TRIBUNALES
El caso de la estafa piramidal con obras de arte afecta a 700 británicos
El presunto cerebro dice que la rentabilidad del negocio era del 20% aunque ha dejado un agujero de 4 millones de euros
![El juicio arrancaba este lunes en la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla](https://s1.abcstatics.com/media/sevilla/2015/11/09/s/juicio-audiencia--620x349.jpg)
El británico Alistair S.M., acusado de un delito de estafa piramidal con obras de arte, ha defendido este lunes la rentabilidad de su supuesto negocio. Asegura que ofrecía unas ganancias del 20 % a los inversores , casi todos del Reino Unido. Unas declaraciones que ha realizado en el primer día del juicio que se celebra hasta el próximo día 20 en la Audiencia de Sevilla.
El Ministerio Fiscal cifra en 770 las personas afectadas por esta estafa que habría firmado la empresa Ashley Jenkins y que pudo provocar un agujero de cuatro millones de euros en sus clientes. Unos inversores que confiaron sus ahorros en la compra de cuadros de artistas noveles con la promesa de una revalorización rápida.
A la vista oral se iban a enfrentar tres acusados, pero la Fiscalía ha retirado la acusación contra una de las dos procesadas porque considera demostrado que sus funciones no eran ejecutivas en la empresa y se limitaba a labores de secretariado.
La otra persona que acompaña en el banquillo a Alistair S. M. es una sevillana, de nacionalidad británica, identificada como Mercedes C.A., quien reconoció al tribunal que participó en la creación de las empresas. Unas sociedades que tuvieron como sede social Londres y Sevilla. Ambos acusados se enfrentan a una posible pena de cuatro años de cárcel que solicita el fiscal.
El presunto cerebro de la estafa aseguró este lunes que las obras de arte también se alquilaban a restaurantes y otros lugares públicos, por lo que entre el año 2000 y 2003 pagaban a los clientes un beneficio del 10,4 %.
Problemas con la traducción
Con algunos problemas para explicar el funcionamiento de la empresa mediadora debido a las traducciones, el acusado afirmó que no recordaba su salario en la empresa , si eran unas 200.000 libras anuales, y dijo que ahora está en el paro y por eso lo defiende un abogado de oficio.
En su día la investigación concluyó que Alistair S. M. puso al frente de las sociedades a su entonces pareja sentimental Mercedes C. A. porque sobre él pesaba una inhabilitación de las autoridades británicas para dirigir empresas.
Quejas de algunas partes por la falta de colaboración británica para localizar a las víctimas
Algunas de las partes personadas en la causa han criticado el hecho de que las autoridades británicas no hayan colaborado con la Justicia española para localizar a los 770 estafados y sólo lo han hecho con cinco, que son los que constan en el escrito de acusación del Ministerio Público y que habrían perdido entre 3.870 y 16.840 libras esterlinas cada uno.
Unas víctimas que iban a ofrecer su testimonio en el juicio a través de videoconferencia, pero que no han sido localizados para que declaren; lo que desnuda de contenido la vista oral.
La acusación pública sostiene que como toda estafa piramidal, los primeros inversores recibían el dinero de las aportaciones de otras víctimas hasta que ese equilibrio tan difícil de flujo de capital se rompió al dejar de entrar nuevos compradores.
La voz de alarma la dieron desde el Reino Unido cuando los primeros afectados comenzaron a dejar de recibir los rendimientos de sus inversiones y los responsables de Ashley Jenkins no daban señales de vida.
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