Día Europeo de Concienciación ante la Parada Cardiaca
Premio a la faceta más humanitaria de la Policía de Sevilla
La infanta Elena hace entrega de un reconocimiento, en nombre de la Fundación Mapfre, a la sala del 091 por sus intervenciones para salvar la vida de personas que sufren una parada cardiaca
El policía nacional Antonio Luis Carmona lleva 35 años subido en un zeta o coche patrulla. En el interior de su vehículo ha estado a punto de ver el alumbramiento de hasta diez bebés , cuyas madres necesitaron de la Policía para llegar al hospital porque se habían puesto de parto en mitad de la calle. También ha participado en innumerables servicios en los que la vida de un vecino se escapaba y una reanimación cardiorespiratoria efectuada a tiempo fue decisiva para que la balanza se inclinara a favor de la supervivencia. Por este tipo de acciones, que poco tienen que ver con la lucha contra la delincuencia, este funcionario, en representación del Centro Inteligente de Mando de Comunicación y Control (Cimacc) o como se conoce de siempre a la sala del 091, recibió ayer un reconocimiento con motivo del día europeo de conciencia ante la parada cardiorespiratoria. Una jornada que se celebrará mañana en todo el continente.
Como preámbulo a esa cita, que pretenden concienciar a la ciudadanía de la importancia de recibir formación para saber practicar técnicas de reanimación como el masaje cardiaco, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias presentó ayer unas jornadas de formación que tendrán lugar en toda Andalucía. El acto, celebrado en el pabellón de deportes de San Pablo, contó con la presencia de la infanta Elena , directora de proyectos de la Fundación Mapfre, colaboradora de esta iniciativa. Su alteza real fue la encargada de entregar los reconocimientos a instituciones que trabajan en esa cadena de supervivencia.
«Hay días en los que el número de servicios humanitarios que atiende este servicio es muy superior a los que tienen que ver con la represión de los delitos. El ciudadano sigue llamando al 091 si ha sufrido un accidente en casa, si su hijo no quiere tomarse la medicación y está agresivo o si el vecino ha entrado en parada y no sabe qué hacer». A todos esos auxilios, que rara vez copan titulares de prensa, acuden los agentes destinados en seguridad ciudadana. A ellos les dedica el premio el inspector jefe del Cimacc, José María González . «Esos agentes son el primer escalón de la policía. No conforman ningún grupo especial pero son de una madera especial». El jefe de la sala del 091 recuerda cómo hace un mes, por citar uno de tantos ejemplos, dos policías estuvieron durante minutos tratando de reanimar a un menor de Los Pajaritos al que le falló el corazón. Lograron que llegara con vida al hospital pero días después supieron que el adolescente no había podido superar el episodio y había muerto.
Objetivo: formar a 14.000 jóvenes
También fue reconocida la labor de la Policía Local de Sevilla y la de Juan Fernández Díaz , un entrenador de un gimnasio de Espartinas que supo reaccionar cuando una usuaria de 47 años perdió el conocimiento mientras realizaba un calentamiento.
De cara al día europeo de concienciación ante la parada cardíaca que se celebra mañana, las consejerías de Salud y de Educación han organizado jornadas de formación, denominadas #cardiomaraton061 , con el objetivo de entrenar a más de 14.000 jóvenes andaluces en técnicas de reanimación. El lema de la campaña puesta en marcha por el Consejo Europeo de Resucitación de este año, «todos los ciudadanos pueden salvar una vida», quiere extender el mensaje de que cualquier ciudadano puede afrontar una emergencia sanitaria de este tipo mientras llegan los servicios sanitarios. Un tiempo de espera que puede ser determinante para la supervivencia del paciente si se emplea bien.
La formación masiva de jóvenes tendrá lugar en todas las provincias andaluzas este miércoles. Sin embargo, ayer hubo un anticipo. Cerca de 3.000 alumnos procedentes de una veintena de centros de la ESO de Sevilla fueron los primeros en recibir nociones como practicar una maniobra de RCP.