Crisis interna

El PP de Sevilla, escenario de un interminable juego de tronos

El partido se plantea presentar a un independiente para acabar con el cisma

Juanma Moreno y Beltrán Pérez en el Ayuntamiento de Sevilla RAÚL DOBLADO

ALBERTO GARCÍA REYES

La crisis que atraviesa el PP de Sevilla desde hace más de un año ha llegado a un punto de inflexión. El presidente regional, Juanma Moreno Bonilla, ha entrado por primera vez en la pugna y se ha posicionado. Hasta ahora, el malagueño se había puesto de perfil, pero esa denominada «neutralidad activa» no podía durar siempre, sobre todo porque desde los dos bandos se lo han reprochado. Quedarse en medio tiene esa desventaja. Los zoidistas le recriminaban que se había alineado claramente con los Pérez, ahijados políticos de Javier Arenas que le arrebataron, contra todo pronóstico, la dirección provincial a Juan Bueno. Y los arenistas le criticaban su flirteo constante con Zoido, de quien Moreno siempre ha dicho en público y en privado que es su referencia en Sevilla. Conclusión: todos descontentos.

El presidente manejaba esta variable y estaba al acecho del momento idóneo para pronunciarse. Lo ha hecho, por fin, esta semana. Moreno Bonilla aceptó la invitación de Beltrán Pérez al Ayuntamiento para una reunión en la que le iba a plantear todas las carencias que tiene Sevilla por culpa de la Junta de Andalucía. Pero las circunstancias del partido solaparon a las institucionales. La foto aparentaba un apoyo claro a Pérez como candidato a la Alcaldía. Los hechos, sin embargo, desmentían lo que se apreciaba en la postal. Moreno había detectado la tensión interna y ese mismo día transmitió a Beltrán que tenía que tomar medidas.

El portavoz municipal y, por ahora, principal aspirante a liderar la lista del PP en Sevilla para las próximas elecciones recibió una consigna directa de parte del presidente regional ante el mercadeo de una filtración que esa misma mañana se estaba produciendo y de la que nadie estaba ajeno: «Busca al responsable y toma una decisión drástica» . Beltrán Pérez consultó con sus concejales y acabó señalando a Alberto Díaz, a quien destituyó como portavoz adjunto por falta de confianza. Díaz es zoidista, es decir, del bando contrario. Otro lío. Uno más.

La vicepresidenta del PP andaluz, Loles López, le preguntó al líder municipal si estaba seguro. Lo estaba y por eso actuó. Pero esa determinación abrió otra brecha que hasta ahora no se conocía. La presidenta sevillana, Virginia Pérez, intentó frenar la orden de Moreno Bonilla. Beltrán se negó . Los líderes del movimiento crítico que llegaron unidos hasta la cúpula del partido guiados por Javier Arenas se han separado. Los zoidistas del Ayuntamiento apoyan a Beltrán. Ya nadie sabe quién va con nadie. Y eso ha desembocado en un escenario nuevo para el juego de tronos popular.

El último suceso del «palomar» del Ayuntamiento ha menoscabado la autoridad de todos los jugadores de la partida. Beltrán Pérez ha cumplido con el mandato de su jefe regional, pero eso le ha costado su relación con su jefa provincial. Virginia Pérez ha destapado con descaro su desafección hacia Juanma Moreno. Y Juanma Moreno no se fía ya de nadie. Porque, además, el destronado Alberto Díaz es un hombre de la máxima confianza de José Luis Sanz , alcalde de Tomares y candidato en la sombra de la facción de Zoido. Por eso en los últimos días se habla con insistencia de la tercera vía. El propio Moreno ha dicho públicamente, después de visitar el Ayuntamiento de Sevilla, que «el candidato o candidata» puede ser «un afiliado o un independiente».

El desmarque es clarísimo. Las pugnas en la capital son en estos momentos inasumibles por un presidente regional que tiene como objetivo fundamental ganar en la capital andaluza porque considera que eso le da opciones claras de aspirar a la presidencia de la Junta. Por eso no tiene demasiado margen de error. Hay que atinar con la persona que se presente , que tiene que cumplir dos requisitos: tener tirón electoral y acabar con la polémica permanente que se ha instalado entre los populares sevillanos.

Beltrán Pérez contará con el apoyo de Javier Arenas hasta el último momento, aunque el histórico político sevillano no es contundente en sus opiniones de pasillo porque sabe que puede perder y no está dispuesto a que lo asocien de manera directa con la derrota. José Luis Sanz es la opción de los zoidistas -Juan Bueno, Ricardo Tarno...-, pero en Génova tiene algunos reparos después de que no llegara a disputarle la presidencia andaluza a Juanma Moreno. Y el propio Zoido es una carta que el partido baraja con firmeza hasta el último momento, aunque el ministro del Interior no está dispuesto a aceptar la propuesta. Por lo tanto, cada vez son más los responsables del PP que creen que la mejor salida podría ser hacer tábula rasa y apostar por una cara que hasta ahora no haya aparecido en ninguna quiniela. Beltrán Pérez tiene algo más de tres meses por delante para intentar calmar las aguas y poder presentar su candidatura con solidez. Pero su grupo municipal es una caja de sorpresas. Las alianzas cambian de un día para otro. Algunos concejales se miran de reojo. Saben que están jugando con fuego, pero no han calibrado el daño que le están haciendo a su marca. Y Juan Espadas se frota las manos desde su butaca.

El PP de Sevilla, escenario de un interminable juego de tronos

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación