El presidente del Consejo de Cofradías de Sevilla y el arzobispo apuestan por la suspensión de la Semana Santa por el coronavirus
Francisco Vélez cree que no tiene sentido seguir esperando y que, «ante la situación sanitaria, lo más adecuado sería suspenderla». Asenjo coincide con su criterio y sólo el alcalde, Juan Espadas, prefiere postergar la medida
La Semana Santa de Sevilla se suspende por el coronavirus
El presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla, Francisco Vélez, apuesta por la suspensión de la próxima Semana Santa , aunque no está en su mano decidir esta medida. Vélez, que ya anunció este jueves la suspensión del pregón que iba a pronunciar Julio Cuesta, cree que «es innecesario postergar esto más tiempo» y que «hay que tomar la decisión cuanto antes», aunque él no tiene potestad para ello.
« La decisión corresponde a la autoridad civil , con la que hemos estado hablando en las últimas horas para que no se dilate más«. Sin embargo, su opinión al respecto es clara: «Yo creo que lo más lógico es suspenderla porque es lo más recomendable dada la situación sanitaria y el anuncio de estado de alarma por parte del Gobierno«. En todo caso, Vélez apela a la unidad de todos los responsables de la Semana Santa sevillana y ha enviado un mensaje a los hermanos mayores para evitar situaciones como las de Cádiz, donde una hermandad ha anunciado por su cuenta la suspensión de su estación de penitencia. Concretamente, el presidente del Consejo ha escrito lo siguiente: «Querido amigo, en estos días próximos, como bien sabes, estamos esperando las indicaciones procedentes de las autoridades competentes a propósito de la celebración o suspensión de nuestras estaciones de penitencia. Te ruego paciencia hasta que se comunique oficialmente la decisión y no toméis ninguna iniciativa a título particular sobre vuestras salidas procesionales para que todos estemos coordinados, muchas gracias y un abrazo».
El arzobispo, Juan José Asenjo , está en la misma posición que Vélez y en declaraciones a ABC ha asegurado que «es una decisión que no puedo tomar en exclusiva, puedo escuchar a los responsables, fundamentalmente al Consejo y a la Alcaldía, pero mucho me temo que haya que tomarla a tenor de lo que nos espera con el estado de alarma». Con respecto a las medidas de la Archidiócesis indica que » nos hemos quedado cortos porque mañana tendremos que tomar alguna decisión, soy consciente de que hemos acordado los obispos de la provincia eclesiástica un programa que se ha quedado obsoleto después del anuncio del presidente del Gobierno«. Asenjo añade que »estoy expectante por ver cómo se concreta mañana en el decreto del Consejo de Ministros«, pero en todo caso da por asumida la suspensión de la Semana Santa .
El único que aún mantiene la esperanza es el alcalde , Juan Espadas. Si el pasado martes el socialista afirmaba que tendría que venir la Organización Mundial de la Salud (OMS) para decirle que había que suspender la Semana Santa, «la fiesta» de la ciudad, este viernes ya ha sido más cauteloso, aunque sigue echando balones fuera. «Lo más lógico es que la próxima semana se tome la decisión definitiva sobre la suspensión o no de la Semana Santa, con un margen suficiente para que las hermandades y cofradías sepan a qué atenerse«, dice.
Según el alcalde, la próxima semana se puede tener información suficiente para acordar la decisión definitiva. «Me gustaría que fuese cuanto antes, pero no soy yo quien tiene que decir cuando hacerlo », precisó. Cuando corresponda el momento de tomar la decisión sobre la Semana Santa, «no habrá disquisición al respeto», afirmó Espadas, que se puso a disposición del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, para que en el momento que éste considere oportuno «nos convoque y nos traslade la decisión» . Espadas vuelve a esperar que sea otra autoridad quien adopte una decisión difícil de tomar por todo lo que conlleva para la ciudad de Sevilla.
Espadas, no obstante, es consciente de que de no celebrarse las procesiones de Semana Santa habrá efectos duros para la economía y el empleo local. Por ello aún se muestra esperanzado en que las medidas tomadas por las administraciones centrales y autonómicas para los próximos quince días tengan su efecto y produzca una evolución favorable en la evolución de la pandemia. «Si extremamos la cautela ahora, podemos ser optimistas, ¿por qué no?», concluyó el alcalde, que ya es el único que defiende esta postura.
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