TRIBUNALES

Primer juicio entre mamparas en la Audiencia de Sevilla en la era Covid

Limpieza de manos al entrar en la sala de vistas, uso de mamparas, microfónos fundados o la distancia mínima entre personas han sido algunas de las medidas que se han tomado

Sigue la última hora de la crisis del coronavirus en Andalucía

La sala de vistas de los ERE ha acogido el primer juicio con mamparas en la Audiencia de Sevilla ABC

Jesús Díaz

La Audiencia de Sevilla ha acogido este viernes su primer juicio desde que se decretara hace ya dos meses el estado de alarma por la crisis del coronavirus y la primera vista oral entre mamparas y otras medidas de protección frente al Covid-19 , que marcan la lenta llegada de la nueva «nueva normalidad» , como lo ha denominado el Gobierno, a los tribunales.

Aunque la actividad habitual está lejos de alcanzarse en los juzgados de Sevilla, donde, por ejemplo, sólo se han incorporado presencialmente un 33 por ciento de la plantilla de trabajadores públicos hasta el momento, este viernes la Audiencia ha acogido su primer juicio entre mamparas en la era Covid .

La Sección Séptima iba a juzgar a dos ciudadanos marroquíes, uno de ellos en prisión, por un intento de asesinato hace un año en el barrio de San Jerónimo. Todos los protagonistas estaban citados a las diez de la mañana: abogados, acusados, víctimas, la intérprete, el fiscal y el tribunal, conformado por los magistrados Javier González, Mercedes Alaya y María Ángeles Saez.

Las dos víctimas iban acompañadas de un familiar cada uno. Lo obligatorio. En el hall de espera de la cuarta planta del Palacio de Justicia sólo estaban las personas imprescindibles para la celebración de la vista oral, más tres periodistas y el técnico que ha rematado la instalación de las mamparas y otras medidas .

Si algo no ha cambiado con el coronavirus ni con la nueva normalidad es el habitual retraso en el inicio de los juicios , esta vez marcado por las últimas conversaciones entre las partes para alcanzar un acuerdo de conformidad y por el exhaustivo protocolo de seguridad y protección seguido contra el coronavirus.

Así, por ejemplo, la funcionaria que ha auxiliado y ha asistido al tribunal, como es habitual, ha ido solicitando el DNI a los testigos y víctimas que debían declarar en el juicio. Como novedad, la trabajadora no ha tocado en ningún momento el documento nacional de identidad de cada persona.

En la puerta de la sala: lavado de manos

Le ha requerido para que lo colocasen en una mesa en el hall de la cuarta planta de la Audiencia y allí, con la oportuna distancia entre personas, ha revisado los datos del de DNI para confirmar su identidad.

Todos los presentes en dicho hall, funcionarios, acusados, abogados, víctimas, acompañantes de éstos, la traductora y los periodistas, hacían uso de la mascarilla . Junto al ascensor se han colocado dispensadores de gel hidroalcohólico.

Llegan los tres miembros del tribunal separados prudentemente , con sus mascarillas en las manos. Después, van entrando el fiscal, los abogados, los acusados y, por último, los periodistas. Todos con mascarillas, se han de lavar las manos con gel antes de entrar . En una mesa auxiliar, además, hay guantes y mascarillas para el que lo necesite.

En el estrado, magistrados, fiscal y abogados, desarrollan su labor tras una mampara individual de tres caras . Entre las acusaciones y las defensas se cumple el distanciamiento físico recomendado.

El acusado se sienta detrás de una mesa para declarar, también con mampara de tres caras. A su derecha se sitúa la intérprete que prestará su servicio en el juicio. Entre ambos hay otra mampara adicional. El otro acusado se sienta en la bancada usada por los abogados de la defensa, a distancia de todos. Todos los micrófonos que se usan están enfudados con plástico.

El tribunal, el fiscal y el abogado de la acusación han usado sus togas. Las defensas no llevaban. Los letrados están dispensando s de llevarla porque habitualmente hacen uso de las prendas puestas a disposición en cada edificio judicial y son utilizadas por todos. Entre el público, dos agentes de la Policía Nacional y la prensa. Separados. La funcionaria en su puesto también dispone de protección con mampara.

Las partes han alcanzado un acuerdo de conformidad y la duración del juicio no alcanza la media hora. A la salida, el fiscal que ha actuado en el caso, Francisco Javier Soto, explica a ABC su sensación en el primer juicio con las medidas de protección adoptadas por las autoridades competentes para el desarrollo de los juicios.

Los reflejos, un inconveniente

«Se agradecen las medidas porque transmiten seguridad y protección , pero son un poco agobiantes», admite Soto, quien expone una dificultad con la que se ha enfrentado y que vaticina que puede generar situaciones complicadas.

Los reflejos que proyectan las mamparas le impiden ver con claridad al acusado o a los testigos durante la declaración. Si bien hoy, por haberse alcanzado un acuerdo, apenas ha existido declaración de los acusados, no ha podido ver sus gestos durante las respuestas que han ofrecido.

« Los gestos son importantes para valorar las respuestas», según el fiscal. Esta falta de visión del rostro del acusado también ha sido apreciada por el tribunal.

Uno de los acusados se encuentra en prisión desde hace un año y un mes aproximadamente por los hechos por los que ha sido juzgado hoy, por lo que al tratarse de una causa con preso se contempla como uno de los casos que el Consejo General del Poder Judicial estableció como actividad esencial de los juzgados en pleno estado de alarma.

Para el resto de causas, habrá que esperar a que avance el plan de desescalada establecido para los juzgados, aunque la prioridad, si los medios tecnológicos lo permiten, serán los juicios telemáticos . En la juridiscción penal, por la necesaria presencia del acusado, será más difícil.

Los hechos enjuiciados

Hasta aquí el escenario que ha envuelto el primer jucio con mamparas, donde han sido juzgados dos jóvenes marroquíes por intentar asesinar a un varón con un palo y una catana el 9 de abril de 2019 en la calle Mejillón del barrio de San Jerónimo . Además, causaron lesiones leves a un hijo de la víctima.

La agresión estaba motivada por viejas rencillas familiares , pues uno de los agresores fue novio de la sobrina del varón apaleado, que sufrió graves heridas en la cabeza y la pérdida de visión de un ojo.

Inicialmente se enfrentaban a penas de doce y nueve años de cárcel, si bien, un acuerdo entre la Fiscalía, la acusación y las defensas ha posibilitado una reducción considerable de ambas penas , sobre todo, porque los hechos han pasado de ser calificados como un asesinato en grado de tentativa a un homicido en grado de tentativa , por lo que finalmente han sido condenados en firme a dos años y medio y a dos años de cárcel y a una multa de 50 días a razón de seis euros diarios por ambos delitos.

Los acusados, con alguna que otra dificultad con la interpretación de la preguntas, han reconocido los hechos y han mostrado su conformidad con las penas impuestas, deberán indemnizar a la víctima con 25.000 euros y a su hijo con 150 euros.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación