mundo: Logros de Juan Sebastián Elcano

Primera vuelta al mundo es una serie de artículos en la que el marino Ignacio Fernández Vial recrea cada sábado el viaje de Magallanes y Elcano

Mapa de la ruta de Juan Sebastián Elcano, que fue la más dura

Ignacio Fernández Vial

Esta crónica va a ser monográfica. La vamos a dedicar por entero al marino que ha protagonizado la más valiosa aventura marítima de todos los tiempos, aquel que marcó un hito irrepetible y que consiguió rodear al mundo cuando aún nadie lo había logrado, y todo ello a bordo de un barco al que hoy tildamos como primitivo. Construido con unas maderas que aún no se sabían proteger, por lo que su vida útil en raros casos superaba los cuatro o cinco años. Entre sus tablas, la supervivencia de sus tripulantes dependía por entero de que el destino los llevará a tierras donde pudieran encontrar sustentos.

Cuando estaban en la mar, la única fuente de agua potable con la que podían contar era aquella que les caía del cielo, agua que, por falta de tratamiento y envase adecuado, se les corrompía en pocas semanas. Todo esto agravado en extremo, con la más terrible de las pesadillas que hombre de mar alguno pueda padecer, ver como su barco hacía agua permanentemente, y con tal caudal, que si no se bombeaba mañana, tarde y noche, el barco se iría al fondo. Sus muy primitivas y frágiles bombas de achique exigían a sus tripulantes, agotados en extremo, y muy mal alimentados, grandes esfuerzos. Toda esta suma de circunstancias adversas sumía a su tripulación en una permanente angustia y pesadilla, ya que todos ellos eran conscientes de que sus vidas dependían de un hilo muy frágil. Pues bien, todo este cúmulo de dificultades las padecieron Elcano y sus hombres, y los cronistas así nos lo cuentan.

Genial navegante

Supo hacer frente, y vencer a terribles temporales de viento y mar. El peor de los casos lo vivieron cuando estuvieron intentando doblar el tan temido cabo de Buena Esperanza , en principio conocido como el cabo de las Tormentas, debido a la dureza de su climatología y al permanente mal estado de la mar. Escribe Pigafetta que «para doblar el cabo de Buena Esperanza nos elevamos hasta los 42º de latitud Sur, y tuvimos que permanecer nueve semanas enfrente de este cabo, con las velas recogidas, a causa de los vientos del Oeste y del Noroeste que tuvimos constantemente y que acabaron en una horrible tempestad». Terrible testimonio que da fe, con extrema crudeza, de lo duro que tuvo que ser para todos los tripulantes de la nao los 63 días que permanecieron en aquel infierno. Palabras que hablan también del bien hacer del Elcano, ya que mantenerse a flote en esas circunstancias solo está al alcance de hombres de extrema valía y cualificación. Cuando el viento le fue favorable, supo hacer singladuras de 180 millas, y cuando lo recibía por la proa, conseguía ganar millas ciñendo, haciendo largas bordadas y sabiendo sacar a su barco el máximo rendimiento. Otro hecho a destacar es que a pesar de romper el palo trinque y su verga, continúa navegando, sin importarle los malos tiempos, hasta conseguir cruzar la barra del Guadalquivir .

Hábil capitán

Fueron muchos los casos en que tuvo dificultades con sus hombres y las supo vencer con determinación, gracias a su don de mando y al reconocimiento que le profesaban sus hombres. Vivió un motín en Timor, que aplastó con dureza, mandando ejecutar a los dos cabecillas que habían recurrido a la fuerza entre sus compañeros para conseguir que les apoyaran.

Cuando se veía obligado a tener que tomar determinaciones que podrían poner en peligro la vida de sus hombres, nunca dudó en consultarlo con ellos. A la salida de Timor reúne en asamblea a sus hombres y les pone al día de las ventajas y desventajas de las dos rutas que les podrían llevar a tierras españolas. Cuando se encuentra en la costa sudafricana, sin nada para comer, ve con desesperación cómo no pueden desembarcar y Elcano vuelve a reunir a sus hombres para que entre todos ellos decidieran si dirigirse a las cercanas tierras portuguesas, en donde serían inmediatamente detenidos, o por el contrario, seguir intentando regresar a Sevilla. Ya en el Atlántico el mismo dilema. En aguas cercanas a Cabo Verde «perdimos veintidós hombres», tragedia que mueve a Elcano de nuevo a consultar a su gente si entrar en Cabo Verde, entonces tierra portuguesa, o bien dirigirse a tierra firme para intentar tomar mantenimientos.

Sus logros

Juan Sebastián Elcano fue el primero en dar la vuelta al mundo y el primero en cruzar los tres grandes océanos, incluido el Índico meridional, hazaña que no se vuelve a repetir por barco alguno hasta pasado algo más de tres siglos. El primero en dar media vuelta al mundo sin pisar tierra. Consigue calafatear su barco sin ayuda alguna y utilizando únicamente materiales encontrados sobre el terreno. A pesar de todo ello, aún hay gente en nuestra Sevilla que elevan a los cielos la figura de Magallanes y que no le dan ningún mérito a lo realizado por Elcano. Craso error, el primero consiguió que se hiciera a la mar la expedición y la gobernó por mucho tiempo y muchas millas, pero siempre muy bien acompañado. Sin embargo, Juan Sebastián Elcano tuvo que hacer frente a los episodios más duros de la travesía, con un barco en estado lamentable, con tripulación escasa y sin fuerza, con la despensa en ocasiones totalmente vacía y sin compañía alguna.

Otro dato que no se valora y habla por sí solo: Magallanes traza una ruta de 17.845 millas , Elcano lo supera con 18.313 millas . La travesía más larga que Magallanes hizo sin poder poner un pie en tierra no llegó a las 10.000 millas, la de Elcano pasó de las 12.500 millas .

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